TERTULIA POLÍTICA
Incendio electoral / Morena / PES / Alcalá
Pedro Martínez
Serrano
El proceso electoral en Morelos
arde y amenaza con una conflagración de proporciones mayúsculas, en el que las
consecuencias podrían ser hasta la anulación; por un lado en el PRI, la
permanencia de su presidente Alberto
Martínez y de su secretaria general, Marisela
Velázquez, se mantiene con alfileres; en el Partido Verde, Faustino Estrada vendió la franquicia a
Rodrigo Gayosso, para que colocara
candidatos a placer, ahí está la señora Nadia
Lara Chávez, quien, llegado el momento, va a pedir el voto a favor del PRD.
Los
problemas están en todos los partidos de buen tamaño, incluido el de la Acción
Nacional, en donde su presidente, el ventajoso mozalbete Juan Carlos Martínez Terrazas, vio primero la forma de colocar a
sus parientes en las posiciones seguras, en las plurinominales y, lo demás, le
valió soberanamente madre. Traicionó incluso el ingeniero Oscar Cano, con tal de acomodar las cosas a gusto de Gayosso, quien le aseguró la
candidatura a la presidencia municipal de Cuernavaca, al veracruzano ladrón, Javier Bolaños Aguilar.
Pero
si creíamos que ya todo estaba visto, pues no, precisamente en la coalición de
los partidos Morena-PES-PT, las cosas se están complicando, a consecuencia de
las reparticiones bajo la mesa que se realizan entre los representantes de
tales fuerzas políticas.
Y
es precisamente el partido que postula a Cuauhtémoc
Blanco, el de Encuentro Social,
el que le complica las cosas al mundialista, pues su presidente, José Luís Gómez Borbolla, hijo político
y hechura a imagen y semejanza de Francisco
Moreno Merino, el diputado local que ya se encuentra en la Ciudad de
México, dice él que en el equipo de José
Antonio Meade.
Pues
bien, el tal Gómez Borbolla, que
primero se quiso colar como candidato a presidente municipal de Cuernavaca, a
cambio de lo que fuera; al costo que fuera, ahora parece que concretó, junto
con su ex cuñado, Sergio Estrada, la
imposición del alcohólico y dicen que hasta adicto al tracatrán (como llaman
los consumidores a la cocaína), Gilberto
Alcalá Pineda, un árbitro morelense al que le atribuyeron la gran cualidad:
“es muy amigo del Cuau” ─como
llama Borbolla a Cuauhtémoc Blanco─;
es una orden de José Manuel Sanz, les dijo en la mesa,
tal como me lo confió uno de los presentes.
(Por
cierto, me platicaron lo que yo ya
antes presencié en una cafetería de la Avenida Teopanzolco, que el
ChoChe, es muy bueno para parodiar (para pitorrearse) del candidato a
gobernador, Cuauhtémoc Blanco; lo
deberías de ver, dijo a carcajadas quien me contó la escena: hasta se joroba y
camina igualito; ah, claro, le sale único, ese tonito de tepiteño que le ponen
en la televisión al alcalde) Pero también el señor (José Manuel) Sanz es
remedado por Borbolla; para acentuar
el estilo español, me contó a carcajadas quien me deslizó esa historia, hasta
un puro pidió en una mesa cercana; se para y desgarra la imagen del secretario
técnico del ayuntamiento)
Quien me contó las andanzas
del señor Gómez Borbolla, lo conoce desde sus años de infancia; lo conoce perfectamente
y, aunque “estamos distanciados, la relación con amigos mutuos, nos obliga a
encontrarnos”. Pero lo que si es cierto, es que ese ChoChe, no es leal a nadie, menos “a quienes ni conoce, ni les debe
nada”, como el mismo repite: “A quien menos le debemos es a Hugo Eric Flores”, de quien también
hace escarnio y con sonoras carcajadas suelta: “según muy santurrón, pero no
puede pasar una nalgona, porque se la traga con la mirada”.
Hoy, los problemas que
enfrenta Morena, por la designación
de candidatos, se agudizará en cuanto se anuncie que por acuerdo con Encuentro Social
y el Partido del Trabajo, se decidió que el candidato a presidente municipal de
Cuernavaca, será Gilberto Alcalá Pineda.
Mientras
eso sucede, los minutos de Borbolla
están contados al frente de Encuentro
Social en Morelos y, sin duda
alguna, va a terminar en el equipo de campaña de Rodrigo Gayosso, quien, por cierto, hoy mismo va a acreditar quién
es el nuevo dueño del Partido Verde, con el registro de los candidatos a
diputados locales que van solos.
Y mientras,
sin que José Luis Gómez Borbolla,
tenga siquiera acceso a la casa de campaña, allá en la Primera Calle de
Motolinia; en donde hace décadas fue el restaurante La Tablita, quienes trabajan en la coordinación de la campaña son Rafael Giménez Valdez, como coordinador
general; el mismo que trabajó durante años en el periódico Reforma haciendo encuestas
que dejaba cucharrear al PAN, (recuerdo
bien el escándalo de José Luis Durán).
Me dicen que
el hijo del Pato Giménez, acuerda y
se mueve en la organización de la campaña, en el mismo nivel que sel señor José Manuel Sanz y el candisato a gobernador, Cuauhtémoc
Blanco.
En ese mismo grupo que opera la campaña,
me dicen que también intervienen el tesorero municipal, Alejandro Villarreal, Sergio
Estrada (siempre que no traiga pegado al ChoChe) y su operador financiero, en los años de gobernador Víctor (el güero) Mercado.
Las cosas tan
marchan bien para el equipo de José Luis
Gómez Borbolla, que su “patrocinador”, Rodrigo
Gayosso ya reapareció a cuadro en el radiofónico de Juan José Arrese, el mismo locutor al que amenazó de muerte. Y
mientras él causa problemas en la coalición Morena-PES-PT, los “militantes” del
partido de Andrés Manuel López Obrador,
especialmente los de la “Nómina Gayosso”,
amenazan con reventar el registro de candidatos. (Tic… Tac… Tic… Tac)
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