viernes, 26 de octubre de 2018

TERTULIA POLÍTICA

Encuesta y responsabilidad

“Si queremos que todo siga como
está, es necesario que todo cambie” /
El Gatopardo / Giuseppe Tomasi di Lampedusa

Pedro Martínez Serrano
Lo que hoy ocurre con la decisión de mantener la construcción del nuevo aeropuerto en la Ciudad de México, en Texcoco o, dejar de lado esa inversión multimillonaria y redireccionar el proyecto a la base aérea de Santa Lucía, es un tema profundamente preocupante, más aún porque con el pretexto de que “el pueblo es sabio”, se “pone en sus manos” una decisión que debería tomar un jefe de estado (Andrés Manuel López Obrador), asesorado por especialistas, no por ancianos ocurrentes, irresponsables y bravucones, precisamente como el próximo Secretario de Comunicaciones y Transportes, el corrosivo Javier Jiménez Espriú.
        El tema de la encuesta que se realiza en las zonas de cultivo electoral de Morena, me parece que es una puntual reedición del Gatopardo, la novela del italiano Giuseppe Tomasi di Lampedusa que concluyó con el dibujo a mano, puntual, como fotografía de lo que hoy ocurre en México, barnizada con el estilo ocurrente, bravero y difamador de Andrés Manuel: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”.
        Y efectivamente, el tabasqueño está cambiando las formas, pero en el fondo avanzamos vertiginosamente a un retroceso político de cuando menos medio siglo, a los tiempos del populismo y la quiebra moral, que encabezó Luis Echeverría Álvarez, pero también más allá, al momento del Maximato, cuando Plutarco Elías Calles decidía que sí y que no se hacía en el país. Él personificó el poder absoluto, como hoy, la Cámara de Senadores y la de los Diputados Federales, no hacían más que aprobar y aplaudir a gusto del sanguinario general. Eran años de gobiernos dictatoriales.
        El tema del bloqueo y la rabiosa guerra que mantiene Andrés Manuel en contra del presunto nuevo aeropuerto, me parece un tema que se ha conducido en medio de un ambiente irresponsable, bravucón y tendencioso. Se trata de un ensayo monárquico, para evaluar su influencia en el colectivo y su capacidad de movilización de las masas, en el sentido que a sus intereses convenga.
        Lo que es una realidad es que la decisión de continuar o no con la construcción del nuevo aeropuerto, Andrés Manuel deberá tomarla después del 1 de diciembre, a partir de que inicia su periodo presidencial. Lo que hoy hace, no tiene ninguna legalidad, es una movilización irresponsable y tendenciosa, como lo es también vociferar que las grandes decisiones del país, serán consultadas, porque somos muy democráticos.
        Frente a lo anterior, valdría preguntar: ¿Y dónde está el piloto?, porque el avión va en picada en zona de alta turbulencia y parece que no hay conducción, peor aún, el responsable de pilotear la nave, sale de la cabina a preguntar ¿qué hacemos?
        Así las cosas, me parece que Andrés Manuel hace todo a su alcance, para conseguir el objetivo final: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”.
        Con todo y el apoyo de los 30 millones de mexicanos que votaron a su favor y a favor de quién él ordenó, no es posible que López Obrador evada su responsabilidad de gobernar, porque las consultas, ante los grandes errores del gobierno federal, van a conducir a la disculpa recurrente de que fue la voluntad popular la que ordenó.
        Y no se trata de disculpar a ladrones, asesinos y todo lo que se le quiera agregar, a los integrantes de la socorrida mafia del poder, que se encarcele a medio gobierno federal que está a punto de concluir, porque lo ameritan, pero también que se asuma con responsabilidad el cargo para el que fue electo, que incluye la obligación de Andrés Manuel López Obrador, de tomar decisiones.

lunes, 22 de octubre de 2018


TERTULIA POLÍTICA

UAEM / Ladrones de cuello blanco

El responsable principal de la quiebra,
es Graco Ramírez, quien debe ser encarcelado,
pues además del robo del dinero que debió entregarse
a la UAEM, desfondó la economía estatal y empeñó su futuro,
con créditos perniciosos (de cuyo manejo irregular poseo pruebas)
y adeudos inventados, a los que ahora hace frente
y revisa con escrupuloso cuidado, el secretario estatal
de Hacienda, Alejandro Villarreal Gasca

Pedro Martínez Serrano
La crisis financiera que tiene en quiebra (económica y de valores) a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), tiene su origen en el arribo del “cártel de los sicólogos” a la rectoría de la máxima casa de estudios, que inició Gerardo Ávila García y continuaron René Santoveña, Fernando Bilbao y Alejandro Vera Jiménez quien, a su vez, heredó el cargo a Gustavo Urquiza Beltrán, un desteñido y destemplado ingeniero mecánico, egresado del Instituto Tecnológico de Culiacán, Sinaloa, a condición de dejar las cosas como están.
        Me dice gente vinculada a los centros de control educativo y económico, que la UAEM ha sido saqueada hasta el hartazgo, por ese grupo de ex rectores que lo mismo colocaron en la nómina a amantes, esposas, familiares pues de todo tipo, amigos y a quienes en su momento, tuvieron el dinero suficiente para comprar las plazas, trabajar unos años y jubilarse. Hay también muchísima gente que se ha pensionado en condiciones sospechosas.
        El control de la rectoría ha generado nuevos millonarios, de los que creo que ninguno, podría acreditar como producto de su trabajo en aula o posiciones directivas en el gobierno de la UAEM la fortuna de la que hoy hacen gala, por ejemplo con residencias en destino de playa del país o ciudades del extranjero, el ejemplo a la mano es el ex rector Vera , ahora funcionario de “primer nivel” del gobierno de Cuauhtémoc Blanco.
        El saqueo y gasto desmedido a que condenaron a la universidad aquel grupo de sicólogos, apuntaba a la quiebra en que hoy se encuentra la máxima casa de estudios, en huelga desde hace más de un mes, tiempo en el que los responsables de su manejo económico, han buscado responsables de solucionar la problemática que ellos provocaron, exigiendo un rescate que, de acuerdo al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, tiene que pasar por una investigación a fondo y castigo a quienes tengan responsabilidad.
        En el segmento de quienes deben ser investigados, se encuentran quienes fueron responsables del manejo de recursos, especialmente el ex rector, Alejandro Vera Jiménez y el ex presidente del poderosísimo patronato universitario, Mario Caballero Luna quien manejó a placer y sin ningún control los recursos multimillonarios que pasaron por sus manos, pero que no eran de su cuenta bancaria personal, aunque un alto porcentaje paró “en sus colchones”.
El responsable principal de la quiebra, es Graco Ramírez, quien debe ser encarcelado, pues además del robo del dinero que debió entregarse a la UAEM, desfondó la economía estatal y empeñó su futuro, con créditos perniciosos (de cuyo manejo irregular poseo pruebas) y adeudos inventados, a los que ahora hace frente y revisa con escrupuloso cuidado, el secretario estatal de Hacienda, Alejandro Villarreal Gasca.
Y precisamente es Alejandro Villarreal¸ a quien se condena a hacer malabares y buscar recursos, para ayudar a resolver el problema que enfrentan alrededor de 43 mil estudiantes y 6 mil trabajadores, cuyo origen está en la venta de plazas, asensos, aumentos de sueldo y compensaciones tramposas, el cobro de comisiones por la contratación y compra de bienes y servicios, además de un largo rosario de irregularidades que constituyen delito, más allá de la participación en la estafa maestra, de cuyo tema, un tal Wistano Orozco, también empleado de Graco y Rodrigo Gayosso, está obligado a declarar.
El asunto de la huelga, creo que es el mejor momento para transparentar el manejo financiero de la UAEM y, claro, castigar a quienes de la noche a la mañana se hicieron millonarios, ese grupo de ladrones de cuello blanco, que caminan como quienes nada deben. No hay que buscar culpables, hay que castigar responsables.

lunes, 15 de octubre de 2018

TERTULIA POLÍTICA

Basurero legislativo

(…) la Legislatura LIV, se encuentra infiltrada, pero
no dudo que quienes tengan que ir
a la cárcel, irán. La ciudadanía espera
el castigo a corruptos y criminales
Pedro Martínez Serrano
Lo que pasa al interior del Congreso del Estado, es consecuencia de que los integrantes de la legislatura anterior, con Rodrigo Gayosso, el “diputado 31” al mando, no hicieron más que dedicarse a cumplir antojos y asociarse al gobierno corrupto y criminal de Graco Ramírez.
El saqueo en que incurrieron y los abusos que cometieron, son asuntos que deberán castigarse con cárcel a muchos de ellos, en especial Julio Espín Navarrete, Hortencia Figueroa Peralta y Jaime Álvarez Cisneros. Dejar impune la gigantesca ola de corrupción que levantaron y avalaron los integrantes de la legislatura anterior, TODOS, haciéndose cómplices de Graco Ramírez, generará un altísimo descontento social, que empieza a manifestarse.
Hace unos días, cuestione la lentitud con que se avanza en el Congreso del Estado, en la integración de los expedientes que lleve al castigo de los ladrones que fungieron como diputados en la legislatura anterior. La respuesta no se hizo esperar y, el mismísimo presidente de la Mesa Directiva, el diputado Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, salió a dar la cara. Hizo un recuento de lo que se está haciendo.
Hoy, adelantó el viernes Ponchito, los integrantes de la Junta Política, que preside la diputada Tania Valentina Rodríguez (representante de Graco Ramírez y Rodrigo Gayosso en la actual legislatura), de la que forman parte todas las fracciones partidistas, decidirán el rumbo legal en contra de quienes haya responsabilidad. Incluso, ofreció, que si hay interesados en acompañarlos a la fiscalía, podíamos hacerlo. Al menos yo, espero que me inviten, porque voy a acudir.
Me parece encomiable lo que hacen algunos diputados, como Alfonso de Jesús Sotelo, José Casas, José Luis Galindo y alguna otra, que se me escapa el nombre, especialmente porque el trabajo lo ejecutan sobre las rodillas, en un edificio construido con materiales de quinta y a cuya constructora, se le adeudan alrededor de 100 millones de pesos.
Consecuencia de aquel adeudo millonario, es que el recinto legislativo trabaja sin servicio de telefonía y sin internet; aunque el cableado está tendido (existen fundadas sospechas de que por el momento sólo sirve para el espionaje de los legisladores y su personal), lo que lo convierte en inmueble inservible; si acaso en una gigantesca bodega de muebles inservibles; en un basurero legislativo.
Los pasillos y espacios de trabajo, son más calurosos que un baño sauna; el aire acondicionado no funciona, excepto cuando es forzado, los días de sesión.
Y más: la empresa que construyó, no ha entregado el total de oficinas, ni baños y elevadores, a consecuencia de que le adeudan varias decenas de millones de pesos, a pesar de que supuestamente la obra fue pagada al 100 por ciento, según lo dicho por los ex diputados de Graco.
No sólo eso, se construyeron 4 espacios, cuatro casas, los denominan en el Congreso, de las que una, no ha sido entrega por la empresa, que la mantiene ocupada como oficina, en tanto no se le cubra el adeudo.
Lo anterior, es sólo un botón de muestra del altísimo número de irregularidades que ameritan sanción corporal para quienes incurrieron, por ejemplo, en el robo de los 100 millones de pesos, que según la empresa, no le han sido cubiertos.
Hay más temas, como el de las jubilaciones doradas, de personas vinculadas a los diputados o la familia de Graco Ramírez, igual que funcionarios del gobierno anterior, a los que se recompensó con por ejemplo 42 mil pesos mensuales, en el caso de Martha Patricia Bandera Flores, de apenas 42 años de edad e hija de Nereo Bandera Zavaleta, el mismo que como candidato a presidente municipal del Partido Verde en Temixco, pidió el voto a favor de Gayosso.
En la hoja de servicio de Martha Patricia, apunta que trabajo varios años en Axochiapan; a dos horas por carretera desde Temixco, en donde supongo que vivía con su padre, cuando tenía 18 o 19 años de edad.
El trabajo me parece que no es sencillo, especialmente porque la Legislatura LIV, se encuentra infiltrada, pero no dudo que quienes tengan que ir a la cárcel, irán. La ciudadanía espera el castigo a corruptos y criminales.

viernes, 12 de octubre de 2018


TERTULIA POLÍTICA

LIV Legislatura…
Opacidad y componenda / Auditoría Superior

Tania Valentina y otro diputado, se reúnen
en privado con Vicente Loredo, el auditor superior
les entrega información, con la que pretenden blindarse
y blindar a sus cómplices, de otro modo los diputados,
no se habrían dedicado 42 días a hacerse pendejos
Pedro Martínez Serrano
A medida que el reloj avanza, la decepción ciudadana crece y el descontento social se atiza desde varios frentes, lo mismo desde la Universidad Autónoma del Estado (UAEM), que desde descentralizados y organismos autónomos claves en la operación del gobierno y su compromiso con la prestación de servicios públicos y el bienestar ciudadano.
        El cambio de estafeta en el gobierno del Estado y en el Congreso local, motivó una demanda unánime: cárcel a Graco Ramírez y a todos aquellos que saquearon a nuestra entidad, lo mismo funcionarios colocados para ese fin, por Rodrigo Gayosso, que a los integrantes de la llamada “familia real”, pero también a los diputados que robaron hasta hartarse los recursos del poder legislativo: Francisco Moreno, Julio Espín Navarrete y Hortensia Figueroa Peralta.
        Y es precisamente en el Congreso del Estado, en donde Graco dejó sembradas más trampas, con la imposición de diputados de toda su confianza, abanderados por Javier Gacía “El Gato” y, su esquirol de cabecera; la preferida de la familia Ramírez Cepeda, Tania Valentina Rodríguez que, desde la presidencia de la Junta Política, cumple a cabalidad el compromiso de bloquear todo aquello que conduzca a causar problemas legales al tabasqueño más odiado en Morelos.
        Basta con revisar lo siguiente: han pasado 42 días desde que se instaló la LIV legislatura local y, hasta la fecha, no se ha molestado ni con el “pétalo de una declaración” a los diputados que se fueron. Me tocó ver a Hortecia Figueroa, valentona y bravucona como es, dando órdenes y a quienes la recibieron, diputados todos, “agachaditos y obedientes”.
        La permisiva lentitud en los procesos de entrega recepción        y dejar correr el reloj, para que los plazos fatales se cumplan y dejar impune el robo de los “jefes del cártel de Matamoros”, es una clara señal de que ya hubo arreglo y ese, sólo pudo darse al más alto nivel, para que se haya generado un muro de silencio, cómplice y corrupto, que permita a los que recién concluyeron, hace 42 días, que se vayan tan tranquilos.
        OPACIDAD Y COMPONENDA
        El proceso de entrega recepción en el Congreso del Estado, avanza a paso de tortuga, se hace tedioso y engorroso; los integrantes de la legislatura se distraen en estupideces, como la de cambiar nombres a las calles de la Ciudad, dejando de lado todo aquellos a que se comprometieron, especialmente lo que tiene que ver con la transparencia.
        No hay un solo diputado que haya hablado de la nómina de pensiones y jubilaciones doradas que heredaron los que se fueron; el ejemplo a la mano es el de la diputada Ana Guevara Ramírez, a quien se le reconoció haber trabajado desde los 15 años de edad, en el ayuntamiento de Puente de Ixtla, propiedad todavía de Julio Espín. Esa mujer, relacionada (me dicen que en condición de amasiato) con Jaime Álvarez Cisneros, ahora participa en la revisión del proceso que la benefició, a pesar del conflicto de intereses.
        Nadie, absolutamente nadie en el Congreso ha tomado con seriedad aquello a que se comprometieron, en cuanto a echar abajo las jubilaciones doradas, de ninguno de los 3 poderes, municipios y organismos descentralizado o autónomos. El desencanto social crece a una velocidad vertiginosa y voltean a ver el edificio del Vergel, como un elefante blanco, inservible y corrupto.
        Más:
Habilidosa, vividora y traicionera como es, la diputada Tania Valentina Rodríguez asumió el control de la porquería, que sólo sirve como agencia de colocaciones y basurero de corruptelas, centro de operación y corrección de raterías, especialmente en los ayuntamientos para arreglar cuentas públicas, denominado Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización, cuyo titular, José Vicente Loredo Méndez, se ha enriquecido hasta la locura; gracias “al arreglo de cuentas” en los ayuntamientos. “Loredo tiene casas de fin de semana en Acapulco, Cancún y… San Diego, California… ¿De dónde sacó el dinero?... Sencillo, del arreglo de cuentas en las tesorerías municipales”, me confió una persona cercanísima a él y a Tania Valentina.
Hoy, la diputada presidente de la Junta Política, Tania Valentina trae amenazado a todo mundo, con dar a conocer desvíos millonarios en los ayuntamientos; ilícitos que sólo se conocen entre una burocracia dorada de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización y, claro, que conocen también dos o tres diputados. Nadie más.
Parte de los arreglos entre Tania Valentina y algún (os) legisladores más, es que Juan Carlos Sánchez Romero, el coordinador de auditoría y colaborador consentido de Vicente Loredo, se vaya al Congreso del Estado, a una dirección general, como pago de favores hechos a algunos alcaldes, a los que "arregló" sus cuentas públicas y hoy despachan en la LIV Legislatura local.
Tania Valentina y otro diputado, se reúnen en privado con Vicente Loredo, el auditor superior les entrega información, con la que pretenden blindarse y blindar a sus cómplices, de otro modo los diputados, no se habrían dedicado 42 días a hacerse pendejos

martes, 9 de octubre de 2018


TERTULIA POLÍTICA

Orden tributario

Pedro Martínez Serrano
El casi prófugo Graco Ramírez, lo he planteado hasta el cansancio, dejó detonadores de conflictos perfectamente distribuidos a lo largo y ancho del Estado. Ordenó incluso modificaciones legislativas, con el propósito de que el proceso de entrega recepción, entre su equipo, que se fue y el que llegó, de Cuauhtémoc Blanco, fuera un trámite tedioso, tramposo y, sin más entrega que tarjetitas informativas, casi hechas a mano.
        Con todo y lo anterior, desde el primer día de gobierno, el pasado 1 de octubre, se desplegó a un equipo de profesionales, que tienen como encomienda transparentar el destino de los recursos emitidos por el gobierno, para el pago de obras y servicios contratados por el tabasqueño y su equipo de saqueadores.
        Hoy, a medida que avanza el calendario se confirma lo que se sabía, las arcas del erario están vacías; Las dependencias del Ejecutivo, totalmente saqueadas. Se llevaron todo lo que se pudo. Llegaron al extremo, como sucedió en el Congreso del Estado, de cambiar equipos viejos e inservibles, por los que presuntamente se instalarían en el recinto legislativo.
        Y lo anterior pasó en todo el gobierno, en todas sus dependencias. El exceso: se consiguió personal, según me confió una persona que participó en esos hechos, para que a un altísimo número de los vehículos automotores, se le cambiaran las partes más costosas. ¿Y eso?, pregunté. Yo creo que nomás por chingar, fue la respuesta.
        Graco Ramírez, Rodrigo Gayosso y el medio centenar de jovencitos al servicio de ambos, diseñaron un plan para complicar y, de ser posible, paralizar la operación del gobierno del Estado, a partir del 1 de octubre. De ahí el anuncio de Graco, un par de días antes de emprender la huida, de que el gobierno disponía de recursos suficientes, para cumplir con sus obligaciones hasta el fin de año. Dijo también que el gobierno federal liberaría 300 millones de pesos para resolver el conflicto de la UAEM. Nada era cierto.
        Con la gente que dejó colocada de manera estratégica, se siguen motivando problemas a los que empiezan la administración 2018-2024, en particular en el área de finanzas, cuyos recursos se comprometieron de manera irresponsable y voraz.
        Frente a lo anterior, es necesario un profundo saneamiento financiero que, se quiera o no reconocer, sólo será posible, bajo la conducción de un experto del tamaño de Alejandro Villarreal Gasca, ya tres veces responsable del manejo de los dineros del Estado, aunque hoy ocupado en enfrentar un juicio iniciado por instrucciones del enfermo mental que quebró e hizo pedazos al Estado, Graco Ramírez.
        Así las cosas, creo que lo que se debe hacer es un ordenamiento financiero a fondo, que pase por el ajuste de las tasas impositivas, pero también alcance a los que no pagan impuestos y contribuyen al deterioro del Estado y su infraestructura, como los miles de comerciantes irregulares que se colocan impunemente a lo largo y ancho de nuestro territorio, especialmente en los principales centros urbanos.
        Y aunque el tema financiero no es el mío, si sé que de la captación de los recursos y de su aplicación correcta y ordenada, depende la buena operación de un gobierno. De ahí que creo que Villarreal Gasca tiene frente a él, un nuevo reto que no dudo que cumpla a cabalidad. Ya antes fue reconocido como el mejor y más eficiente secretario de finanzas a nivel nacional.

lunes, 8 de octubre de 2018


TERTULIA POLÍTICA

Teoría del caos
UAEM / Transporte / Inseguridad / Saqueo / Jiutepec

Pedro Martínez Serrano
Así como en la teoría del caos, pequeños e insignificantes cambios en el arranque, pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro, imposibilitando la predicción a largo plazo, en el arranque de un gobierno, son muchísimos los componentes que inciden, para que en el corto, mediano y largo plazos, los resultados respondan a lo que la ciudadanía espera.
        Precisamente es lo anterior lo que ocurre en el arranque del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, cuando no son menores las barreras impuestas en el pasado inmediato, para que las cosas se compliquen en el presente y futuro del gobierno. Graco trazó su ruta de escape, con modificaciones constitucionales tramposas, la imposición de funcionarios transexenales, el incendio de temas a punto de explotar, como los siguientes:
        1.- La quiebra de la Universidad Autónoma del Estado, hoy en huelga;
        2.- El caos en el desvensijado y corrupto sistema de transporte público de pasajeros; en donde el ordenamiento se ve lejano y cualquier fórmula que se aplique, va a generar la sospecha de corrupción y componenda. Es un tema además de delicado altamente explosivo;
        3.- La inseguridad, que apareja el descontento social, ante la ola de ejecuciones, levantones, cobros de piso y más delitos, que tienden a disparar la estadística. La ciudadanía quiere gobiernos de varitas mágicas, que reporten resultados inmediatos;
        4.- Un erario saqueado y comprometido en sus finanzas por años, pero además con dependencias sin material de trabajo y personal a modo, colocado estratégicamente para estorbar el arranque de la administración 2018-2024;
        5.- Una infraestructura urbana soportada con alfileres, a consecuencia de obras mal hechas y con materiales de quinta calidad;
        6.- Presidentes municipales, como José Manuel Agüero Tovar, en Jiutepec, la capital industrial del Estado, colocada entre las primeras 10 ciudades con mayor crecimiento poblacional, sólo que acá, con un preocupante rezago en los servicios públicos, que arrincona a amplios sectores vecinales al riesgo permanente de una crisis sanitaria de proporciones mayúsculas. Las calles de los principales centros habitaciones, como Civac, Las Torres, El Pochotal, La Rosa y más, se encuentran inundadas de basura y;
        7.- El reparto de recursos “para proyectos productivos”, por decenas de millones de pesos, a través de la Secretaría de Desarrollo Social del Estado, hoy en manos del árbitro de futbol, Gilberto Alcalá Pineda, cuya entrega retrasó el proceso electoral, pero que asignaron los operadores del voto de Rodrigo Gayosso Cepeda, a cuyo partido, el de la Revolución Democrática, harán lucir con el cumplimiento “de sus compromisos”. Me dicen que los mismos que les comprometieron dinero oficial a cambio del voto, son los mismos que están coordinando a los grupos de beneficiarios, para recibir lo prometido.
        Pero eso no es todo, el gobierno de Cuauhtémoc Blanco arranca penetrado con fiscales heredados por Graco Ramírez y un paquete de diputados que responden al interés del que se fue y no del que llega; con el que llega buscan negocios y con el que se fue, quedar bien. Viejos casos de complicidad los comprometen.
        El fiscal general del Estado Uriel Carmona Gándara, tiene compromisos que difícilmente podrá romper con Graco Ramírez, aunque me aseguran que ya se comprometió a dar cauce a las demandas que serán interpuestas en breve, en contra de varios funcionarios de primer nivel de la administración que se fue el último día del mes anterior.
        Cada uno de los temas planteados arriba, tendrán que ser abordados con el cuidado que impone un cirujano responsable, con el bisturí en la mano, aunque a lo largo y ancho del Estado, empieza a flotar en el ambiente un pestilente tufo a componenda, especialmente en casos como el de Jiutepec, en donde los cercanos a Manolo Agüero festejan la crisis en el municipio, lo mismo financiera, que de servicios que padecen los vecinos. “Ya hay arreglo con Rabindranath Salazar y con Rafael Reyes”, presumen que “ya los atendió el pollo”.
        Más:
        Hay casos como el de la Universidad, en donde el mismísimo presidente de la República electo, Andrés Manuel López Orador, en su reciente visita a Morelos, dejó en claro, que se vigilará con lupa el manejo financiero de la máxima casa de estudios; obviamente si lo mencionó es porque sabe que el ex rector, Alejandro Vera Jiménez, resultó un ladrón, que hoy busca guarecerse de la acción de la justicia, en un cargo segundón en el gobierno de Cuauhtémoc. Y es que la estafa maestra, las jubilaciones doradas y tramposas y el desvío millonario de recursos, tiene un grupo de responsables, que al menos en la UAEM, tienen nombre y apellidos. Tengo el listado de los nuevos millonarios.
         Por lo que toca al tema de las obras, y el desvío millonario realizado al amparo de su ejecución, me dicen que los integrantes de la burocracia dorada de Graco Ramírez hoy se protegen en la sombra de Rabindranath Salazar, a quien sirven y cumplen caprichos, como el reciente envío ordenado por Manolo Agüero de golpeadores y gritones, al evento de Andrés Manuel, para abuchear a Cuauhtémoc.
        Hoy es momento de acomodos y reacomodos; de lisonja y bufonada, pero también de peligrosos sobornos aceptados por quienes olvidan a qué proyecto se deben. Son tiempos altamente explosivos.

jueves, 4 de octubre de 2018


TERTULIA POLÍTICA

Los infiernos de Graco / UAEM, el origen del caos

Mientras en el mundo se empuja la educación
a distancia; cuyas principales universidades europeas mantienen
un alto porcentaje de su matrícula en esta modalidad,
en Morelos se desdeñó el avance tecnológico y digital
y se emprendió una veloz carrera al pasado:
la construcción de aulas

Pedro Martínez Serrano
El ex gobernador del Estado, desde hace 4 días, Graco Ramírez dejó ardiendo al Estado; se encargó de encender infiernos en puntos estratégicos; con un cuidado quirúrgico, el seguramente ya prófugo, distribuyó problemas en los sectores que lastiman más a las familias que habitamos la entidad.
        El transporte, como cada uno de los servicios a que se obliga el control del Estado, lo dejó en su peor momento, plagado de representantes corruptos y centaveados; soportado en mafias que trafican permisos falsos, que se instalan a carromatos incómodos, desvencijados y mugrientos. La tarea que tiene enfrente Víctor Mercado Salgado, no es sencilla; está obligado a terminar con el monstruo de mil cabezas que significa el sector.
        El asunto de la seguridad pública, ofrece un panorama desalentador, mientras no se limpie de raíz el largo listado de fuereños, llegados a Morelos al amparo y patrocinio de cárteles criminales, con los que Alberto Capella Ibarra se entendió siempre y lo sigue haciendo.
        Se puede carecer de tecnología, cuando se tiene personal medianamente honesto y con voluntad de servicio; me tocó presencia en Tijuana, en uno de sus peores momentos lo siguiente:
        En un sector de la ciudad el tráfico de enervantes hacía crisis. Las quejas acorralaban al alcalde en turno, por lo que decidió tomar cartas en el asunto y lo hizo de la manera más sencilla, llamó a su jefe de policía:
        Comandante, me dicen que en La Cacho (una de las colonias de mayor tradición en Tijuana) andan vendiendo droga en la calle….
        Acomedido y servicial, con ese estilo falso e hipócrita como el de Alberto Capella, el jefe de policía respondió:
         ─ Le recuerdo señor presidente que ese es un delito del fuero federal, entonces los muchachos no pueden intervenir.
        A lo que el alcalde de aquel tiempo, respondió certero y sereno, sin exaltarse:
        ─ Yo le pido a usted que prevenga; le recuerdo que usted encabeza una policía preventiva; le encargo el asunto. Evíteme la pena de encargárselo a quien lo sustituya en el cargo. Como preventivo coloque ahí un par de patrullas y el problema se va a resolver. El problema se resolvió.
        Lo anterior viene a tema porque de los infiernos que heredó Graco al gobernador Cuauhtémoc Blanco, uno de los más explosivos, más convulsionado y más riesgoso, es el de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), en cuya quiebra participaron la mayoría de los sectores involucrados, especialmente los ex rectores.
        Veamos:
        Hace unos años en una plática, un empresario educativo de Jojutla, me aseguró que los sicólogos habían asaltado el poder en la UAEM para que, desde la rectoría, enfilar rumbo a la conquista de la gubernatura. Me aseguró entonces que el rector, no estoy seguro que ya lo fuera Alejandro Vera Jiménez, sería candidato. Lo fue.
         Hoy, la responsabilidad del caos que vive la UAEM, es compartida, lo mismo entre el gobernador Graco Ramírez que desvió millones de pesos de las participaciones que debió entregar, como de los rectores que controlaron y saquearon las arcas universitarias en los 24 años más recientes.
        Así, los rectores, particularmente Alejandro Vera, se pusieron a construir y abrir centros de estudios superiores a lo largo y ancho del Estado; llevaron escuelas a Tepalcingo, Tetecala, Tlayacapan, Tetela del Volcán y más municipios, que apenas cuentan con servicios públicos.
        Con tantísimos centros de estudios, en muchos de los cuales no hay más de una docena de estudiantes, lo que se hizo fue construir un gigantesco, obeso y torpe elefante blanco. El propósito nunca fue acercar la educación superior. En el fondo lo que se buscó siempre, fue ampliar el Consejo Universitario, acrecentarlo y someterlo a la voluntad de los intereses de los sicólogos.
        Cada escuela obligó la contratación de personal, lo mismo académico que administrativo, costos de mantenimiento y más, que al final de cuentas, habría salido más barato pagar el transporte o incluso becar a los 10 o 12 estudiantes de los municipios más apartados, para trasladarlos a Cuernavaca, Cuautla o Jojutla. Se habría evitado la contratación tramposa cuando menos medio centenar de personas, para operar las escuelas.
        Mientras en el mundo se empuja la educación a distancia; cuyas principales universidades europeas mantienen un alto porcentaje de su matrícula en esta modalidad, en Morelos se desdeñó el avance tecnológico y digital y se emprendió una veloz carrera al pasado: la construcción de aulas. Lo que reportó esa lógica en la que todos fueron cómplices, lo mismo autoridades que trabajadores académicos y administrativos, en este segundo caso, los dirigentes de sus sindicatos, fue abultar el Consejo Universitario, en cada plantel debe haber un consejero maestro, un administrativo, un estudiante y un director, cuya suma de todos, permitió a los rectores hacer lo que le viniera en gana: hasta contratar créditos y emprender una rápida carrera por la asignación de pensiones doradas, hasta quebrar a la máxima casa de estudios.
        En esa lógica, Graco Ramírez jugó con el perfil de corrupción y avaricia que mostraba la actuación de la rectoría. Un día los acercaba, los ocupaba y al siguiente los pateaba y criticaba ferozmente. Para hacerlo, tuvo aliados en el Congreso del Estado, especialmente de la hoy senadora Lucía Meza Guzmán, la morenista que hoy critica a rabiar, lo que ayer ayudó a construir: el imperio de Graco.
        La perversidad de Graco y para llevar al nivel más alto la explosividad de la máxima casa de estudios, un día antes de irse, le atizó al fuego, reportó que el gobierno federal entregaría 300 millones de pesos, para el rescate financiero de la UAEM; habló también de más de 5 mil millones de pesos para hacer frente a las obligaciones financieras del nuevo gobierno. Ni una, ni otra eran verdad. Cumplió a cabalidad con su naturaleza mentirosa, difamadora y ventajosa.
        El tema del rescate financiero de la Universidad, debe pasar por exhaustivas investigaciones y auditorías, pero también por la ruta del castigo a quienes tengan responsabilidad directa, en la quiebra de la máxima casa de estudios. Alejandro Vera Jiménez y quienes le ayudaron a hundir en el caos a esa institución, deben entregar cuentas y ser castigados, si incurrieron en el saqueo del que todos sabemos.