TERTULIA POLÍTICA
Graco / Gayosso / Los últimos coletazos
La razón es simple, Villarreal
tiene
la experiencia en finanzas para detectar fácilmente
los faltantes y desvíos financieros en los que incurrió
el gobierno de Graco Ramírez, cuantificado
en más de 12 mil millones de pesos
la experiencia en finanzas para detectar fácilmente
los faltantes y desvíos financieros en los que incurrió
el gobierno de Graco Ramírez, cuantificado
en más de 12 mil millones de pesos
Pedro Martínez Serrano
Después del resultado electoral de
primero de julio, cuando Cuauhtémoc
Blanco Bravo se levantó con una aplastante victoria para gobernar Morelos,
durante el sexenio 2018-2024; tanto Graco
Ramírez Garrido, como el presidente local del PRD Matías Quiroz Medina, coincidieron en señalar que no eran tiempos
de revanchas, sino de construcción de acuerdos para la gobernabilidad.
Con
ese tono casi sacerdotal que emplea el tabasqueño antes de consumar una
traición, luego de conocer el triunfo de Andrés
Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Blanco,
se apresuró a construir un mensaje de pluralidad, respeto a la decisión de las
mayorías y, obvio, que le permitiera tender un puente de plata, un salvoconducto
para, llegado el momento, emprender la huida, con alguna ventaja personal:
“Quien
gobierna tiene la obligación de sumar y gobernar para todos, estoy cierto, por mi propia experiencia política, que la venganza es estéril (…) pero
cada quien fija sus prioridades y, la sociedad, no tengo duda, juzgará en su
momento”.
Mentiroso,
prepotente, vengativo y traicionero, como lo ha sido a lo largo de su historia
personal, el todavía gobernador, afirmo en rueda de prensa haber llamado al
equipo del gobernador electo, a efecto de construir las respectivas comisiones,
generar un acercamiento y coordinar los trabajos de entrega recepción de la
administración saliente a la entrante. Graco
se apresó, a mostrarse con los morelenses, como no es, como nunca ha sido:
respetuoso y político responsable y con una visión de estado.
Y, en atención
a los protocolos propios de un cambio de administración, el miércoles 4 de
julio, a las 10 horas asistieron a la secretaria de Gobierno, José Manuel Sanz, Alejandro Villarreal,
Mirna Zavala y los hermanos Samuel y Cipriano Sotelo, representando a la comisión del gobernador
entrante; por el lado de Graco Ramírez,
los recibieron Ángel Colin, Fernando Solís, Anuar Cianci y Adriana Flores
en representación.
Al término de
la reunión, que duro escasos quince minutos, los asistentes coincidieron que se
trató de un primer acercamiento informal, hasta en tanto el gobernador electo
recibiera por IMPEPAC su constancia de mayoría, y solo después de esto se
reanudarían los trabajos formales de entrega recepción.
Los
entrevistados principales Ángel Colin
y José Manuel Sanz en representación
de sus respectivas administraciones, refirieron que la reunión fue de respeto
mutuo y de colaboración institucional, con la finalidad de facilitar los
trabajos, acordando mantener una relación estrecha entre ambas comisiones, para
llevar a buen puerto la entrega recepción de la administración del gobierno
saliente.
No obstante
tal acercamiento y acuerdo de civilidad, el gobierno de Graco Ramírez no deja de dar
coletazos, pues al día siguiente de la reunión, la presidenta del Tribunal
Superior de Justicia María del Carmen
Verónica Cuevas, incondicional de Rodrigo
Gayoso y del propio Graco, ordenó
la remoción del juez Job Maldonado,
de Juicios Orales, de Cuernavaca a Jonacatepec, por haber dilatado el proceso
penal contra Alejandro Villarreal Gasca,
acusado por el gobierno en funciones por el delito de peculado, designando en
su lugar a la Juez de consigna Elvia
Terán Peña, quien tiene la encomienda
de agilizar y perjudicar a Villarreal de forma pronta.
Y
aunque Graco se ha dedicado a
perseguir a Alejandro Villarreal,
hoy pone acento en el tema, él como Rodrigo
Gayosso, saben que el seguro secretario de Hacienda del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, dispone del talento
y conocimientos financieros y administrativos, para detectar el multimillonario
saqueo en que incurrieron.
El
golpeteo me parece hasta ingenuo y desesperado tanto de Graco, como de la presidente del Tribunal Superior de Justicia Verónica Cuevas, quien así compra
pasado y le apuesta al pleito, con el hombre de más confianza de Cuauhtémoc Blanco y José Manuel Sanz.
La acusación contra Villarreal, la hizo públicamente Graco Ramírez en distintos medios masivos de comunicación, recién
llegado al gobierno al señalar que metería a la cárcel a servidores públicos
del gobierno saliente de Marco Adame,
refiriéndose de forma especial al entonces secretario de finanzas Alejandro Villarreal Gasca.
La promesa se
cumplió a medias, porque el fiscal judicializó una carpeta de investigación
contra Villarreal por el delito de
peculado, acusado de haber firmado un contrato por 400 millones de pesos a
favor de una empresa contratada para armonizar la contabilidad de los gobiernos
estatal y federal, pero, nunca pudo
meterlo a la cárcel, porque el delito es inexistente y no es calificado de
grave por la Ley penal.
Ese caso, que
durmió el sueño de los justos por más de cuatro años, ayer de forma sospechoso
se volvió a activar para enjuiciar a Alejandro
Villarreal.
La razón de lo
anterior es muy simple, Villarreal
tiene la experiencia en finanzas para detectar fácilmente los faltantes y desvíos
financieros en los que incurrió el gobierno de Graco Ramírez, cuantificado en más de 12 mil millones de pesos.
Frente a lo
anterior, cuando el gobierno saliente se percató que Villarreal Gasca integrará la comisión financiera, el pánico se
apoderó de los incondicionales de Graco,
pretendiendo evitar su llegada impulsando su proceso penal.
Abogados
especialistas en derecho penal, consultados por Tertulia Política afirman que la acusación contra Villarreal se caerá por carecer de
fundamento legal, toda vez que no es delito firmar un contrato que deriva de un
mandato de la dirección de adjudicaciones del gobierno, como ocurrió en este
caso, lo que presupone se sustenta en venganzas políticas, más que en normas
legales.
El reportero
conoció de primera mano, por comentario del mismísimo Graco Ramírez, que siendo senador y candidato a gobernador de
Morelos, invito a Villarreal Gasca a
sumarse a su campaña, lo que no aceptó Alejandro
y, cuyo desdén motivó la acusación
penal y la persecución en su contra.
Quien conoce a
Graco, sabe que no perdona desaires
y este es un claro ejemplo, de ahí sus últimos
coletazos. Sobre todo que ahora será él quien deberá buscar a toda costa
librarse de la cárcel y para eso necesita fuera de las comisiones a Villarreal.
Lo grave del
caso es que la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Carmen Cuevas se presta al madruguete,
a sabiendas que a Graco le quedan
menos de tres meses de gestión y olvida o desconoce, la influencia de Villarreal Gasca en el gobierno que
inicia el 1 de octubre próximo.
La fiscal del
caso Eva María Ríos no quedo exenta
del regaño, se supo que el fiscal general Uriel
Carmona, la mandó llamar a su oficina, le pidió su renuncia y le arrebató
la carpeta de investigación, para dársela a otro fiscal, con la instrucción de
endurecer y agilizar la persecución contra Villarreal.
El animal
sigue vivo, aunque le resten solamente menos de tres meses de vida, aún tira coletazos.
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