miércoles, 13 de marzo de 2019

TERTULIA POLÍTICA

Seguridad / Educación

Pedro Martínez Serrano
El tema de la inseguridad golpea a todo el país y en Morelos se multiplican los grupos criminales de todo tipo. Roba carros, narcotraficantes, extorsionadores, secuestradores, tratantes de blancas y raterillos de poca monta que, en volumen, constituyen una plaga difícil de contener.
Todos interactúan, se ponen de acuerdo. Cambian droga por carros; se pasan tips unos y otros, los tiradores de droga le dicen a los que secuestran quiénes tienen para pagar, como también a quiénes pueden cobrar piso; los tratantes de blancas, como se llama a quienes explotan normalmente a mujeres con fines sexuales, las reclutan en picaderos, lo mismo de barriada, que de colonias de medio pelo. Todos los criminales caminan de la mano.
¿Y el estado?, pues el estado dispone de presupuesto y de estructuras oficiales como la Comisión Estatal de Seguridad Pública, al mando del Vice Almirante José Antonio Ortiz Guarneros, que es muy poco lo que alcanza a hacer, por dos razones sencillísimas: primero, no conoce el Estado, como tampoco a su gente; sale a la calle y no sabe quién es quién; su idea de que las estrategias de escritorio son suficientes para el combate a la delincuencia, es equivocada y; segundo, la prevención es letra muerta; no hay ningún programa enfocado a la prevención del delito y, si lo hay, sólo él lo conoce.
Más:
Conozco el interés del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, de aplicar un sólido programa de educación para la prevención del delito, en el cual participen todas las dependencias del Estado, sin embargo veo que quienes deben generar los productos destinados a recuperar la seguridad, a lo que se dedican es a simular y cuidar sus cargos. Lo que menos les importa es el compromiso del mandatario estatal con la población.
Y es que el señor Blanco Bravo lo reitera en todos los frentes en que se le aborda el tema: la inseguridad se combate con educación y, efectivamente, no es un tema de policías y ladrones. Me tocó escuchar que cuando chamaco, en el barrio de Tepito, pasó su infancia a un costado de una vecindad en donde se vendía de todo y para todos los gustos; los que operaban esos grupos, a su paso, saludaban lo mismo a su mamá, doña Hortensia Bravo, que a sus hermanos, sabían que ellos, sus familiares no tenían ninguna adicción.
Lamentablemente en Morelos, la educación está en manos de simuladores, oportunistas y traidores. El Secretario de Educación, Luis Arturo Cornejo, lo que menos quiere es que se acuerden de él; es ya un hombre viejo y cansado que está cuidando jubilarse con el mayor ingreso; luego entonces, que no lo despierten, para que se ponga a trabajar.
Eliacín Salgado de la Paz, el TODAVÍA director (del aeropuerto denominado) Instituto de Educación Básica del Estado (IEBEM) es un sujeto traicionero y mentiroso; una malinche que a su espalda, apuñala a quienes lo colocaron en el cargo que ahora ocupa, para andar de edecán del comisionado presidencial, Hugo Eric Flores Cervantes, el mismo que además de desconocer Morelos y a su gente, piensa que va a hacer lo mismo que cuando, en la legislatura federal anterior, se le iba encima, intentaba GOLPEAR A MUJERES, diputadas federales del PES. Fui testigo de ello.
El sector educativo en la entidad, camina sólo y a contracorriente, con el intento permanente de quienes están frente a grupo, de remontar la estupidez y la voracidad de quienes lo encabezan, Luis Arturo Cornejo y Eliacín Salgado. Ni uno, ni otro, se preocupan por la prevención del delito, como un instrumento diseñado para la entidad y aplicado de acuerdo al perfil comunitario.
Creo que en 5 meses, ya se probó a todos, especialmente a los incapaces, oportunistas y traicioneros, a los que siento que les van a empezar a dar las gracias por su participación, para pedirles que no causen más daño.


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