TERTULIA POLÍTICA
Cártel de Matamoros
Pedro Martínez Serrano
Durante los años más recientes,
al menos en lo que va del actual milenio, legislatura tras legislatura, parecen
pelear por pasar a la historia como la peor, de ahí que lo que hoy ocurre al
interior del edificio de Matamoros a nadie debe sorprender, mucho menos en lo
que refiere al manejo de los recursos, porque todos son parte del problema.
Y aunque el villano preferido es
el diputado Francisco Moreno Merino,
a quien ni defiendo, ni lo necesita, son los representantes de todos los
partidos, los que echaron mano de los dineros faltantes, en razón de que para
solicitar cualquier adelanto presupuestal, el presidente en turno de la mesa
directiva, ocupa la aprobación de la Junta Política y de Gobierno y, al
interior de esa figura, participan los diputados representantes de todos los
partidos.
Así las cosas, me parece que los
integrantes del Congreso del Estado echan mucho brinco, para caer donde mismo y
sin la intención de llegar a ningún lado, más allá de conseguir la promoción
mediática personal, como lo hacen hoy los integrantes del llamado grupo de los
10, en cuyo interior confluyen panistas, priístas, Nueva Alianza, PES y
Humanista y, a excepción del diputado Jesús
Escamilla, todos se han beneficiado de la dádiva a cambio del voto
aprobatoria a temas tan sensibles, como la aprobación
presupuestal, la contratación de
créditos y, el más relevante, el relacionado con el rechazo al juicio político.
Los temas anteriores, es cosa de
revisar el semanario de los debates y el periódico oficial y, en todos los
casos se votaron a favor por unanimidad y en el peor de los casos con un solo
voto en contra, el de Jesús Escamilla.
En el tema de la auditoría,
todos, absolutamente todos los diputados saben perfectamente a dónde fueron los
recursos supuestamente desviados, de ahí que cobra especial relevancia el tema
de la exigencia de una auditoría que, ojalá se haga y pronto se den a conocer
los resultados, porque va a haber sorpresas interesantísimas, por el
descubrimiento de nombres de muchos a los que sus correligionarios del PAN y
PRI han creído puros y persignados.
En el mismo sentido, sería
interesante que se recorriera el velo que cubre dos temas: el relacionado con el
diputado Javier Estrada González y
los servicios que prestó en su momento al narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, quien me dicen que lo llamaba con frecuencia
para agilizar negocios o, igual, para pedir su ayuda cuando era necesario contener
acciones policiacas. De ahí que fue el señor Estrada, el diputado que recibió la famosa llamada de parte del narcotraficante,
el 11 de diciembre, cuando logró huir de un operativo militar que se realizó en
el fraccionamiento Limoneros de
Cuernavaca, para caer muerto 8 días después, en un departamento de las Torres
Altitud.
El otro tema que se debe aclarar,
es el motivo de la remoción del diputado panista Alberto Mojica, de la presidencia de la Comisión de Hacienda, luego
de que junto con su familia, tendió una red de chantaje y extorsión en contra
de presidentes municipales.
El 7 de marzo del año anterior,
la periodista Minerva Delgado
escribió:
“Información obtenida por El Regional del Sur, revela que el
diputado panista Alberto Mojica Linares
impulsa una “estrategia de chantaje”, lo mismo a presidentes municipales e
instituciones bancarias de Morelos, aprovechando su cargo como presidente de la
Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública (CHPyCP) del Congreso local,
y la de dueño de un medio de comunicación.
En este plan, el diputado ha
involucrado directamente a su madre y padre, revelaron por separado dos fuentes
de información una, del ámbito municipal y una más proveniente de la Cámara de
Diputados, entrevistadas en distintos momentos, y que en ambos casos pidieron a
esta reportera el anonimato.
La información obtenida por ambas
vías, coincidió en el relato respecto a que desde finales del año pasado, el
padre del legislador ha visitado a varios presidentes municipales
principalmente fuera de la zona metropolitana para “promover” los servicios del
corporativo Sonprosa, que incluye el
noticiero En Serio Noticias, sin
embargo la propuesta no consiste solamente en solicitarle a los alcaldes la
compra de publicidad. Durante la charla, el padre del diputado Mojica les ofrece “destrabarles”
cualquier solicitud de refinanciamiento o incluso un nuevo endeudamiento, a
través de su hijo, quien es el
presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso y puede hacerlo.
La “ayuda” que se ofrece a los
alcaldes está condicionada a dos elementos principales: que el ayuntamiento
contrate un paquete de publicidad a Sonprosa
y segundo, que haya “un pago” por el favor realizado que va desde un porcentaje
en dinero o bien, que el diputado Mojica
determine quién realizaría un porcentaje de la obra pública que se realizaría
con el dinero del crédito, que él se encargaría de cabildearles en la LIII
legislatura local.
El segundo informante detalló que
a mediados del pasado mes de enero, el diputado Mojica, en su calidad de presidente de la Comisión de Hacienda,
convocó a un grupo de presidentes municipales a una reunión en el hotel “Villa
del Conquistador” -al norte de Cuernavaca- con el pretexto de informarles que
estaba por vencer el plazo constitucional para que pudieran hacer llegar una
nueva iniciativa de Ley de Ingresos o en su caso una propuesta de modificación
de la ya aprobada.
En esa reunión, el legislador
local se hizo acompañar de su papá y ahí ambos, volvieron a insistir en el
ofrecimiento de “destrabarles” cualquier solicitud de endeudamiento o
refinanciamiento, a cambio de lo que ellos ya sabían”.
(…) En esta “estrategia de
chantaje”, la madre del diputado Alberto
Mojica también tiene un papel activo; su participación se traduce en
visitar algunas instituciones bancarias “con la representación de su hijo”.
Luego de aquel despacho de Minerva Delgado, el panista fue removido
de la Comisión de Hacienda. No se dio a conocer sanción alguna en contra del
corrupto legislador.
Así las cosas, además de los
anteriores, son muchos los diputados que tienen antecedentes que los pueden
exhibir como asociados de criminales y/o, vinculados a pestilentes actos de
corrupción, en los que se embarra lo mismo a mujeres, como la diputada Norma Alicia Popoca o a priístas “honorables”
como Mario Chávez Ortega, nieto del
ex gobernador Lauro Ortega y más y
más legisladores que integran lo que se ha dado en llamar el Cártel de Matamoros.
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