martes, 17 de julio de 2018


TERTULIA POLÍTICA

El burro que tocó la flauta

Pedro Martínez Serrano
Casos han sido muchos, en 1988, cuando un modesto empleado del ya desaparecido supermercado Comercial Mexicana se convirtió en diputado federal, dejando en el camino al poderosísimo dirigente estatal de la CTM, Gonzalo Pastrana Castro. Más tarde en el año 2000, la ola de Vicente Fox arrastró a posiciones de elección popular a un numeroso grupo de improvisados, que lo único que aprendieron fue a hacer dinero y a arrodillarse a la componenda con el poder.
        Ahora, el pasado 1 de julio, gracias a Andrés Manuel López Obrador, ganaron escaños en el senado, borrachillas improvisadas y bravuconas, bajunas y mal habladas, como Alejandra León en Mexicali; o representantes de la traición y el sablazo, como la también peladita y vulgar, Lucía Meza, la mujer que Graco Ramírez tanto quiere y que Rodrigo Gayosso tanto ocupa.
        Lo anterior podría ser lo de menos, lo demás, es el caso de un tal Lobito, un sujeto llamado Francisco Antonio Villalobos Adán, a quien se registró como relleno en la fórmula para la presidencia municipal de Cuernavaca y, luego de que José Luis Borbolla, fue desconocido como candidato, presuntamente por no haber renunciado a tiempo a la presidencia del PES… ¡Sorpresa!, el Lobito se despertó siendo alcalde electo. Igualito que el asno de la parábola del burro que tocó la flauta.
        Hoy, Cuernavaca presenta señales de choque entre el comité nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que preside Citlali Ibáñez Camacho, alias Yeidckol Polevnsky Gurwitz que, de buenas a primeras vino a enfrentar a los cuernavacenses y a levantar la mano a aquel sujeto que no representa ningún otro interés que el del Diario de Morelos, y junto con ese pasquín, apuntala la voracidad de los directivos que, en los años más recientes se han convertido en una pandilla de extorsionadores, pero también en empleados de Graco Ramírez quien me dicen que es el verdadero dueño de la empresilla de quinta.
        La tal Yeidckol, sin conocer; sin haber visto en su vida al mamarracho apodado El Lobito¸vino y soltó: “en Cuernavaca, tenemos presidente municipal de lujo”.
Tal afirmación, la hizo la presidenta nacional de Morena, al reunirse en Xochitepec, con estructuras y presidentes municipales, diputados locales, diputados federales y senadores electos, en donde refrendó su apoyo a Francisco Antonio Villalobos Adán.
Y obvio, en el evento estuvo Rabindranath Salazar Solorio, el Coordinador Estatal de programas sociales, designado por el mismísimo Andrés Manuel López Obrador, quien se ha empezado a mostrar como el enemigo número uno de Cuauhtémoc Blanco Bravo; el ejemplo más claro, es lo ocurrido en Xochitepec, en donde evidenció que irá en contra de todo aquello que disponga el futbolista, como llama despectivamente a gobernador electo de Morelos.
Lo que desconoce la señora que preside Morena, por imposición de Andrés Manuel, es que el tal Lobito, es un vulgar extorsionador que a su paso por el ayuntamiento de Cuernavaca, se trepaba en la camioneta con los inspectores y se ponía al frente de la extorsión a establecidos irregulares y de las corretizas a ambulantes muertos de hambre que salen a la calle a vender cualquier fritanga, para llevar la comida a su familia.
No sólo eso, el enfrentamiento que decidió Rabindranath con Cuauhtémoc, lo llevó a violentar los compromisos que abanderó el tabasqueño: No mentir, no robar y no traicionar. Los ejemplos a la mano: ya está vendiendo posiciones en las delegaciones federales, que ahora serán coordinaciones y, obvio, se empezó a reunir con empresarios “honestos”, dos de ellos de los que trabajaron con Graco, sólo que con otro registro, pero con las mismas mañas.
No más como adelanto, ahí les va a los seguidores del “honestísimo” orgullo de Tejalpa: las reuniones que ha sostenido con los interesados en “ayudar” a Andrés Manuel, han sido en una casa en Ávila Camacho y quien funge como acomedido enlace, es Carlos Riva Palacio Thán quien, por cierto, va a aparecer en alguna posición federal en Morelos, al igual que la ex regidora de Cuernavaca, en el trienio de Manuel Martínez Gartrigós, Vera Sisniega.
Por cierto, un amigo muy cercano, radicado fuera del estado hace más de dos décadas, apostó 50 mil pesos a que el tal Lobito no toma posesión y, si llega a rendir protesta, no tarda 30 días en el cargo.

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