jueves, 7 de julio de 2016

 TERTULIA POLÍTICA

Congreso / Diálogo

Pedro Martínez Serrano
El diputado Francisco Moreno Merino, es un político polémico, hosco y hasta rudo en su ejercicio; muchos lo ven con recelo, pero ni ellos, ni los que cuestionan su estilo, le pueden escamotear que es un hombre de resultados, objetivo, certero y puntualmente respetuoso de la ley, tanto como enérgico en su cumplimiento.
Lo anterior viene a tema porque hace mucho, al menos desde que empecé en el ejercicio periodístico, hace más de 3 décadas, no me había tocado ver que un diputado repitiera en la Presidencia del Congreso, como ocurrió en esta oportunidad con el legislador Moreno Merino quien, se le quiera o no reconocer, ha llevado una conducción tersa, respetada y respetable del Poder Legislativo.
Y para retomar el respeto de la sede legislativa de los morelenses, de manera personal, sin escoltas, ni ayudantes; mucho menos gorilas apantalla tontos, ha enfrentado, ha atendido a quienes se han tratado de instalar en el edificio de Matamoros, a manera de toma de sus instalaciones.
Y lo hizo frente al rector de la Universidad Autónoma del Estado (UAEM), el doctor Alejandro Vera Jiménez quien, luego de mantenerse en plantón en la explanada de Palacio de Gobierno (me resisto a llamarle Casa Morelos, porque es precisamente a los morelenses a quienes se les prohíbe el acceso), anunció que se trasladarían al edificio legislativo de Matamoros; que tomarían el Congreso. Moreno Merino lo paró en seco. No le permitió el acceso.
De manera amable, pero enérgica, el mismo diputado Presidente del Congreso, invitó al rector a desistir de su intentona; de su fanfarronada; le aclaró que al edificio legislativo no se le permitiría la entrada, pero aun así, si usted desea expresar alguna manifestación, lo va a tener que hacer en la calle; nosotros le ofrecemos seguridad, pero de la calle para afuera.
Mientras capotea con la embestida de muchos protagónicos que buscan convertir al Congreso del Estado en su caja de resonancia, el diputado Francisco Moreno Merino hace lo que sabe, dialoga, acuerda y resuelve; como lo hizo desde el momento mismo en que asumió la presidencia del legislativo.
De entrada al inicio de la legislatura, el año anterior, limpió de parásitos presupuestívoros, especialmente del largo listado de aviadores enchufados a la infladísima nómina del Congreso, por Javier Bolaños Aguilar, el ahora diputado federal que fue el primero en protestar, le dieron de baja a Javier López Sánchez, que cobraba no más 75 mil pesos mensuales, además de algunas amantes, a las que daba el gasto con la nómina.
Otro que también saqueó hasta que se hartó la nómina del legislativo, es Juan Ángel Flores Bustamante, quien mantuvo con dinero del erario a muchos de sus asesores; la mayoría de ellos jovencitos, fornidos y bien pagados.
El primer tema que le tocó enfrentar y resolver, al también académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en su Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, fue el que derivó del lamentable asesinato de la joven presidenta municipal de Temixco, Gisela Mota Ocampo, cuya suplencia se concretó en la persona de Irma Camacho García.
Es de destacar que en la actividad legislativa, el diálogo ha sido el instrumento principal para llegar a los acuerdos que dan rumbo a la convivencia de los diputados, pero también para que casi el 100 por ciento de los instrumentos legales que ahí han sido votados, hayan salido por unanimidad.
Creo que lo que ha incidido también para la elección del diputado Moreno Merino, como Presidente del Congreso por un segundo periodo, es el hecho de que es el morelense mejor colocado en los centros del poder en la Ciudad de México, en particular en Los Pinos, en donde el hombre que firma como presidente, Enrique Peña Nieto y él, son amigos desde los años de la infancia.
No por nada, cada que visita Morelos en secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong o cualquier integrante del gabinete presidencial, se dirigen al diputado Moreno Merino con mucha atención; incluso Osorio y Moreno se reúnen en privado, cada que aquel está en nuestra entidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario