lunes, 27 de julio de 2015

TERTULIA POLÍTICA

Sableadores

Pedro Martínez Serrano
Blanco Bravo, Presidente Municipal electo de Cuernavaca
Los hermanos Yáñez Moreno son un caso muy particular, pues son habilidosos, ventajosos, oportunistas y, ahora, sableadores y voraces, por lo que la gente del presidente municipal electo, y él mismo, Cuauhtémoc Blanco Bravo ya no los soporta. Los evade; busca mantenerlos a distancia. Antes de que el asunto pase a mayores, pinta su raya y se desmarca de la actitud parasitaria e ilegal, que ha marcado a ese grupúsculo de vividores encabezado por Julio Yáñez, el payaso que contendió por la gubernatura.
Y aunque sonó a broma, a chascarrillo de cantina y fanfarronada de borracho, el presunto registro de Cuauhtémoc Blanco como candidato a la presidencia municipal de Cuernavaca, por la ignorada residencia de que disponía el ídolo futbolero en la ciudad, el hecho se concretó con un éxito inusitado. El 7 de junio se levantó con el triunfo y echó abajo todos los pronósticos. Hasta las encuestas más confiables fallaron.
La mayoría de quienes gustan de adivinar el futuro político de las personas y las entidades públicas, advirtieron que la simpatía de los aficionados no le alcanzaría el señor Blanco Bravo. Se trata de un caso muy particular, en donde el candidato posee la mayor popularidad que cualquiera, pero el partido por el que compite carece de estructura y está sellado por el desprestigio de los dueños de la franquicia, se decía entonces.
Luego de los acercamientos propios para la aceptación de la candidatura, gente de toda la confianza de Cuauhtémoc Blanco buscó y se entrevistó con el ex presidente municipal Manuel Martínez Garrigós. El propósito, revisar la oportunidad de una alianza de facto, a través de la cual, el deportista pusiera su patrimonio principal: la popularidad y; el político, el diputado local y ex alcalde, hiciera lo propio: disponer de la sólida estructura que ha tejido y mantenido, durante más de una década. El acuerdo se concretó, con los resultados hoy conocidos.
Fruto de esa unión político-deportiva, el también apasionado al futbol, Manuel Martínez ayudó a ganar a Cuauhtémoc Blanco y, de paso, metió al cabildo de la ciudad a un número importante de integrantes del cabildo, a los que va a sumar a varios que son sus amigos y con los que va a hacer la mayoría.
Hacia fines de mayo, anoté en la Tertulia Política:
Lo que me parece importante, es recordar que la emoción de Cuauhtémoc Blanco alimentada por los Yáñez, Roberto padre, Roberto hijo y Julio Yáñez Moreno quienes, hay que reconocerlo, son personas ocurrentes, pero su ocurrencia de postular al futbolista como candidato a presidente municipal de Cuernavaca, los va a beneficiar a lo grande, más allá, mucho más allá de lo que habrían imaginado.
Y realmente, los Yáñez nunca pensaron en que Cuauhtémoc ganara la elección. Ellos lo que quieren (querían) son votos, como todos los partidos basura, los llamados pequeños, en los que, al igual que los Yáñez, solo se benefician los dueños de las franquicias partidistas que, obvio, buscan registrar el mayor número de candidatos y/o ir en alianza, para ganar diputaciones plurinominales y regidurías, en cuyas posiciones se colocan o meten a familiares y amigos.
Hoy, los hermanos Yáñez, empezaron a tejer alianzas y a trazar la ruta del sablazo; quieren dinero, vengan de donde venga y, para conseguirlo, andan vendiendo al próximo presidente municipal. Lo mismo, ofrecen obras que concesiones, igual que autorizaciones y permisos. Tienen en subasta al ayuntamiento de la ciudad.
El remate de la oferta, es hasta pintoresco: Julio Yáñez Moreno va a ser el Secretario del Ayuntamiento; Cuauhtémoc es un ignorante que no sabe ni escribir su nombre, por eso quiere que nosotros manejemos la administración, exhiben y se pitorrean del ídolo mexicano, con todos aquellos con que se reúnen en busca de un adelanto para dar certidumbre a los tratos.
En ese fanfarroneo y desprestigio adelantado por su cuenta, del próximo ayuntamiento, los Yáñez Moreno ya traen en venta las principales posiciones del equipo de trabajo que, presuntamente, acompañará a Cuauhtémoc los tres años de lo que será su administración.
No sólo andan vendiendo posiciones, ya traen hasta representante, un eficiente corre ve y dile que echa mano de todo, con tal de dar certidumbre a sus servicios; aprovecha lo mismo el apellido materno, Ortega, que las relaciones que presume tener al más alto nivel, lo mismo en el mundillo de la política, que del espectáculo y la empresa.
Se trata del Bocha, el fanfarrón, mentiroso y ventajoso Juan José Alcalá que, escurridizo, desvergonzado y oportunista como es, presume fotografías con sus amigos, especialmente con el gobernador de Chiapas, el cuestionado por corrupto y violador de derechos humanos, Manuel Velasco.

La vergüenza para la familia de un ex gobernador del estado, anda muy activo y no desaprovecha oportunidad, para vender también su parentesco con un joven diputado local electo. Lo que nos bloqueen en el ayuntamiento, lo destrabamos desde el Congreso, se le escucha presumir, como se le escuchó en reciente evento luctuoso, en el que andaba hasta de abre puertas, junto con el próximo secretario municipal, Julio Yáñez Moreno.