TERTULIA POLÍTICA
El futuro no alcanzó;
SAPAC colapsó
Esto lo escribí el 29 de mayo de 2019, en la cúspide de la
locura del ex presidente municipal, Antonio
Villalobos Adán, El Lobo, hoy preso por ladrón en el penal de Atlacholoaya.
A casi 4 años, éste despacho es tan vigente, como si lo
hubiera escrito ayer; solamente que acredita que el futuro nos alcanzó, pero para colmo, con un personaje gris,
desteñido, desflemado y corrupto, rodeado de corruptos, ese es José Luis Urióstegui Salgado, el títere
de los hermanos Martínez Terrazas, que
más que encabezar un grupo político de
Partido Acción Nacional, parecen estar al
frente de un cártel criminal; hay que recordar que ellos reclutaron e
impulsaron al señor Francisco Javier
Rodríguez, apodado “El Señorón, el
Colombiano o el XL”, peligrosísimo criminal detenido en Mazatlán, Sinaloa.
Aquí la entrega, con algunas anotaciones adicionales:
TERTULIA POLÍTICA
Sapac colapsó
El Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca
(SAPAC) se encuentra en riesgo de colapso operativo y financiero. Distintos
datos muestran, cómo el desempeño y las finanzas de la institución se
deterioran a gran velocidad, la gobernabilidad interna se debilita y la
inconformidad ciudadana incrementa
Pedro Martínez Serrano
Cuando menos en las 2 décadas más recientes, el Sistema de
Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC), ha sido operado al antojo
y complacencia de grupos “empresariales” de dudosa reputación que, según se me
ha confiado, compran la administración del organismo, por ser una de las
fuentes más generosas de dinero susceptible de ser desviado, para beneficiar a
terceros, incluido el presidente municipal den turno, en ese entonces Francisco Antonio Villalobos Adán, el
“lobito” que resultó “coyote” (hoy preso en Atlacholoaya, por ladrón), pero que
no hace ninguna diferencia con José Luis
Uriostegui Salgado.
Lo anterior viene a tema, porque
en estos días acudí a varias tiendas OXXO, para pagar recibos y la respuesta
fue la misma: “para el pago de recibos de SAPAC, nunca hay sistema; debe pagarlo
en la ventanilla”, la respuesta de una de las dependientes de esas tiendas, me
hizo recordar lo que me confió un ex directivo del organismo:
“Cuando se hace el corte de caja
de la cobranza del día, en automático hay un porcentaje, regularmente del 20
por ciento, que va a una caja concentradora y cuyos recursos son para la
repartición de directivos; ese dinero en efectivo no va a los bancos”.
No le había dado importancia al tema, pero hoy veo que el SAPAC paga
una abultadísima nómina de directivos, asesores, acomedidos, amigos y
agradecimientos del “coyote” (hoy de José
Luis Urtiostegui Salgado) que
despacha como alcalde.
Esta misma semana (mediados de
mayo de 2019), recibí copia de trabajo titulado Sapac, al borde del colapso, publicado en mayo de 2018, por el
Centro de Investigación Morelos Rinde
Cuentas, que dirige Roberto Salinas,
una organización que, hasta entonces, realiza(ba) investigación independiente,
oportuna y veraz, que busca(ba) contribuir al desarrollo, la seguridad, la
calidad de vida y el fortalecimiento de la ciudadanía en Morelos.
El resumen ejecutivo del Plan
Ciudadano para Salvarlo:
“El Sistema de Agua
Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC) se encuentra en riesgo de
colapso operativo y financiero. Distintos datos muestran cómo el desempeño
y las finanzas de la institución se deterioran a gran velocidad, la gobernabilidad
interna se debilita y la inconformidad ciudadana se incrementa”.
Y luego de un recuento de los millones de litros de agua que
se pierden por fugas, que superan el 50 por ciento de la capacidad de
distribución, además de analizar la ingobernabilidad interna del organismo,
como el altísimo número de quejas que se registran en su contra, Morelos Rinde
Cuentas plantea un Plan ciudadano para salvarlo, de cuyo texto rescato lo
siguiente, que me parece lo más importante:
Combate a la
corrupción
Transparentar el número de usuarios de SAPAC
“Hoy por hoy, no se conoce el número real de usuarios de
agua potable que tiene SAPAC. El organismo presenta constantemente cifras
distintas.
Por ejemplo, en julio de 2017 informó que existían 105,071
usuarios, pero un mes después dijo que había 120,716 cuentas. Es decir, 15,645
usuarios adicionales. Sin embargo, en noviembre de 2017 presentó nuevamente
otra cantidad: 104,755 cuentas.
La variación en las cifras genera una duda razonable sobre
su veracidad y abre la interrogante sobre si hay más usuarios de agua que los
registrados.
De existir miles de personas que pagan su servicio de agua
pero que no están contabilizadas oficialmente estaríamos ante un desvío
permanente y millonario de dinero público. Si, por ejemplo, el número real de
usuarios fuera 120,716, SAPAC debería recaudar aproximadamente 45 millones de
pesos anuales adicionales.
Para tener certeza sobre el número real de cuentas y, en
consecuencia, sobre los ingresos que obtiene la institución, urge una auditoría
independiente al padrón de usuarios del organismo. Ese debería ser el primer
paso de una autoridad comprometida en salvar a SAPAC”.
Eliminar pagos en
efectivo
Ocho de cada 10 usuarios de SAPAC pagan su recibo en
efectivo.
Estos recursos, al no quedar registrados desde un inicio en
el sistema bancario, facilitan un manejo irregular e incluso su desvío. El
dinero en efectivo podría contribuir a que los pagos de muchos usuarios no sean
registrados en la contabilidad oficial, una práctica de corrupción frecuente en
nuestro país.
En cambio, si los
usuarios pagaran en sucursales bancarias y en tiendas de conveniencia y
autoservicio, SAPAC ya no tendría la posibilidad de alterar la contabilidad,
pues ese dinero quedaría registrado dentro del sistema financiero, a través de
una entidad externa sobre la cual SAPAC no tiene poder.
Para aumentar los controles financieros y eliminar riesgos de desvío y manejo irregular de los recursos del organismo, deben eliminarse los pagos en efectivo en las cajas de SAPAC. Quien realmente esté comprometido con salvar a SAPAC debe establecer que todos los pagos se hagan en sucursales bancarias y en tiendas de conveniencia y autoservicio. La ciudad cuenta con gran cantidad de ellas, en la mayoría de las colonias hay al menos una.