jueves, 22 de septiembre de 2016

TERTULIA POLÍTICA

mientras que el rector Vera no transparente los recursos
que le han sido asignados, de los que existe la sospecha
de que ha echado mano, como si fueran personales, pero también aclare
su relación con el 
Cártel de Juárez, su credibilidad seguirá a pique,
solo con el aplauso forzado y la amenaza reprobar
a quien no asista, seguirá nutriendo su ego movilizador

Rumbo de la UAEM

Pedro Martínez Serrano 




Ya antes he dicho que las manifestaciones, plantones y huelgas de hambre en Morelos, lo único que generan es descontento entre la población, cuyo colectivo ya no distingue entre acarreados, bravucones e ignorantes de Antorcha Campesina y supuestos grupos sociales de apoyo a la UAEM, como tampoco reconoce ese delgadísimo hilo que separa la demanda justificada, de la bravata que inyecta odio y enfrenta a los morelenses, pero que también divide y deja de lado la libertad de profesar credo, gustos y aficiones que mejor convengan a cada cual.
También he comentado en reiteradas ocasiones que los gritos, por más fuertes y desaforados que sean, como las manifestaciones, por más nutridas que se reporten (de decenas de miles, según los convocantes y unos cuántos cientos, según el gobierno del bandido, enloquecido, mentiroso y desvergonzado Graco Ramírez), no van a tener ningún efecto, por una sencilla razón, en la Ciudad de México, se escucha, pero no se atiende a los líderes emergentes de los movimientos, como tampoco al rector Alejandro Vera Jiménez a quien, además de asociarlo a cárteles criminales, lo ven como un pelele del vivales y vividor Javier Sicilia.
En la marcha que se realizó hoy, convocada presuntamente por el presidente de la Federación de Estudiantes, Israel Reyes, un muchacho taimado y oportunista, que vive del sablazo, al igual que el rector, no son más que instrumentos de saciedad de caprichos de Javier Sicilia, el mismo que los conduce en forma acelerada a un peligroso precipicio; que en el colmo de la estupidez, busca víctimas para, montado en ellas, alcanzar un boleto que le ayude a convertirse en representante popular.
Llamó poderosamente mi atención, que el discurso del rector Vera Jiménez en la Plaza de Armas, se centró en temas de derechos humanos y asuntos relacionados con víctimas del delito, como si en ese momento estuviera al micrófono la señora Rosario Ibarra, amenazando con huelgas de hambre y plantones, como los que encabezó en los 70´s, 80´s y 90´s.
Hoy, me parece que la UAEM perdió el rumbo y, de la mano y bajo el mando de Sicilia, compró una guerra ajena, que podría costar muchísimo al rector Alejandro Vera, pero también a quien lo acompañan en sus ridículos, como el que presuntamente iniciaría hoy, con la huelga de hambre.
Me parece que la que se mantiene, es una guerra que sólo reportará bajas del lado de la UAEM, cuyo rector se ha negado a asumir el liderazgo y echar mano del riquísimo activo de que dispone, con verdaderos líderes de opinión, lo mismo académicos que investigadores y no seguir al lado de payasos oportunistas como Sicilia, pero también de ladrones que se enriquecen a costa de la UAEM, gracias a donaciones y patrocinios millonarios que no llegan al objetivo para el que se hacen.
Soy un convencido de que el asunto de la permanencia de Graco Ramírez y sus rapacerías, como de cada uno de los ladrones que lo acompañan, abanderados por su hijastro Rodrigo Gayosso Cepeda, no la resolverán ni las manifestaciones, ni los plantones, ni las reiteradas incomodidades que se causan a comerciantes y vecinos del Centro Histórico, por una sencilla razón: no trascienden Tres Marías.
Su difusión en medios nacionales, es distorsionada y hasta burlona, gracias al pago ordenado por Graco, de millonarias facturas con cuenta el gobierno del Estado; la multiplicación de los reportes en redes sociales, se convulsiona sólo en los muros de residentes de la entidad y contadísimos fuera de ella.
Y reitero que soy un convencido, de que mientras el tema no convulsione y no tome como sede de la manifestación contra Graco, a la Secretaría de Gobernación y Los Pinos, el asunto seguirá igual, hasta que el tabasqueño decida irse.
Aquí no pasará nada, más allá de generar el desgaste de manifestantes, porque en la Secretaría de Gobernación, no han hecho más que burlarse de los provincianos que se emocionan, con la fotografía al lado de legisladores oportunistas y funcionarios del gobierno federal, mientras Miguel Ángel Osorio Chong y su cómplice Graco Ramírez, se pitorrean en los morelenses en El Angus Polanco.
Peor aún, mientras que el rector Vera no transparente los recursos que le han sido asignados, de los que existe la sospecha de que ha echa mano como si fueran personales, y no aclare su relación con el Cártel de Juárez, su credibilidad seguirá a pique y, solo con el aplauso forzado con la amenaza de reprobar a quien no asista, seguirá nutriendo su ego movilizador.

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