Seguridad / Educación
Pedro Martínez Serrano
El tema de la inseguridad golpea
a todo el país y en Morelos se multiplican los grupos criminales de todo tipo.
Roba carros, narcotraficantes, extorsionadores, secuestradores, tratantes de
blancas y raterillos de poca monta que, en volumen, constituyen una plaga
difícil de contener.
Todos
interactúan, se ponen de acuerdo. Cambian droga por carros; se pasan tips unos
y otros, los tiradores de droga le dicen a los que secuestran quiénes tienen
para pagar, como también a quiénes pueden cobrar piso; los tratantes de
blancas, como se llama a quienes explotan normalmente a mujeres con fines
sexuales, las reclutan en picaderos, lo mismo de barriada, que de colonias de
medio pelo. Todos los criminales caminan de la mano.
¿Y el estado?,
pues el estado dispone de presupuesto y de estructuras oficiales como la
Comisión Estatal de Seguridad Pública, al mando del Vice Almirante José Antonio Ortiz Guarneros, que es
muy poco lo que alcanza a hacer, por dos razones sencillísimas: primero, no
conoce el Estado, como tampoco a su gente; sale a la calle y no sabe quién es
quién; su idea de que las estrategias de escritorio son suficientes para el
combate a la delincuencia, es equivocada y; segundo, la prevención es letra
muerta; no hay ningún programa enfocado a la prevención del delito y, si lo
hay, sólo él lo conoce.
Más:
Conozco el interés
del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, de aplicar un sólido programa de educación
para la prevención del delito, en el cual participen todas las dependencias del
Estado, sin embargo veo que quienes deben generar los productos destinados a recuperar
la seguridad, a lo que se dedican es a simular y cuidar sus cargos. Lo que
menos les importa es el compromiso del mandatario estatal con la población.
Y es que el señor
Blanco Bravo lo reitera en todos los
frentes en que se le aborda el tema: la inseguridad se combate con educación y,
efectivamente, no es un tema de policías y ladrones. Me tocó escuchar que
cuando chamaco, en el barrio de Tepito, pasó su infancia a un costado de una
vecindad en donde se vendía de todo y para todos los gustos; los que operaban
esos grupos, a su paso, saludaban lo mismo a su mamá, doña Hortensia Bravo, que a sus hermanos, sabían que ellos, sus
familiares no tenían ninguna adicción.
Lamentablemente
en Morelos, la educación está en manos de simuladores, oportunistas y
traidores. El Secretario de Educación, Luis
Arturo Cornejo, lo que menos quiere es que se acuerden de él; es ya un
hombre viejo y cansado que está cuidando jubilarse con el mayor ingreso; luego entonces,
que no lo despierten, para que se ponga a trabajar.
Eliacín Salgado de la Paz, el TODAVÍA
director (del aeropuerto denominado) Instituto de Educación Básica del Estado
(IEBEM) es un sujeto traicionero y mentiroso; una malinche que a su espalda,
apuñala a quienes lo colocaron en el cargo que ahora ocupa, para andar de
edecán del comisionado presidencial, Hugo
Eric Flores Cervantes, el mismo que además de desconocer Morelos y a su
gente, piensa que va a hacer lo mismo que cuando, en la legislatura federal anterior,
se le iba encima, intentaba GOLPEAR A MUJERES, diputadas federales del PES. Fui
testigo de ello.
El sector
educativo en la entidad, camina sólo y a contracorriente, con el intento
permanente de quienes están frente a grupo, de remontar la estupidez y la
voracidad de quienes lo encabezan, Luis
Arturo Cornejo y Eliacín Salgado.
Ni uno, ni otro, se preocupan por la prevención del delito, como un instrumento
diseñado para la entidad y aplicado de acuerdo al perfil comunitario.
Creo que en 5
meses, ya se probó a todos, especialmente a los incapaces, oportunistas y
traicioneros, a los que siento que les van a empezar a dar las gracias por su
participación, para pedirles que no causen más daño.
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