TERTULIA POLÍTICA
Gatopardismo
Los diputados se hartaron de ladrar que echarían abajo
la
designación de los dos fiscales (Carmona
y Salazar),
12 días antes de concluir la anterior legislatura.
El tema se apagó, me dicen que a cambio
de posiciones para familiares, amig@s
y amantes en la nómina de ambas instancias
12 días antes de concluir la anterior legislatura.
El tema se apagó, me dicen que a cambio
de posiciones para familiares, amig@s
y amantes en la nómina de ambas instancias
Pedro Martínez
Serrano
El triunfo del pasado 1 de julio,
de Andrés Manuel López Obrador, como
de Cuauhtémoc Blanco Bravo, fue el
resultado de la expresión de hartazgo de los mexicanos, como de los morelenses,
ante la pestilente y ofensiva, tanto como cínica y arbitraria ola de corrupción
y latrocinio que encabezaron Enrique
Peña Nieto, el pusilánime que encabezó el ejecutivo federal, como su par en
el ámbito estatal, Graco Ramírez Garrido.
Ambos
mandatarios, nacional como local, fueron cómplices de cárteles criminales que
actuaron a placer, permitieron que las calles de pueblos y ciudades se
inundaran de sangre, que se convirtieran en cementerios a cielo abierto. Del voraz
saqueo, dan cuenta las propiedades millonarias que poseen Peña Nieto y Graco Ramírez,
igual que aquellos que fueron cómplices de las corruptas administraciones.
Lo
que hoy llama poderosamente la atención, es la determinación del presidente
electo, Andrés Manuel López Obrador de
anunciar el indulto: “No creo que sea bueno para el país el que nos
empantanemos en estar persiguiendo a presuntos corruptos... Si se optara por
eso, como somos honestos, tendríamos que empezar por los de arriba y no solo
los de ahora”, ha dicho el tabasqueño.
Esa
decisión, con un pestilente tufo a componenda con el todavía presidente Peña Nieto, ha empezado a generar
descontento social, en especial en aquellos que votaron a favor de López Obrador, confiados en que ese
punto final a la corrupción, empezaría con el castigo a quienes sobrepusieron
sus intereses y sus comisiones, a la seguridad de las obras de quinta calidad que
concesionaron a familiares y amigos. El paso Express Tlahuíca es el ejemplo más
claro y a la mano. Gerardo Ruiz Esparza puede
estar tranquilo. No habrá castigo para su corrupta y asesina administración de
la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
El
manto de impunidad con que se despide el gobierno federal, me parece que NO ha
sido pasado por alto en Morelos, en donde la permanencia de los fiscales,
general y anticorrupción, Uriel Carmona
Gándara y Juan Jesús Salazar Núñez,
respectivamente, garantizan la tranquilidad de los ladrones, corruptos y
asesinos que se fueron, encabezados por Graco
Ramírez.
Es más, Carmona y Salazar tienen aseguradas sus posiciones de manera transexenal, es
decir los seis años de administración de Cuauhtémoc
Blanco y el primero de quien llegue a gobernar después, surja del partido
que surja. Fueron electos el 18 de agosto, por la anterior legislatura, por un
periodo de 7 años.
Y
aunque el gobierno del Estado ha tupido a denuncias a funcionarios de la
administración que concluyó el 30 de septiembre; más de 20 han sido
presentadas, me parece que es un juego gatorpadiano, ese que se sustenta en que todo cambie, para que todo siga igual.
Veamos:
Durante
su campaña, lo mismo el gobernador Cuauhtémoc
Blanco, que los diputados integrantes de la amorfa legislatura local, ofrecieron
como principal oferta, el encarcelamiento de los corruptos. Los corruptos
caminan tan campantes y hacen su vida normal. No tienen de que preocuparse,
tienen a su servicio y como aliados, al Fiscal General del Estado, Uriel Carmona Gándara y el anti
corrupción, Juan Jesús Salazar Núñez.
Los
diputados se hartaron de ladrar que echarían abajo la designación de los dos
fiscales, 12 días antes de concluir la anterior legislatura. El tema se apagó,
me dicen que a cambio de posiciones para familiares, amig@s y amantes en la
nómina de ambas instancias.
No
sólo lo anterior, antes de concluir sus iguales de la legislatura que se fue el
31 de agosto, jubilaron y pensionaron a quien les vino en gana, pero también a
quien les ordenó Rodrigo Gayosso Cepeda,
quien en realidad desgobernó Morelos. La oferta de los diputados locales
actuales, fue que las echarían abajo. No pasó nada.
Hoy,
los diputados que encabeza Tania Valentina
Rodríguez Ruiz, presidente de la junta política, como de la Comisión de
Trabajo, ya aclararon que el tema de las jubilaciones y pensiones, es
complicado y tedioso resolverlo. Todos los que obtuvieron ese beneficio, pueden
estar tranquilos. Para que todo cambie, nada cambiará.
Es más,
hay un grupo de diputados que muy temprano se exhiben como sus antecesores, vulgares sableadores que complican la
función del Ejecutivo a cambio de dadivas millonarias. Así las cosas, lo que
sucede hoy la legislatura, infiltrada por Graco
Ramírez, arrincona a que el gobierno muestre un rostro gatopardiano: Si queremos que todo siga como está, es
necesario que todo cambie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario