viernes, 22 de marzo de 2019


TERTULIA POLÍTICA

El Lobito y el Coyote

Pedro Martínez Serrano
Daniel Miranda, Bulmaro Hernández
y el difunto, Ismael Mojica
El presidente municipal de Cuernavaca, Antonio Villalobos Adán, reedita la historia de Manuel Martínez Garrigós; él fue quien gobernó la ciudad y su hermano José, el que coyoteó y saqueó al ayuntamiento; hoy, me dicen que el “coyote del Lobito”, es precisamente su consanguíneo Pablo Rubén Villalobos Adán. Con él se arregla todo, la basura, el agua, los contratos y, todo a espaldas del alcalde o con una versión deforme.
        Lo que ocurre en el tema de la basura, es el ejemplo a la mano de que en el ayuntamiento de Cuernavaca, los axiomas de Andrés Manuel López Obrador, no robar, no mentir y no traicionar, son letra muerta.
Los negocios se hacen con el aval del “Coyote” Villalobos, y en el entramado participan Javier Bolaños Aguilar, miembro de cúpula del cártel del agua, que opera y estafa en varios estados del país; Alejandro Flores Archer, secretario de finanzas del municipio y parte del bloque de veracruzanos llegados a Morelos, cuando Sergio Estrada Cajigal, siendo alcalde, les abrió la puerta en Cuernavaca.
Por el lado del servicio, actúa desde los sótanos del municipio, dividiendo, sobornando, persuadiendo a billetazos; siempre a escondidas, el camionero Daniel Miranda MOJICA, “El Torcido”.
En el colmo de la desfachatez, Miranda ocupa como prestanombres de su empresa, KS Ambiental, a su yerno Karlos y a su hija Slendi, a quienes emplea para facturar los 19 millones 700 mil pesos al mes, 5 millones 700 mil pesos más que en diciembre de año anterior, cuando se facturaban 14 millones.
Hasta el cierre del año fiscal 2018, Daniel mantuvo la operación del servicio en Cuernavaca, cuya concesión se supone le fue aginada a su difunto sobrino, Ismael Mojica, asesinado en Vista Hermosa, por un pleito de familia vinculado al tema de la basura. Se supone que le hacía cuentas a la viuda.
Hoy, me hablan de una repartición millonaria entre tres o cuatro personas, no más; a los regidores les ocultan números y dinero, que se supone que contabilizan como si les fuera entregado. Bueno, en la repartición incluyen hasta a representantes del cabildo, que estoy seguro que no caerían en una tentación de ese tipo, por una sencilla razón. Están impedidos a entrar en juegos de (anti) corrupción.
Una fuente altamente confiable, me asegura que Daniel Miranda y su “cobrador” Paul Vizcarra, aprovechan la operación del servicio, para cucharear bien y bonito; inflan la cantidad de basura domiciliaria levantada, cobran servicios particulares y… “acarrean materiales peligrosos, de esos que se disputa el narcotráfico”. Puro ganar-ganar.
Una más, hace un par de días, me buscó un directivo de la Cadena Comercial Oxxo, S.A. de C.V., para comentarme que gente de la empresa denominada Dekada, presuntamente propiedad de Paul Vizcarra, para ofrecer el servicio de recolección de basura.
La respuesta de la empresa fue sencilla: inscríbase para licitar y si en las oficinas centrales lo deciden, se les da el servicio que significaba decenas de miles de pesos mensuales, sólo en Cuernavaca, Jiutepec, Temixco y Emiliano Zapata, cuya recolección se haría con la infraestructura que paga el ayuntamiento de Cuernavaca. Así lo hacen con muchas empresas.
Seguramente el presidente Andrés Manuel López Obrador, no sabe lo que ocurre en Cuernavaca, en donde la otoñal y proclive a desplantes y satisfactores primaverales, Yeidckol Polevnsky vino a dar la cara y a hablar de honestidad, que está muy lejos de existir, pero también a hablar de simpatía presidencial.

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