TERTULIA POLÍTICA
Ambulantaje
corporativo
Pedro Martínez
Serrano
El presidente municipal de Cuernavaca,
Francisco Antonio Villalobos Adán,
es un sujeto corrupto, desleal, infiel y ladrón, hijo de ladrón y hermano de
ladrón. Los golpes que prepara junto con la caterva de vivales que lo acompañan
en el cabildo, están a la vista. Repartirse el parque Melchor Ocampo y
concesionar una amplia extensión del histórico inmueble. Ya lo tiene
comprometido.
Lo primero en
desaparecer, será su biblioteca, en donde anuncia un Centro Cultural, que
terminará como burdel y, a la par, se reparte ya con los integrantes del
corrupto cabildo, las calles adyacentes de Gualupita a Plan de Ayala y Leandro
Valle.
Dicen que
colocarán ahí a ambulantes y sí, a los que tengan para pagar los locales que
proyecta construir y que tendrán que ser comprados, en sumas que van de los 400
a los 800 mil pesos. Ya uno de los regidores pidió el negocio de los baños y se
le autorizó.
En la
amplísima extensión de más de una hectárea de vialidades que serán vendidas a
los ambulantes y en cuyo negocio va montado Miguel Enrique Lucía Espejo, ex presidente estatal de Morena y ex
gato, ahora socio de Rabindranath
Salazar Solorio, el director general del Banco de la Alegría, se proyecta
instalar locales, como si se tratara de una plaza comercial en forma. Algo parecido
a los swap meets de California, Estados Unidos, en donde hasta derecho de
admisión se cobra; en donde todo es negocio, hasta la basura.
Y así como en
el Melchor Ocampo, frente a la zona de urgencias del hospital del Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS) Plan de Ayala, sobre la Avenida Central, lateral a la
planta refresquera Coca Cola, se proyecta instalar un ambulantaje corporativo.
Pagado a la
barda de esa empresa, en donde funcionaron durante años, décadas, puestos de
lámina de la propia compañía, se proyecta tender la infraestructura necesaria, incluido
el cierre de un carril de esa arteria, para techar con policarbonato y colocar
mesas y bancas. Me dicen que ya han platicado con los OXXO, Mc Donald’s y otras
empresas de comida rápida, para que operen algo así como los “food garden” de
plazas comerciales, sólo que en la vía pública que se les va a concesionar.
A los
ambulantes, el “Lobito” y su padrastro, Jorge
Rojas, les han dicho que eso será hasta diciembre y si se les ocurre, a los
que poseen, pedir que se les acepte el pago de los refrendos de sus permisos,
les dicen que por el momento no. La estrategia es sencilla, el año próximo que
intenten reclamar sus espacios, legalmente ya no tendrán derechos.
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