TERTULIA POLÍTICA
El Lobito y el Coyote
Pedro Martínez
Serrano
Daniel Miranda, Bulmaro Hernández y el difunto, Ismael Mojica |
El presidente municipal de
Cuernavaca, Antonio Villalobos Adán,
reedita la historia de Manuel Martínez
Garrigós; él fue quien gobernó la ciudad y su hermano José, el que coyoteó y saqueó al ayuntamiento; hoy, me dicen que el
“coyote del Lobito”, es precisamente su consanguíneo Pablo Rubén Villalobos Adán. Con él se arregla todo, la basura, el
agua, los contratos y, todo a espaldas del alcalde o con una versión deforme.
Lo
que ocurre en el tema de la basura, es el ejemplo a la mano de que en el
ayuntamiento de Cuernavaca, los axiomas de Andrés
Manuel López Obrador, no robar, no mentir y no traicionar, son letra muerta.
Los negocios
se hacen con el aval del “Coyote” Villalobos,
y en el entramado participan Javier
Bolaños Aguilar, miembro de cúpula del cártel del agua, que opera y estafa en varios estados del país; Alejandro Flores Archer, secretario de
finanzas del municipio y parte del bloque de veracruzanos llegados a Morelos, cuando
Sergio Estrada Cajigal, siendo
alcalde, les abrió la puerta en Cuernavaca.
Por el lado
del servicio, actúa desde los sótanos del municipio, dividiendo, sobornando,
persuadiendo a billetazos; siempre a escondidas, el camionero Daniel Miranda MOJICA, “El Torcido”.
En el colmo de
la desfachatez, Miranda ocupa como
prestanombres de su empresa, KS Ambiental, a su yerno Karlos y a su hija
Slendi, a quienes emplea para facturar los 19 millones 700 mil pesos al mes, 5
millones 700 mil pesos más que en diciembre de año anterior, cuando se
facturaban 14 millones.
Hasta el
cierre del año fiscal 2018, Daniel mantuvo
la operación del servicio en Cuernavaca, cuya concesión se supone le fue
aginada a su difunto sobrino, Ismael Mojica,
asesinado en Vista Hermosa, por un pleito de familia vinculado al tema de la
basura. Se supone que le hacía cuentas a la viuda.
Hoy, me hablan
de una repartición millonaria entre tres o cuatro personas, no más; a los
regidores les ocultan números y dinero, que se supone que contabilizan como si
les fuera entregado. Bueno, en la repartición incluyen hasta a representantes
del cabildo, que estoy seguro que no caerían en una tentación de ese tipo, por una
sencilla razón. Están impedidos a entrar en juegos de (anti) corrupción.
Una fuente
altamente confiable, me asegura que Daniel
Miranda y su “cobrador” Paul
Vizcarra, aprovechan la operación del servicio, para cucharear bien y
bonito; inflan la cantidad de basura domiciliaria levantada, cobran servicios
particulares y… “acarrean materiales peligrosos, de esos que se disputa el
narcotráfico”. Puro ganar-ganar.
Una más, hace
un par de días, me buscó un directivo de la Cadena Comercial Oxxo, S.A. de C.V.,
para comentarme que gente de la empresa denominada Dekada, presuntamente propiedad de Paul Vizcarra, para ofrecer el servicio de recolección de basura.
La respuesta
de la empresa fue sencilla: inscríbase para licitar y si en las oficinas
centrales lo deciden, se les da el servicio que significaba decenas de miles de
pesos mensuales, sólo en Cuernavaca, Jiutepec, Temixco y Emiliano Zapata, cuya
recolección se haría con la infraestructura que paga el ayuntamiento de
Cuernavaca. Así lo hacen con muchas empresas.
Seguramente el
presidente Andrés Manuel López Obrador,
no sabe lo que ocurre en Cuernavaca, en donde la otoñal y proclive a desplantes
y satisfactores primaverales, Yeidckol
Polevnsky vino a dar la cara y a hablar de honestidad, que está muy lejos
de existir, pero también a hablar de simpatía presidencial.
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