miércoles, 30 de junio de 2021

 TERTULIA POLÍTICA

Poder legislativo, obsolescencia y abuso

Pedro Martínez Serrano

En México y en Morelos, como en el resto del país, las legislaturas, el poder legislativo se ha convertido en guaridas de pillos que buscan, sobre todo, el beneficio personal y, si acaso, el de los partidos que representan y punto. La población es el instrumento, el objeto de la negociación que, al final, el beneficio es casi inexistente.

        Lo anterior viene a tema, porque los 20 diputados que están a punto de finalizar su paso por la legislatura al Congreso de Morelos, intentan a toda costa repetir, lo que cuestionaron de la anterior. Por la noche, a escondidas y de espalda a quienes los eligieron y ¡los mantienen! Seleccionaron, por ejemplo a la caricatura de Fiscal General del Estado, Uriel Carmona Gándara, un sujeto que de sobra se ha probado, está al servicio y como escudo del exgobernador Graco Ramírez, pero además que en alguna componenda entró con los diputados a punto de largarse, porque empezaron muy bravos con su remoción y el tema pasó al terreno del olvido.

        Hoy, cuando están a punto de finalizar, los legisladores filtran los nombres de cuatro abogad@s que son los siguientes, Bertha Paredes Noyola, Araceli Salas, Francisco Hurtado y Hertino Avilés Albavera, como “seguros para ir al Tribunal Superior de Justicia”, como magistrad@s. Y no es que sean o no competentes para la posición, se de sobra que su profesionalismo los avala, lo que ocurre es que el jaloneo de una recua de ignorantes, ensucia una selección que debería ser transparente.

        Por ejemplo, quien se encargó de entrevistar a los aspirantes, fue una comisión en la que sólo vi a una diputada, que andaba en campaña y atiborrada de intereses, lo mismo con el subsecretario de gobernación, Rabindranath Salazar Solorio, que con el alcalde de Jiutepec, Rafael Reyes Reyes.

No sólo eso, qué formación puede tener esa señora a la que conocí, (casi) lamiendo la mano de la desprestigiada y reelecta diputada petista, Tania Valentina Rodríguez, de quien dudo que haya terminado el bachillerato y, si es que tiene el certificado, apuesto a que es de alguna de esas escuelas que los venden, si no es que hasta haya sido emitido por la “real y pontificia academia” de la Plaza de Santo Domingo de la CDMX.

¿Qué quiero decir con esto?

Que el Congreso del Estado, como los del resto del país, y el federal, que es el peor, está plagado de pillos y vividores, que han llevado a la obsolescencia, al abuso y a convertir a sus integrantes, en vulgares extorsionadores, que se cobran con favores, nómina para amantes, padrotes y familiares, cualquier levantada de dedo, especialmente aquellas que implican designaciones.

Veamos:
        Me dicen que los diputados más belicosos, tienen a renta al caricaturesco y obsoleto Fiscal General, Uriel Carmona Gándara, al mismo que al inicio de la legislatura, amenazaban con remover. Todo se olvidó. Las designaciones que debían hacer, las dejaron para el último mes y con ello, empañan la transparencia con que deberían hacer las designaciones.

El tema se repite a lo largo y ancho del país, recordemos una de las primeras votaciones del sexenio, cuando se movió a los diputados federales, de manera indigna y ofensiva al pueblo, a bordo de microbuses, para que ni siquiera ellos supieran en donde se realizaría alguna de las tantas votaciones que han emitido.

Hoy, con esa mayoría perniciosa, los legisladores federales han sido tapetes, escupideras y sirvientes de los caprichos presidenciales. Hay que ser muy indigno y muy corrupto, para andar de comparsa de temas, que van a reventar al país en el apartado económico, por los millones de millones de pesos que se echan a la basura, con un solo propósito, mantener el cultivo electoral, junto con las pensiones de millones de burócratas.

Entre los que vienen a la siguiente legislatura, hay excepciones muy, muy valiosas, pero que llegaron en medio del cuestionamiento, por las múltiples y muchísimas irregularidades que se permitió el IMPEPAC, ese que encabeza la cuestionada señora Mireya Galy Jordá.

Así las cosas, creo que día a día, la obsolescencia en que se mueven al interior de las legislaturas, obliga a revisar a fondo su operatividad y atribuciones, porque el 99.9 por ciento de sus integrantes, son vulgares vividores, que llegan a salir de pobres, conseguir negocios y a vivir del sablazo.