jueves, 3 de agosto de 2017

TERTULIA POLÍTICA

Marcha, malos augurios

De lo que estoy seguro, es de que Graco Ramírez
va a terminar sus días encarcelado, porque la mentira,
el delito y el abuso pueden viajar mil años, pero
la verdad y la justicia, en un segundo les alcanzan

Pedro Martínez Serrano
La Marcha por Morelos que arrancó el lunes con rumbo a la Secretaría de Gobernación, para exigir a su titular, Miguel Ángel Osorio Chong que saque las manos de nuestro Estado, para terminar con la impunidad corruptora con que ha actuado Graco Ramírez en agravio de todos los morelenses, ofrece malos augurios, por el nivel de interlocutor que les designó el hidalguense.
De acuerdo a lo dicho por el cuestionado rector de la Universidad Autónoma del Estado, Alejandro Vera Jiménez, quien se comunicó con él, fue e doctor Juan Salgado Brito, coordinador de delegados de la Secretaría de Gobernación, un funcionario pues, como de quinto nivel, pero más delicado aún, que el ex presidente municipal de Cuernavaca, sirve hoy a los intereses de Graco.
Alguien lo duda; el mismísimo Juanito Salgado ha ponderado el trabajo que realiza Graco en materia de seguridad, en materia de generación de empleo y, obvio, en el apartado de desarrollo económico, en donde colocó a su hijo Juan Carlos Salgado como secretario. Lo que me parece que lo convierte en un sujeto sin calidad moral, para convertirse en interlocutor con quienes encabezan la marcha.
Creo que esa marcha ciudadana, religiosa, universitaria, al que se sumaron todo tipo de oportunistas, en su origen tiene todo el respaldo de los morelenses, en el caso personal del columnista, como víctima de la persecución y agresiones de que he sido objeto, lo apoyo casi en todos los puntos que plantea, sin embargo, tengo mis dudas de que vaya a tener una respuesta seria de parte del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong quien ha sido cómplice de Graco, desde el inicio del gobierno federal y hay muchos signos que así lo ilustran.
Y aunque en un inicio pensé que el gobierno federal había dado un golpe de timón, en el tema de la impunidad, la complicidad criminal y asesina y en la decisión de frenar la putrefacta ola corruptora que empuja Graco Ramírez, para encubrir la larga lista de delitos en que ha incurrido desde la titularidad del Ejecutivo, creo que las cosas no han cambiado. La primera señal, es enviar como interlocutor a un gato de Graco, como lo es Juanito, ese Juanito servil, agachón, acomodaticio y oportunista que lo que mejor sabe, es hacer negocios, a costa de la componenda política.
La movilización es plausible, pero creo que se tienen que ajustar muchas cosas, por ejemplo revisar la legitimidad perdida del rector Alejandro Vera Jiménez a quien veo más como títere de Javier Sicilia, ese personaje simulador, de operación mañosa y que secuestra los destinos de la UAEM, a su agenda personal.
El rector envía señales de corrupto, al permitir la operación del supuesto patronato a placer y conveniencia de Mario Antonio Caballero, quien me dicen que se embolsa y reparte millones de pesos, logrado gracias a cochupos con empresarios con intereses dentro de la máxima casa de estudios.
La movilización ciudadana en contra de Graco fue correctamente abanderada por Gerardo Becerra quien, a costa del prestigio personal y familiar, se ha mantenido en la lucha, esa lucha que cada día se ve más difícil ganar, luego de que se dejó su rumbo estratégico en manos de un sujeto como Sicilia.
La participación del Obispo Diocesano, Ramón Castro, me parece correcta y consecuencia de esa persecución de que lo ha hecho objeto el tabasqueño más odiado en Morelos, Graco Ramírez quien no ha dudado en intervenir en asuntos propios de la jerarquía católica en la región.

Ojalá me equivoque, pero creo que el resultado de esa marcha, va a ser un paquete de buenos propósitos y compromisos a nunca cumplirse. De lo que estoy seguro, es de que Graco Ramírez va a terminar sus días encarcelado, porque la mentira, el delito y el abuso pueden viajar mil años, pero la verdad y la justicia, en un segundo les alcanzan. 

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