TERTULIA POLÍTICA
Cuando el río suena / Juicio político
Pedro Martínez Serrano
Demanda de juicio político, entregada oficialmente |
Desde que tengo memoria, he
escuchado hasta el cansancio que todos los
dichos son sabios, como también aquel adagio que dicta que cuando
el río suena, agua lleva, o aquel que acepta abnegado: hágase la voluntad de Dios en las mulas de mi compadre.
Lo anterior viene a tema, por dos
asuntos: la presunta relación y complicidad del gobernador Graco Ramírez con el grupo criminal denominado Guerreros Unidos, a cuyas cabezas han relacionado con actividades
económicas y con la cúpula política perredista en el nuestro y en el vecino
estado de Guerrero. Y es que desde hace mucho tiempo, se ha acusado al señor Ramírez de estar vinculado con cárteles
del narcotráfico, alguno de cuyos cabecillas compró la plaza, para colocar a Jesús Alberto Capella Ibarra, como jefe
de policía en Morelos.
Una sola exigencia une a morelenses: que Graco se largue |
El segundo de los temas que me llevó
a recordar los dichos populares, por aquel que dice que con dinero baila el perro, es el que tiene que ver, con la
demanda de desafuero que fue presentada hoy ante el Congreso del Estado, por la
Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos (CMMC), ese grupo en el que
convergen agrupaciones a las que uniforma un solo objetivo: que Graco Ramírez se largue del estado,
para terminar con el multimillonario saqueo en que ha incurrido, como también
los graves daños que ha provocado a los morelenses.
Si alguien no los recuerda, menciono
sólo algunos: Primer lugar a nivel
nacional en secuestros, cobro de
piso, ejecuciones, gravísimo descenso
en la actividad económica / industrial; los altísimos niveles de impunidad con
que actúa el crimen organizado, una policía que denomina Mando Único, infiltrada
por el narcotráfico (en cuya corporación se da de baja o encarcela a los
contadísimos policías que se niegan a hacer
mandados a criminales) y haber convertido
al territorio estatal en un gigantesco cementerio, cruzado por ríos de sangre
derramada.
Aunque coincido con en la
exigencia popular de enjuiciar y
encarcelar al gobernador Ramírez
por ladrón, asesino (al menos cómplice
de asesinatos cometidos en un clima de absoluta impunidad) e irresponsable, creo
que la lucha que encabeza la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos no va a fructificar, a pesar de que la talentosísima
abogada Ruth Arias, haya sustentado jurídica
y puntualmente la solicitud de incoar el juicio político, misma que fue
presentada formalmente hoy ante el Congreso del Estado.
Y no va a proceder el juicio
político, por una sencillísima razón: muchos de los integrantes de la Junta
Política, que preside el priísta Francisco
Alejandro Moreno Merino, son una pandilla de oportunistas y advenedizos; los
más, también muertos de hambre que nunca imaginaron llegar al recinto legislativo
de Matamoros, de no ser por la batalla jurídica a favor de la legalidad electoral,
encabezada precisamente por el diputado Moreno
Merino y secundada por el panista Víctor
Manuel Caballero Solano.
Dentro de esa cúpula legislativa,
intervienen también diputadetes que aprovechan el cargo, para hartarse de
billetes mal habidos, como los que sin duda los llevarán a buscar los cómo no; el no procede al juicio político al que los morelenses exigen que se
someta a Graco Ramírez.
En ese segmento de presupuestivoros
y adictos a las comi$ione$, hay que anotar al borrachales y payaso del
Movimiento Ciudadano, Jaime Álvarez Cisneros, quien sin duda se frota las manos,
para ser el corre ve y dile; el que haga
el mandado de llevar los saludos de Graco a sus
compañeros diputados. Igual ocurre con el sujeto que explota la franquicia del
Partido Verde en Morelos, Faustino Estrada
González, el desquiciado que se envalentona con las mujeres y le tiemblan
las piernas con los hombres, quien sólo espera el momento para negociar el asunto de la publicidad de La Unión de Morelos, en el que comparte
la propiedad con sus hermanos y, obvio, algunos favore$ adicionale$.
Así las cosas, aunque el juicio
político sea una exigencia de miles y miles de morelenses, con todo y lo que
dispone la Constitución Política del Estado y la jurisprudencia que existe
sobre el particular, cuando él mismo, Graco
empujó la salida del gobernador Jorge
Carrillo Olea, patrocinado desde Los Pinos, estoy seguro que el asunto no va a proceder, para júbilo y
beneficio de una buena parte de los diputados locales.
Guerreros Unidos
Contestatario, difamador y
vengativo, como es Graco Ramírez, me
llama la atención que cada que se le toca el tema de su presunta relación con
los grupos criminales, muestra un nerviosismo nada propio de un sujeto cínico y
conchudo como es él. El tema ha sido tratado en muchos, muchísimos medios nacionales
e internacionales y ha sido llevado a la Procuraduría General de la República.
Al principio de esta entrega,
recuerdo los dichos que dicen que cuando el río suena, agua lleva, o aquel
que acepta abnegado: hágase la voluntad de Dios en las mulas de mi compadre, porque
ahora en los mensajes criminales se asocia con más insistencia a Graco con los Guerreros Unidos, el grupo criminal con el que se cansó de enlodar al
empresario Federico Figueroa, a quien desmarcó el mismísimo (ex) Procurador
General de la República, Jesús Murillo
Karam, cuando dio cansado (todos
tenemos derecho a estarlo) una conferencia de prensa y aclaró: el nombre del
hermano de Joan Sebastian (qepd) no
aparece en ninguna carpeta de investigación.
Hoy cuando el estado le explota
en la cara, Graco se resiste a
reconocer el rechazo popular, aunque los hechos que lo relacionan se hilvanan haciendo
una sólida cadena que lo jala con fuerza, a una celda en cualquiera de las
cárceles de alta seguridad que hay en el país, eso ocurrirá sólo en el momento
en que en Los Pinos se decida que el
tabasqueño ya no es útil; cuando como a él, lo enviaron becado a empujar la
salida del gobierno de Jorge Carrillo
Olea, lamentablemente no antes.
Los hechos que relacionan a los Guerreros Unidos con las
cúpulas perredistas, se recuerdan hoy en La
Jornada Morelos:
El 29 de octubre,
agentes federales detuvieron en Morelos al alcalde de Cocula, Guerrero, Eric Ulises Ramírez Crespo, mientras sostenía un encuentro con
integrantes de la organización criminal Guerreros Unidos en un
establecimiento del municipio de Emiliano Zapata.
En el lugar también
estaba el asesor parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD)
en la Cámara de Diputados, Eloy
Flores Cantú, y dos personas más que
enfrentan responsabilidad en el delito de delincuencia organizada, y
violaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos; además, se
advierten delitos contra la salud.
Las cuatro personas,
entre ellos Adán Casarrubias Salgado, uno de los líderes del cártel de Guerreros Unidos, fueron llevados a la Subprocuraduría Especializada en Investigación
de Delincuencia Organizada.
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