TERTULIA POLÍTICA
Pensiones
Pedro Martínez Serrano
En más de tres décadas de ejercicio periodístico, he sido testigo de cómo los procesos administrativos dentro del servicio público, en los tres órdenes de gobierno, como en organismos descentralizados, se han vuelto abusivos y ventajosos. Las estructuras burocráticas han crecido exponencialmente, a un ritmo que hoy en todo el país, coloca a los gobiernos estatales al borde del colapso, al igual que a los ya reventados ayuntamientos.
Desde que asumió la titularidad del Ejecutivo, he estado en desacuerdo con la forma locuaz, atrabancada y ocurrente, con que Graco Ramírez, se empeña en alentar la impunidad y atizar la inseguridad, para mantener el ambiente de terror entre los morelenses, que hoy vivimos la peor condición económica y de desarrollo de que se tenga registro.
Precisamente con ese estilo inquisidor y dictatorial con que se conduce, el señor Graco intentó que los diputados integrantes del Congreso del Estado, le aprobaran su iniciativa de Ley del Servicio Civil.
La pretendida imposición a rajatabla de ese ordenamiento, motivó el enojo de los trabajadores al servicio del gobierno que, a su vez, aprovecharon el descontento social en contra de Graco, para sumar a decenas de organizaciones sociales y sindicales a su causa, y lograr la movilización de miles de morelenses. Unos para frenar la aprobación del ordenamiento, y todos para exigir que el gobernador se vaya y se le castigue por el abuso en que ha incurrido.
Aunque el fondo del asunto fue frenar la aprobación de la Ley del Servicio Civil, el rechazo de los diputados al ordenamiento, fue aprovechado por oportunistas, para atribuírselo como éxito gremial, como lo hizo el vivales que explota a los trabajadores adheridos a los sindicatos de la CTM, Vinicio Limón Rivera, por un lado y, por el otro, los del Nuevo Grupo Sindical, abanderados por el graquista Bulmaro Hernández.
La iniciativa presentada por Graco Ramírez endosaba a los institutos de Seguridad Social y Servicios para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y Mexicano del Seguro Social (IMSS) la obligación actual de los tres poderes y los ayuntamientos, de pagar pensiones y jubilaciones. También pretendía que los trabajadores laboraran 35 años para alcanzar el cien por ciento de su jubilación y 25 años como mínimo para obtener su pensión.
Y aunque disiento de la forma estúpida de hacer las cosas que caracteriza a Graco, que primero intentó imponer la Ley del Servicio Civil y ahora responsabiliza a los diputados del anunciado colapso financiero, estoy seguro que los ordenamientos que norman las pensiones y jubilaciones deben modernizarse, de lo contrario, el estado y los ayuntamientos ya en crisis económica, se tendrán que declarar en bancarrota.
Más allá de la ampliación de plazos para la jubilación o la pensión y la reducción de prestaciones, creo que lo que se debe hacer, es adelgazar la nómina oficial que, día a día crece de manera irresponsable y escandalosa, tanto como abusiva y lo que puede hacer una persona, se le paga a varias para que lo hagan mal y de malas.
Hoy, y desde hace unos 15 o 18 años, quienes llegan al poder buscan todo tipo de recursos leguleyos, componendas con dirigentes sindicales incluidas, para dejar a familiares, amigos, incluso amantes, registrados en los sindicatos, y así evitar que se les despida a la llegada de los relevos institucionales.
Recuerdo que en los 80’s, cuando inicié el ejercicio periodístico, un gobernador, presidente municipal y/o diputado, llegaba al cargo con su equipo y al término de su gestión, quienes con ellos llegaban, igual se iban. Concluían su ciclo y su relación laboral sin pleitos. Hoy, todos los ayuntamientos y todos los gobiernos enfrentan laudos millonarios, algunos, los menos, justificados, la mayoría, la inmensa mayoría, atizados desde cúpulas partidistas o grupos políticos.
Para sanar las finanzas del estado, como de los ayuntamientos, creo que es importante que se regule el alta de trabajadores de todos los niveles, porque cada 3 y 6 años, los gobiernos, lo mismo estatal, que municipales, se convierten en agencia de colocaciones y agradecimientos.
El colapso financiero, motivado también por el robo descarado en que se incurre, golpea ya las puertas de las tesorerías que están a punto de reventar con el acelerado incremento de pensionados y jubilados.