TERTULIA POLÍTICA
Cuernavaca, agua y saqueo
Pedro Martínez Serrano
Creo
que la Entidad Superior de Fiscalización,
como la Fiscalía Anticorrupción, son
entidades contaminadas y pestilentes de la chorreante corrupción, que impera en
ambos lugares, en los que, la revisión de cuentas de todos los niveles de su
competencia, en especial a organismos desconcentrados y ayuntamientos, se
convierte en jugosos negocios para auditores y directivos corruptos. Jamás concretan
investigaciones, siempre tienen justificación, para limpiar lodazales causados
por desvíos millonarios de recursos públicos.
Lo
que ocurre en el SAPAC, lo adelantó el Centro
de Investigación Morelos Rinde Cuentas en noviembre de 2016, hace cinco
años, en su estudio titulado Del caos a
la eficiencia; siete propuestas para mejorar el servicio de agua potable y
saneamiento de Cuernavaca. (https://www.morelosrindecuentas.org.mx/agua/upload/2017/01/estudio.pdf).
El
entonces presidente de ese organismo ciudadano, Juan Cintrón Patterson, en el mensaje con el que prologó ese
estudio, advierte:
“A
21 años de la creación de SAPAC, el organismo se encuentra sumergido en una problemática
política, operativa y financiera grave. En tres de los últimos cuatro años, el organismo
cerró su ejercicio fiscal en números rojos.
De no tomarse acciones de
inmediato para revertir la crisis, el servicio que presta SAPAC continuará
decayendo e incrementando su costo ambiental”. Eso ya sucedió.
Cintrón Paterson, apuntó entonces:
Como resultado de nuestro
estudio, presentamos siete propuestas concretas para mejorar el servicio de
agua potable y saneamiento:
1. Eliminación de pagos en
efectivo
2. Fin a los descuentos
discrecionales
3. Reclasificación de cuentas
4. Programa para detectar tomas
clandestinas de agua
5. Medición electrónica
6. Congelamiento de plazas
7. Cambio de equipos de bombeo
Nada,
absolutamente nada se ha hecho, menos aún en la administración de Antonio Villalobos Adán, quien se ha
empeñado en condenar al caos y al río revuelto al SAPAC. Los problemas que
enfrenta, los aprovecha, para robar más dinero y, en el total del saqueo,
incluye a varios de los que le vendieron la gobernabilidad de su ayuntamiento,
que sostiene con alfileres y a billetazos. Del tema saben y aprovechan los
hermanos Martínez Terrazas (PAN), Javier Bolaños Aguilar y el presidente
municipal electo que, ojalá corrija el rumbo, José Luis Urióstegui Salgado, además de las cabezas de las mafias
que operan el sistema.
Hoy,
el problema que en realidad surge de la desbordante y corrupta burocracia y de
los millonarios desvíos, el alcalde Villalobos
Adán lo direccionó a la exigencia de la Comisión Federal de Electricidad
(CFE) de que se le pague lo que se le adeuda.
Todos
sabemos que si los más de 30 millones mensuales que ingresan a las cajas del
SAPAC, se aplicaran en su correcto funcionamiento, no habría escasez, ni
suspensión de suministro eléctrico y mucho menos un alcantarillado deficiente, de
ciudad de quinta, en donde los chubascos inundan, cada que ocurren.
Los problemas
del agua en Cuernavaca, no tienen otro origen más que la corrupción, el descarado
saqueo y “el arca abierta”, le necedad de realizar los cobros en efectivo, por
eso pasarán muchos años sin que se tome en cuenta la recomendación de Morelos Rinde Cuentas: eliminar pagos
en efectivo, anular los descuentos discrecionales, reclasificación de cuentas, detectar
tomas clandestinas de agua, cambiar a medición electrónica y congelar de plazas
y cambiar equipos de bombeo.
Por lo anterior,
en la auditoría que están obligados a ordenar en el Congreso del Estado, se debe
tener participación ciudadana, involucrar a grupos de profesionistas, por
ejemplo de la contaduría pública; no dudo que hay especialistas del ramo, participarían
en forma gratuita, por el puro interés de transparentar y hacer diáfana y
cristalina, el agua que sale en el grifo de la casa de cada uno de nosotros.
El balón está
en su cancha, ya por ejemplo ayer, se ordenó actuar para revisar cuentas de la
operación del sistema en Zacatepec, ¿por qué no se hace en Cuernavaca?
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