miércoles, 3 de noviembre de 2021

TERTULIA POLÍTICA

El aborto / ¿Apatía legislativa? / Polanco-Gordillo

El 13 de abril de 2000, Paulina dio a luz por cesárea
a Isaac. Hasta el presidente Vicente Fox
opinó del caso: "En una hora,
esa chica está enamorada de su hijo"

Pedro Martínez Serrano

La historia de terror y abuso sexual, empezó para Paulina, cuando tenía 13 años; fue violada en Mexicali, Baja California, el 31 de julio de 1999, una noche de un calor sofocante, cuando fue a dormir a casa de su hermana Yanet en busca del poco aire que removía el ventilador de techo.

“El violador entró en la vivienda con ánimo de robar mientras dormían las dos jóvenes y los dos hijos de Yanet. Despertaron con el filo de una navaja en el cuello. El hombre abusó de Paulina en medio de un violento forcejeo. Tenía 13 años. Otro tipo entró poco después para violarla de nuevo. La víctima pudo ver el tatuaje de tres mujeres en el cuerpo del agresor. Fue suficiente para reconocer después a Julio César Cedeño Márquez, “El Cuervo”, hoy en prisión. El otro violador nunca fue identificado.

El calvario de Paulina Ramírez, fue recodado por el periodista y cineasta Francesc Relea, en El País, el 12 de marzo de 2006. En lo personal, me tocó ser testigo de la durísima embestida oficial en contra de Paulina Jacinto, en aquellos años, yo escribía en las páginas del periódico El Mexicano de Baja California y tenía a cargo la cobertura de actividades religiosas.

Me llamó poderosamente la atención el alcance mediático que alcanzó ese hecho, porque, como dice Relea en su entrega para el país:

"El obispo Isidro Guerrero y el gobernador Alejandro González Alcocer [Partido Acción Nacional] inventaron un montón de calumnias contra la niña. Toda una sociedad acusadora se ensañó contra Paulina. El peso de la Iglesia fue asfixiante", explica Socorro Maya Quevedo, abogada de Paulina hasta que hace un año y medio dejó todo y se marchó a Estados Unidos. "Me acusaron de abogada abortera y me estigmatizaron, pero quiero volver a México, a mi lucha. Sentí mucho dejar la defensa de Paulina", dice en una conversación telefónica desde su residencia en Oregón. "Paulina nunca tuvo el apoyo de ningún funcionario, pero tenía claro que quería abortar", dice la abogada. De haber nacido en el seno de una familia acomodada, habría cruzado la frontera para conseguir un aborto legal en San Diego y asunto terminado.

Hoy, en Morelos, me parece que se ha echado debajo del tapete legislativo, el trabajo que tendrá que desembocar con la despenalización del aborto, ya dispuesto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que el pasado 7 de septiembre, que por unanimidad de diez votos, resolvió que “es inconstitucional criminalizar el aborto de manera absoluta, y se pronunció por primera vez a favor de garantizar el derecho de las mujeres y personas gestantes a decidir, sin enfrentar consecuencias penales.

Así, dice un comunicado, la Corte declaró la invalidez del artículo 196 del Código Penal de Coahuila que establecía una pena de prisión a la mujer que voluntariamente practicara su aborto o a quien la hiciere abortar con el consentimiento de aquella, pues vulnera el derecho de la mujer y de las personas gestantes a decidir.

En el tema que tendrá que abordarse en el marco de la responsabilidad de los 20 diputados de la LV Legislatura, el dictamen correspondiente de parte de las comisiones que presiden Eliasib Polanco Saldivar, Puntos Constitucionales y Legislación y Andrea Valentina Guadalupe Gordillo Vega, de Salud, me parece que no puede ser prorrogado a riesgo de enfrentar, ojalá y nunca ocurriera, un hecho como el que se registró en Baja California, hace 21 años.

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