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Otro peldaño a la
tiranía
En caso de aprobarse la ley que quiere sacar
adelante Morena, un funcionario le puede quitar
a un opositor, empresario que no se alinea,
o a personas que el gobierno deteste, todo su patrimonio
adelante Morena, un funcionario le puede quitar
a un opositor, empresario que no se alinea,
o a personas que el gobierno deteste, todo su patrimonio
Pablo Hiriart
Dos veces perdió la votación
Morena en la Cámara de Diputados para aprobar reformas a la Ley de
Instituciones de Crédito, y aun así no acepta la derrota: hoy se dispone a
forzar una nueva votación sobre lo mismo. Y así sucesivamente hasta que algún
día ganen.
¿Por qué es
vital para el gobierno reformar esa ley? Porque le da atribuciones a la Unidad
de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda para aplicar la
extinción de dominio a cuentas bancarias que ella misma ordene congelar por
presunciones de un ilícito.
Por la sola
presunción de la UIF, se congela una cuenta y se aplica la extinción de dominio
–el gobierno te quita el patrimonio–, sin que haya una autoridad imparcial ante
la cual defenderse.
Con ello se
borra del proceso acusación-defensa a una figura esencial en una democracia: el
juez.
La tiranía que
teje Morena no acepta derrotas legislativas. Avanza por las buenas o por las
malas.
Si pierden una
votación para imponer a la recomendada del Presidente en la Comisión Nacional
de los Derechos humanos, en contra de la ley porque Rosario Piedra no cumple
requisitos, hacen fraude.
Cuando pierden
la votación en San Lázaro para convertir a la Unidad de Inteligencia Financiera
en acusadora y juez al mismo tiempo, sus diputados se le van encima cual porros
a la presidenta de la Cámara y ordenan repetir la votación una y otra vez.
Me explico:
La reforma
plantea que la Unidad de Inteligencia Financiera pueda ordenar a un banco
congelar cuentas bancarias, que el banco avise al perjudicado, y que la UIF
pida la extinción de dominio a la Fiscalía General de la República (FGR).
Con eso violan
el artículo 14 de la Constitución, que a la letra dice: “Nadie puede ser
molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en
virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la
causa legal del procedimiento”.
Ahí está toda
la diferencia.
Con la ley que
pretende imponer Morena, se elimina la obligación de que sea “la autoridad
competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento” y se le
transfiere esa facultad al banco, que no es autoridad competente, sino un
simple particular.
De esa manera,
la UIF le ordena al banco congelar la cuenta, el banco le avisa al perjudicado
(por mail, WhatsApp o correo ordinario) y la UIF le solicita a la FGR la
extinción de dominio.
No hay
posibilidad de defenderse ante un juez.
La UIF te
acusa, el banco te notifica, y de la noche a la mañana pierdes los ahorros de
toda tu vida, por la simple presunción de Santiago Nieto y de quienes le
sucedan en el cargo en los siguientes sexenios.
En caso de
aprobarse la ley que quiere sacar adelante Morena, un funcionario le puede
quitar a un opositor, empresario que no se alinea, o a personas que el gobierno
deteste, todo su patrimonio.
Se trata de
una legislación 'soviética' y anticonstitucional.
Primero los
diputados priistas Enrique Ochoa y Dulce María Sauri, luego la diputada de
Morena, Lidia García Anaya, interpusieron una reserva a esa ley (proveniente
del Senado), para hacer obligatorio el precepto constitucional de que sea “la
autoridad competente” quien notifique y fundamente al perjudicado que su cuenta
ha sido congelada.
De esa manera
se puede acudir ante una autoridad imparcial –el juez– para entablar una
defensa.
Con esta ley
no: congela la UIF, avisa el banco, y hay que ir a la UIF a defenderse en un
plazo de diez días... a ciegas, sin conocer los motivos de la acción. Y es la
propia Unidad de Inteligencia Financiera la que procede a solicitar la
extinción de dominio a la FGR (por una presunción)
¿Y el juez? ¿Y
el debido proceso? ¿Y la Constitución?
El ciudadano
ya no se defenderá ante un juez, sino ante la UIF, que es la parte acusadora.
Con esa medida
se le está entregando al Ejecutivo el mayor instrumento de coerción sobre las
personas que hayamos conocido hasta ahora.
Incluso diputados
de Morena percibieron la atrocidad que se pretendía cometer y votaron para
frenarla. Y se frenó con 225 votos a favor y 223 en contra.
Otra vez se
votó, a ver si Morena juntaba los votos que le faltaban para ganar y pasar la
medida. Tampoco pudieron.
Y como el
Presidente los regañó en Palacio Nacional, pues se trata de una pieza
importante del andamiaje de la tiranía que construyen, hoy forzarán una nueva
votación... sobre un proyecto que ya han votado dos veces.
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