"Narcopolíticos buscan golpear mi gobierno"
El Universal / Lunes 10 de enero de 2022
CIUDAD DE MÉXICO, enero 10 (EL UNIVERSAL).- Antes de entrar
en su oficina, escucho una carcajada suya.
Acaba de aparecer una fotografía en la que el gobernador de
Morelos, Cuauhtémoc Blanco, está al lado de tres jefes criminales.
Acaba de aparecer una narcomanta en la que se le acusa de
recibir dinero, hacer negocios ilegales con el agua, y estar involucrado en el
asesinato del activista Samir Flores. Esto ha corrido como un reguero de
pólvora.
El gobernador insiste en que no sabe cuándo ni en dónde le
tomaron la foto. "Es ídolo del futbol, se retrata con mucha gente",
es la explicación que su equipo machaca una y otra vez.
La Diócesis de Cuernavaca dice que la foto fue tomada en
Yautepec, en diciembre de 2018, en la misa dedicada a la Virgen de Guadalupe.
El equipo de Blanco insiste: "La Diócesis se equivocó. La foto es anterior
a que fuera gobernador".
Son las 9:30 de la mañana. En la casa de gobierno de
Cuernavaca, Cuauhtémoc luce fresco, relajado, sonriente. Le pregunto si no está
preocupado. "Un poco, por mi familia, pero el que nada debe nada
teme", dice. Toma posesión de su escritorio. Ahí ocurre la conversación.
La foto y la narcomanta. ¿De dónde vienen?
— De los narcopolíticos que quieren desestabilizar al estado
y a mi gobierno.
¿Quiénes son esos llamados narcopolíticos?
— No puedo decir nombres. Ahora hay una investigación.
¿En la fiscalía general?
— Sí. Yo lo comenté desde que llegué como gobernador: hay
narcopolíticos, hay presidentes municipales que están siendo amenazados por
estos personajes.
Las mantas que afirman que usted tiene algún tipo de nexo
con el crimen organizado aparecieron en Oaxtepec y Cuautla. ¿Esto significa
algo? ¿Por qué cree que eligieron estos lugares las personas que las pusieron?
— No me lo explico. A lo mejor les queda más cerca, les da
más tranquilidad y seguridad ponerlas ahí. A mí me dan risa las narcomantas, porque
imagínate, dicen que me daban dinero hasta para comprar ropa. Ni que no tuviera
dinero para comprarla. Son cosas que van a seguir pasando. Me van a seguir
colocando mantas y no me preocupa. Es una guerra sucia, porque así se maneja la
política aquí, pero no me voy a quedar callado. Siempre he sido una persona que
va de frente con quien sea; no voy a tapar lo que hicieron gobiernos
anteriores. Pactaron con el narcotráfico y yo no voy a pactar con ellos.
Existe la versión de que esta foto con los líderes del
crimen viene del teléfono de una persona que detuvieron en Oaxtepec: Esther
Yadira Huitrón, hermana de la presidenta estatal del Partido Redes Sociales
Progresistas. ¿Conoce a la persona?
— No.
¿Ella la tomó?
— No, no la conozco. A mí me toman muchísimas fotos… Yo lo
he dicho muchas veces, hasta cuando estaba jugando en Culiacán me tomé
fotografías con gente de Culiacán, pero yo no los conocía. Me tomo fotos con
quien sea.
Cuando vamos a restaurantes o eventos, me tomo fotos con
quien yo quiera; no les voy a preguntar sus antecedentes penales o a qué se
dedican. Siempre he sido amable, y te voy a platicar una anécdota. Hugo Sánchez
repartía sus postales y yo le decía: "Lo que quiere la gente es una
fotografía, no una postal". Pero yo me voy a seguir tomando fotos sin
conocerlos. A La Patrona, esta que tú dices, no la conozco, ni supe quién era
hasta que la teníamos investigada.
Pero ni la Marina ni la FGR les dieron a ustedes información
de que iban a detener a esta persona. Fue un operativo secreto.
— Pues es que se puede filtrar mucha información. Acuérdate
que hay mucha gente, tanto jueces como policías, que está involucrada en el
narcotráfico. Entonces, debemos de tener mucha precaución. Me pareció perfecto
que no mencionaran nada.
Anteriores gobernadores de Morelos han señalado que en algún
momento hubo un intento de acercamiento, o varios, por parte del crimen
organizado. ¿Le ocurrió?
— No. Nunca se han acercado. Desde que estamos en la
administración yo fui de frente contra ellos, yo no pacto con el narco. Yo me
acuerdo de Graco Ramírez, que pactó con ellos, hay videos, audios de que su
comisionado de seguridad también pactó con "El Carrete" (líder de
"Los Rojos").
Hay políticos, gobernadores que dicen que es imposible
gobernar sin sentarse con esos señores. ¿Es posible gobernar Morelos sin
sentarse con ellos?
— Es posible. Si quieres, se puede. Se está pudiendo.
¿Usted no tenía idea de que esas tres personas con las que
se retrató eran objetivos prioritarios de la justicia?
— Imagínate, si tuviera idea que eran objetivos
prioritarios, ¿crees que me voy a sentar con ellos? Esa fotografía, ya se lo he
dicho a varios medios, fue de cuando fui presidente municipal.
En todo caso, en ese tiempo ya eran figuras muy relevantes
del crimen organizado.
—No los conocía. Si los hubiera conocido aviso a la
autoridad.
Me llama la atención que evidentemente la foto no fue tomada
en un lugar público. Proviene de un espacio cerrado y hay una Última Cena
tallada en madera detrás. ¿Tiene alguna idea, algún recuerdo de dónde se tomó?
— La verdad no recuerdo. Pero te menciono, si eran
objetivos, en esta administración fueron detenidos. Hay una persona que sigue
libre, y vamos a ir por ella.
El que sigue libre es este señor que apodan "La
Tripa", Homero Figueroa Meza…
— Es un personaje muy peligroso y andamos tras de él. Mira,
aquí están los objetivos prioritarios que hemos detenido [muestra un documento
con rostros que traen encima un sello que dice: "Abatido" o
"Detenido"]. Nos faltan dos de los más buscados, Abel Maya y "El
XL" o "El Señorón".
El Tripa sí es entonces un objetivo prioritario.
— Es un objetivo, con Abel Maya y "El XL".
¿Cree entonces que esa narcomanta no fue puesta por
criminales, sino por grupos políticos que buscan golpear a su gobierno?
— Así es, yo estoy segurísimo, estoy segurísimo.
¿No van a aparecer más fotos de usted al lado de ellos?
— No creo, y si aparecen, ojalá aparezcan muchísimas más. No
con ellos, sino con otros, porque soy una persona pública, y no le voy a hacer
el feo a nadie.
Medios locales y periodistas han hablado de negocios
ilegales con el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca, algo
que se menciona en la narcomanta. ¿Se entregó una concesión para que ese
sistema fuera explotado por algún grupo criminal?
— No que yo supiera a la fecha. Con el que acaba de salir,
supuestamente sí [Francisco Villalobos Adán]. Eso todo mundo lo sabe
¿Y cuando usted estuvo?
— Cuando yo estuve, no. Al contrario, se bajó la deuda del
sistema. Nunca he pactado con nadie.
Usted dijo alguna vez que el fiscal de Morelos, Uriel
Carmona, sabe quién mató al activista Samir Flores y no lo dice por miedo…
— Pues llevamos tres años. Él sabe quién fue.
¿Usted sabe quién fue?
—Yo no sé quién fue.
¿Por qué sabe que él sí?
— Porque es lo que me han comentado. Que el señor sabe quién
asesinó a Samir.
¿Cuál es el origen del conflicto que hay entre el gobierno
de Cuauhtémoc Blanco y la fiscalía del estado?
— Que no se pone a trabajar. Tenemos 95% de impunidad en el
estado. Desde que llegué al gobierno, le comenté: "Yo no me quiero poner
las estrellitas, póntelas tú, pero hay que trabajar de la mano". Igual al
fiscal anticorrupción. Hay como 60, 70 carpetas de investigación contra
funcionarios de Graco Ramírez y contra él también, y no ha pasado nada, porque
se blindó con estos fiscales. Hay una impunidad tremenda. Él sabe que si en
algún momento llega a salir alguno de los fiscales, no hay marcha atrás, van
todos los secretarios a la cárcel, junto con Graco Ramírez.
En la manta aparece también Hugo Eric Flores, fundador del
Partido Encuentro Solidario (PES). Es un personaje políticamente cercano a
usted. Le recuerdan que fue la Iglesia quien lo unió con grupos criminales y
sugiere que el testigo de ese encuentro fue Hugo Eric. ¿Qué diría de esto?
— Que la intención es fregar. Hugo Eric no tiene nada que ver.
Finalmente, él es cristiano, yo católico. Nada que ver aquí. Quieren
desestabilizar tanto al partido como a mi persona, pero no lo van a lograr. Que
muestren cómo estamos involucrados en el narcotráfico. No tengo ningún temor.
Que investigue la FGR.
¿No piensa pedir una licencia o renunciar en lo que esto se
investiga?
— No.
¿No debería?
— No, porque no tengo nada que ver. Eso querrán muchos, pero
en ningún momento lo he pensado.
Tiene en Morelos una cifra de más de mil asesinatos en 2021.
Es una de las más altas en siete años. ¿Cómo explica este repunte de violencia?
¿Qué le diría a sus gobernados frente a estas cifras?
— Pues se lo he comentado a mucha gente y a los empresarios,
que es una pelea entre dos bandas. Las de Abel Maya y "El XL". Entonces,
como hemos detenido a varios personajes, los cárteles se han distribuido en el
estado. Había 15 grupos. Ahorita tenemos un aproximado de nueve. Se están
peleando entre ellos, pero son bajísimas las víctimas colaterales.
Hablando de Graco Ramírez, señaló alguna vez que usted tenía
relación con Federico Figueroa, al que se ha ligado con grupos criminales.
— Ninguna.
¿Lo conoce?
— Lo conozco hace tiempo, pero ninguna relación formal. A
Joan Sebastian lo conocí. Me lo encontré en un palenque y hasta ahí.
¿Cuál es el panorama, cuáles las expectativas del estado,
con la clase política, como dice usted, contaminada por el crimen organizado?
Difícil, complicado. No nada más está metida la policía,
están jueces, políticos que han permitido esto; también se amenaza a alcalde y
hasta les pagan campañas para hacerse de espacios.
¿Cuántos municipios estarían en esa situación?
— Como 16. Le he dicho a los presidentes: "Si te
amenazan, denuncia". Pero nadie quiere porque pueden ir por ellos.
¿Entonces, para que se meten a ser diputados o presidentes municipales? Será
una lucha fuerte, pero no me puedo echar para atrás. Estamos esperando la
reacción del gobierno federal, que investigue lo que le hemos dado.
¿Usted considera que encabeza un gobierno honesto, con
funcionarios confiables? ¿No nos vamos a llevar más adelante una sorpresa?
Había incluso una investigación en la UIF…
— No. Aquí no hay corrupción. Con lo de la UIF no
encontraron nada. Es un fuego amigo porque no les conviene que un futbolista
llegue al poder y a estos políticos les duele que uno esté haciendo las cosas
bien.
En el ranking nacional, su gobierno es uno de los que salen
peor evaluados…
— Pues pregúntale a la gente. Porque tú sabes que hay muchas
encuestas que pagan.
¿Esta foto y esta narcomanta representan su crisis mayor
como político?
— No, para nada. La mayor fue cuando Graco me inventó un
asesinato. Estuve a punto de ir a la cárcel. Le pagaron a un asesino para que
declarara que yo le había dado un millón de pesos. Luego declaró que lo habían
obligado unos abogados, que sé que eran de Graco y unos personajes que
conocemos como los Yáñez. Esto de la foto, créeme que me tiene muy tranquilo.
¿Cómo se ve Cuauhtémoc Blanco en tres años? ¿Seguirá en la
política?
— No sé. Ahorita sólo pienso en estos tres años.
Probablemente sí, probablemente no. Me encantaría también ser algún día
entrenador del América o ser entrenador de la selección.