lunes, 9 de septiembre de 2019

TERTULIA POLÍTICA

Rabín “destruyendo el futuro”

Pedro Martínez Serrano
En Morelos los programas vinculados a la estrategia generadora de satisfactores económicos para los mexicanos, implementada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se retuercen a gusto, satisfacción y beneficio del Director General del Banco del Bienestar, Rabindranath Salazar Solorio a quien, me parece que nada de lo que sucede en Morelos le interesa, a no ser que se trate de asuntos que convulsionen, generen inseguridad y golpeen a los morelenses.
El dividendo de Rabín, ni siquiera es económico, es político electoral y permisivo, en cuanto al desvío de recursos a favor de sus amigos. Lo que le interesa al director del banco de la felicidad, como a los alcaldes de Cuernavaca, Jiutepec y Cuautla, Antonio Villalobos (El Lobito/ Coyote), Rafael Reyes Reyes y Jesús Corona Damián, en ese orden,  junto con su madrina política, la senadora Lucía Meza Guzmán, es desbarrancar al gobierno del Estado; golpear al titular del Ejecutivo, Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Lo que ocurrió con el bloqueo vial en diferentes puntos de Cuernavaca, Jiutepec, Jojutla y Yautepec, para convulsionar el flujo vehicular, fue motivado por la estupidez de Miguel Ángel Rabadán Castrejón, hijo del expresidente municipal de Jiutepec, del mismo nombre, enlace a nivel Nacional del programa ‘Jóvenes Construyendo el Futuro’, un protegido de Rabín, pues.
Y es que luego de meses de operar el programa, se dieron cuenta que dos empresas que engloban a 700 jóvenes, son fantasmas; cuando los “mentores de la nación” visitaron, se dieron cuenta que no existían, dijo el joven Rabadán Calderón.
Frente a lo anterior, vale la pena hacer algunas preguntas, la más importante de ellas: ¿cómo es que adjudicaron 700 becas (algo así como 2 millones y pico de pesos mensual) a empresas que no están certificadas? ¿Por qué esta ahora se inspeccionó a las empresas que ya se beneficiaron con becarios?
Tengo información de buena fuente, que la mayoría de las empresas que tienen “jóvenes construyendo el futuro”, les cobran la cuota mensual por afiliarlos al IMSS y mil pesos a cada uno de ellos, es decir, ese asunto ya se desvió de su origen y abrió fuentes de corrupción y tráfico de influencias. Contactos confiables, me dicen que varios “centro de trabajo” existen sólo en el papel y se respaldan con documentación que les expide en la Secretaría del Trabajo, sobre cuyo tema hay que entrevistar a la secretaria estatal del ramo, Ana Cecilia Rodríguez González.
De acuerdo a fuentes bien informadas, podría ser más de la mitad de becarios, los que “se reportan” con entre mil y mil 500 pesos con quienes los tienen contratados y, así, evitan la fatiga. La 4ta., transformación de Rabín “destruyendo el futuro”.

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