TERTULIA POLÍTICA
Convulsiona Morelos / Cuauhtémoc / Gayosso
Pedro Martínez
Serrano
Lo que hoy pasa en nuestra
entidad, cuando ríos de sangre inundan las calles de los 33 municipios, y sus
colonias y poblados se convierten en tiraderos
de cadáveres a cielo abierto, es atizado por la locura e irresponsabilidad
de quien desgobierna, el tabasqueño Graco
Ramírez que, junto con su hijastro, el vengativo, traicionero y ladrón, Rodrigo Gayosso, se han convertido en
la peor maldición que ha caído en nuestra tierra, en la pesadilla de terror y
muerte que inició el 1 de octubre de 2012.
Pero nada parece tener fin; la
locura y ambición de poder y dinero de Graco
y su familia, es decir su vengativa esposa, Elena Cepeda y su
hijastro Rodrigo Gayosso, no tienen
límites, todo quieren, de todo se adueñan, a todos pisotean y a todos
traicionan.
Ejemplo de lo anterior, es lo que
pasa en Cuernavaca, en donde el analfabeta que despacha como presidente
municipal, Cuauhtémoc Blanco está
solo, secuestrado en medio de los
intereses de los gachupines José Manuel
Sanz y Juan José Arrese y de
quien paga el panfleto radiofónico matutino, que Juanjo ocupa como arma
extorsionadora, el presidente estatal del PRD, Rodrigo Gayosso.
Y es precisamente el dirigente
del PRD, el mismo que el primero de julio de este año asumió el control del
ayuntamiento, luego de someter a José
Manuel Sanz y sacar de la nómina municipal a todo lo que oliera a complicidad
con los hermanos Roberto y Julio Yáñez Moreno, quien ordenó a sus
gatos en el municipio, un grupo de regidores, que iniciarán ante el Congreso
del Estado, el proceso para separar del cargo a Cuauhtémoc Blanco.
El argumento legal para iniciar
aquel proceso es lo de menos, lo de más, es el servilismo perruno con que
actúan los diputados que compró Rodrigo
Gayosso hace unos días, para complacerlo. Igual Julio Espín Navarrete, el ex priísta, ex nuevoaliancista y ahora comprometido perredista, presidente de
la Junta Política y de Gobierno, que la tal Silvia Irra Marín, que se apresuraron a dar cause a la solicitud
presentada por el regidor Pedro Ramón
Linares Manuel, en contra de Cuauhtémoc
Blanco.
En este tema, hay que destacar las consecuencias que pagarán Graco
Ramírez y Rodrigo Gayosso, en
caso de que el capricho del hijastro fructifique y, entonces, Cuauhtémoc se dé cuenta de que está
absolutamente solo, porque hasta José
Manuel Sanz sirve ya a Gayosso,
por eso el gachupín está dejando hacer y pasar todo lo que le ordenen los
enviados del presidente perredista.
Lo peor que va a ocurrir al
tabasqueño y a su hijastro, es que Cuauhtémoc
decida sacudirse a tanto imbécil que lo está traicionando y solo, se decida a
echar mano de poder mediático que posee a nivel nacional e internacional y
exhiba todo aquello que lo obligaron a hacer lo mismo Gayosso, por medio de Jorgito
Meade González, que Juan José
Arrese, a través de su cómplice, José
Manuel Sanz.
El presidente municipal Blanco Bravo está absolutamente solo;
porque todos los mandos en el ayuntamiento, responden a intereses de terceros,
que no coinciden con los suyos, pero si con los del presidente del PRD que mantiene
a su operador político Demetrio Chavira
de la Torre, como Secretario de Desarrollo Social en el municipio, en cuya
dependencia mantiene enchufados a decenas de aviadores que sirven sólo al
perredismo.
El escándalo que anuncia la estupidez
de Rodrigo Gayosso es de
proporciones mayúsculas y va a arrastrar a muchos a su paso, especialmente a
los diputados que hoy le sirven en el Congreso del Estado que, presurosos y
serviles, tratan de complacerlo. Van a complacerlo con la acción en contra del
futbolista tonto que despacha como alcalde.
Lo primero que deberán responder
el presunto socio de narcotraficantes, Julio
Espín Navarrete, como el borrachales Jaime
Álvarez y la tal Silvia Irra, es
por qué en contra de Cuauhtémoc si y
en contra de Graco Ramírez no, a
pesar de las probadas raterías y abusos de poder en que ha incurrido; incluso
en la complicidad por omisión de tanto asesinato y secuestro en agravio de los
morelenses.
Es aquí en donde se pondrá en
evidencia el alcance corruptor y destructor de la Nómina Gayosso.
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