TERTULIA POLÍTICA
Cuernavaca,
simulación,
latrocinio y extorsión
latrocinio y extorsión
Pedro Martínez Serrano
El ayuntamiento de Cuernavaca es
operado por grupos criminales asentados en la ciudad, a partir del 1 de enero,
cuando llegó a la titularidad el señor Francisco
Antonio Villalobos Adán, a quien acompañan en su equipo de trabajo,
simuladores, ladrones y extorsionadores.
Y
mientras ellos se enriquecen a costa de la extorsión de propios y extraños, el
cobro de piso que obligan a pagar a comerciantes de giros, cuya operación es
complicada, y prestadores de servicios, la ciudad se desmorona, se inunda de
basura, se encuentra en penumbra y convertida en un desierto en donde el agua
escasea tramposamente, un día sí y otro también.
El
ejemplo de lo anterior, lo personifican el secretario municipal, Erick Santiago Romero Benítez, un
pájaro de cuenta que hace negocios por todo y con todo y Jorge Rojas Pichardo, padrastro del señor alcalde y pareja
sentimental de su madre, Concepción Adán
Catalán, quien firma como Subsecretario de Gestión Política.
Ambos
personajes se encargaron de “socializar” el reglamento de estacionamientos; soltaron
un rabioso golpeteo mediático en contra de centros comerciales como Plaza Galerías, Averanda, Plaza Cuernavaca, Foro y Casa Blanca.
Desde
principios de julio anterior empezaron a amenazar, hasta con clausurar los
estacionamientos de las plazas comerciales, en caso de que no den cuando menos
una hora gratuita a los visitantes; “a partir de este martes (23 de julio)
estacionamientos de plazas comerciales deberán otorgar una hora gratis”,
vociferaban los hamponcetes metidos a funcionarios municipales.
El reglamento,
sus condicionantes y el rigor que advertían en su aplicación, se desvaneció de
inmediato; el tema se silenció. Hoy en todas las plazas cobran estacionamiento
y maltratan a los clientes que reclaman.
La razón:
El
administrador de una de las principales plazas comerciales de la ciudad, me
confió: “El Lobito y todos los cabrones que lo acompañan en la administración
municipal (incluido su hermano Pablo
Rubén), son extorsionadores y hampones, ahora nos cobran piso y si
queremos, si no, se acaba el arreglo y nos clausuran”
Para que los
dejaran en paz, hubo que darles de un millón y medio y dos de pesos; “Plaza Galerías entregó millón y medio
de pesos, para que dejaran de estar chingando y entrega mensual una cantidad
importante, como cada una de las plazas (no te digo cuánto damos nosotros,
porque van a saber que fui yo quien te dio la información)… Lo que es un hecho,
de que ya todos cobramos; ese reglamento es letra muerta”.
El Reglamento
de estacionamientos entró en vigor el pasado 3 de julio, recuerdan, pero
funcionó si acaso un mes y medio, mientras se hacían les negociaciones, porque
todos, absolutamente todos fueron extorsionados, sometidos y amenazados.
Hoy no hay plaza, que
otorgue un minuto de cortesía; un recorrido por cada una de ellas, basta echar
un recorrido, para acreditar que en todas, Forum, Averanda, Plaza Galerías, Plaza
Cuernavaca y más, cobran cuando menos 5 pesos.
Más:
Mientras
que en el tema de los estacionamientos, el hamponcete Erick Santiago Romero Benítez, se embolsa cuando menos un millón de
pesos; lo que cualquier plaza de las mencionadas junta cuando mucho en 5 días,
en el Sistema de Agua Potable y
Alcantrillado, empezó la rapiña, con el anuncio del cambio de motores en varios
pozos de agua, cuando en realidad lo que se ha hecho históricamente, es
echarles una reparación menor, una pintada y listo, como nuevos.
No
sólo eso, existen arreglos con plazas comerciales y negocios de alto consumo de
agua, para que mantengan tomas clandestinas: ejemplo, otra vez plazas
comerciales, restaurantes, panaderías, tortillerías y más que, de menos,
significan 100 mil pesos cada una.
El tema de la basura lo dejamos en el tintero, porque se le
van a alborotar los regidores (por aquello de la iguala mensual, que les
entrega Daniel Miranda MOJICA), como
también lo que tiene que ver con los barbacoyeros y fritangueros que vienen del
Estado de México y dejan otro medio millón de pesos, para la bolsa del alcalde
y su secretario.