miércoles, 2 de octubre de 2019


TERTULIA POLÍTICA

El cartel del agua

Pedro Martínez Serrano
En el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC), están profundamente preocupados, el desasosiego se nota en el rostro de un tal Héctor Omar Maganda Salazar, a quien todos identifican como el asesor general, pero bien a bien nadie sabe que es lo que hace, aunque todos, absolutamente todos, se cuadren a su paso, incluido el pelele que despacha como presidente municipal, Francisco Antonio Villalobos Adán.
La preocupación no es para menos, el SAPAC está convulsionado, tiene adeudos millonarios con proveedores y con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero gracias a las instrucciones del “señor presidente”, como llaman al pendejete que despacha como alcalde, se hacen esfuerzos para que el suministro del vital líquido sea fluido, lo que es una mentira, las colonias y poblados de Cuernavaca, enfrentan una rabiosa escasez, que nadie resuelve.
Hoy, mi amigo Fernando Blumekron Escobar encabezó una conferencia de prensa, en la que dio datos aterradores, pero también se llamó a la población a denunciar a los vecinos que tengan tomas clandestinas y, lo hacen para mandar a golpeadores y ex policías torturadores, para amenazar y extorsionar a los usuarios.
Lo que llamó poderosamente mi atención, es el hecho de que reconocen que el 70 por ciento de los vecinos de Cuernavaca, tiene toma clandestina; es decir, sólo el 30 por ciento de consumidores pagan sus recibos y de estos, un porcentaje altísimo tiene adeudos,
Lo que llama mi atención, lo he acreditado, es que los empleados del SAPAC, todos ex policías bajo sospecha de haber actuado al servicio de criminales (al honorable señor Maganda, en algún momento le han rafagueado su domicilio y lo asocian a “guerrerenses unidos y solidarios”), desesperan por complacer al Asesor General, le hablan al oído, lo saludan con más respeto que si fuera mando militar, y se empujan con tal de salir a su lado en alguna gráfica.
Lo anterior, no tendría importancia si el SAPAC fuera un organismo del sector privado, en donde los asensos se consiguen, aplaudiendo a pendejos, como es el caso, pero no, el abnegado señor Maganda hoy nos hace el favor de trabajar para sacar a Cuernavaca de los problemas del agua, con un equipo de trabajo que le publicitan seguido en narcomantas.
En la conferencia de hoy, que encabezó Fernando Blumenkron, que tiene nombramiento de director, pero que ni el barrendero de la entrada le hace caso, es más lo ignora, hablaron de mucho, pero no enunciaron medidas de ahorro, porque esas oficinas están atiborrada de parásitos y aves de nómina, cuyo único mérito es servicios a ojos cerrados a los caprichos del asesor general, un digno representante de la unidad de los guerrerenses en Cuernavaca.
Por cierto, en esa instancia municipal, la transparencia es letra muerta; todo lo que se informa es hasta 2018, de la actual administración, no se dice nada, como no se dice tampoco que hay grandes empresas enchufadas de manera clandestina, a pozos de agua del Sistema de Agua, que enfrenta una quiebra a modo.
Tic... Tac... Tic...Tac

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