miércoles, 24 de enero de 2018

El Clarín de Morelos

Las razones de Julio Yáñez

Javier Jaramillo Frikas
¿Por qué el diputado Julio Yáñez Moreno, dueño de la franquicia del Partido Social Demócrata, va a competir como candidato a la presidencia municipal de Cuernavaca en alianza con el PRD y el Partido Verde?
Tres puntos:
        1.- Su trato con la empresa constructora Cosmos, responsable de la pavimentación hace dos años, sin llenar los requisitos legales, se comprometió y quedó de “emparejarse” en el transcurso de la administración municipal.
        2.- Luminarias, a cuyos dueños les interesa la ciudad capital encima de los 32 municipios restantes, y cuyo inicial punto de acuerdo ha quedado solventado en el Congreso local y cada ayuntamiento vía sus cabildos lo aprobará o no.
        3.- Su recompensa con el “destino final” de la basura recolectada en Cuernavaca, que ha usufructuado durante dos años y son cantidades importantes que más adelante les compartimos.
        En la búsqueda de disipar razones por las que un proyecto electoral con todos los ingredientes para afirmar que “nace muerto”, por no contar con una sola condición, bien vale revisar elementos que evidencian no el alcance del poder sino acciones desesperadas por salir de compromisos peligrosos, contraídos por recibir grandes sumas de dinero ─millonarias diríamos, seguro─ para ganar tiempo y si bien les va, impunidad.
        Vamos por partes
        Cosmos está en espera que le repongan lo invertido ─nunca se regala en la administración pública, no son la beneficencia─ en una primera acción gestada por Julio Yáñez Moreno, venida abajo seis meses después, cuando fracasó el intento de dirigentes de partidos y gente del poder estatal por quitar del cargo a Cuauhtémoc Bravo. A partir de entonces, tienen “el pendiente” tanto de lo erogado y otros presuntos cobros—comisión del legislador a los empresarios.
El tema de las luminarias, ha sido tratado con anterioridad, no es menor. Ahí Julio Yáñez ha jugado un papel relevante, comprometió al ayuntamiento de Cuernavaca a generar condiciones para concesionar por más de 20 años el alumbrado público a una empresa. Hoy, el recurso para salir del entuerto, es que cada municipio aprueba o no ese trato. Es legal desde el Congreso. En especial, aquí se mencionan decenas o centenas de millones de pesos.
        ¿Cuánto agarró Julio Yáñez? Ya se conocerá, en tanto, su nominación por el PRD—PSD--Verde lleva gran parte de esa carga, ya con “la promesa” que al ganar la presidencia cumpla, o en cuanto Blanco solicite licencia, él lo opera en el Cabildo.
        En los dos puntos citados, el diputado Yáñez Moreno, celebró acuerdos que o no ha cumplido o los ha postergado “en cuanto asuma el poder, en marzo o a fin de año”. Es “su piña”. El siguiente lo ha logrado rescatar hasta este día, con “ingeniería” como la usan los grupos de la alta delincuencia, tratando de no dejar huella alguna. Es “su comisión” en el destino final de la basura que genera la ciudad de Cuernavaca. Ahí no sucedió nada en su contra como en los dos casos ya citados, porque lo hace directamente con la empresa responsable de esta medida.
        El “acuerdo” es bastante bueno, lo que nos muestra que la administración pública cuando es manejada por bandoleros como es el caso, es un muy buen negocio.
Julio Yáñez Moreno recibe desde el uno de enero del 2015 una suma por tonelada de basura ya en su destino final, repetimos. Son números simples que no requieren ni ser matemático y menos científico. Una simple alteración a la cantidad allá llegada, incrementa su “comisión”. Normalmente la tonelada que le pagarían a 140 pesos lo negoció para quedar en 208 pesos, y el estándar era de 9 mil 800 a 10 mil cada mes. Porque era “el jefe” lo subió a un tope de 12 mil toneladas mensuales.
Su cuenta es buena: Cuatrocientos cinco mil pesos cada 30 días. En este país, de sueldo, quizá los ministros de la Suprema Corte, pero ni el presidente y los gobernadores más o menos cuatro veces abajo. Obviamente hablamos de sueldo nominal. El mismo debe recibir en el Congreso como legislador cerca de los 100 mil pesos más gastos y anexas.
        En estos dos años, el casi candidato ha llevado a sus bolsillos, por este solo concepto, la cantidad de 9 millones 620 mil pesos. ¿Buena suma?
        Bueno, estos son unos cuantos botones de muestra por los que desea ser candidato y se presume “ganador”. Lo sabemos: es prácticamente imposible que gane, pero a sus acreedores ha vendido la certeza que, al llegar, no solo “se pondrá parejo” sino será muy, muy, pero muy agradecido…
        Como se observa, estos temas apenas inician. Vienen días, semanas y meses de furia.

        ¿Listos?

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