El. Regional / Opinión
En Voz alta
de poder al
intentar dar un albazo y reformar
la ley para la creación del Sistema Estatal Anticorrupción,
los legisladores perredistas trataron
de desaparecer la pieza clave del sistema,
que es la participación ciudadana,
la ley para la creación del Sistema Estatal Anticorrupción,
los legisladores perredistas trataron
de desaparecer la pieza clave del sistema,
que es la participación ciudadana,
José Luis Borbolla
La corrupción es un fenómeno complejo que ha dañado nuestra
democracia, lesionado nuestra economía, profundizando la desigualdad social e
incrementando la violencia, lacerando la confianza de las instituciones.
El gobierno de Morelos es el cuarto menos transparente del
país, de acuerdo al último informe de la Auditoría Superior de la Federación,
por lo que urge se armonice la ley para la creación del sistema estatal
anticorrupción.
El Congreso de la Unión, aprobó en mayo del 2015 la reforma
constitucional que creó el Sistema Nacional Anticorrupción ( SNA), el cual será
integrado por siete instituciones cuyas acciones se vincularán a través de un
comité coordinador: 1) Secretaría de la Función Pública; 2) una Auditoría
Superior de la Federación;3) una fiscalía superior independiente;4) el Consejo
de la Judicatura federal;5) el Instituto Nacional de Transparencia a la
Información; 6) el Tribunal de Justicia Administrativa;7) un Comité de
Participación Ciudadana.
De los sietes anteriores, el que mayor peso tiene y de mayor
importancia, es el Comité de Participación Ciudadana (por cierto, el nacional
está integrado por siete personalidades de reconocido prestigio, en el cual no
tuvo injerencia alguna el gobierno en su conformación) éste será quien presida
invariablemente la mesa rectora del sistema y participará en delinear,
políticas públicas y acciones en contra de la corrupción; es por ello que
resulta indispensable e irreductible que en Morelos, el sistema anticorrupción
cuente con un comité de participación ciudadana fuerte, como el Federal, de lo contrario, aquí,
estaremos violando la Constitución Federal.
El pasado martes el grupo parlamentario del Partido de la
Revolución Democrática (PRD) representada en el Congreso de Morelos, una vez
más demostró la ambición de poder al intentar dar un albazo y reformar la ley
para la creación del Sistema Estatal Anticorrupción, los legisladores
perredistas trataron de desaparecer la pieza clave del sistema, que es la
participación ciudadana, demostrando así su insensibilidad y evidenciando que
este partido político poco le importa la transparencia y rendición de cuentas.
Afortunadamente no se lograron los votos para dicha atrocidad, por lo que no se
descarta que los diputados intenten de nueva cuenta reformar la ley, es de suma
importancia que la sociedad estemos atentos al actuar de nuestros
representantes y exigirles que sea el mandato ciudadano su prioridad y no la
intromisión de otro poder, ya que para ello fueron votados.
Existe el antecedente en cuatro estados de la República,
Veracruz, Chihuahua, Quintana Roo y Sinaloa, en donde al igual que en Morelos
se pretendió hacerle cambios a la ley, pero fue la Presidencia de la República
quien interpuso acciones de inconstitucionalidad para evitar fuera violada
nuestra Carta Magna y se armonice en los estados como fue aprobada.
Queda claro que nuestros "representantes
populares" están obligados a dar transparencia en su actuar y solo
armonizar la ley como fue aprobada, con ello demostrarían su interés por
combatir la corrupción y no ser parte de ella, de esa forma estarían
demostrando su interés por la ciudadanía en un tema tan importante y lacerante
para todos los que aquí vivimos.
P.D.
En próximos días se nombrará a quien ocupará la silla de
Fiscal Anticorrupción, para ello se debe emitir una nueva convocatoria y
definir el procedimiento para dicho nombramiento, los aspirantes, entre los
requisitos, deberán contar con una edad mínima de 30 años, ser licenciado en
derecho, con cinco años de antigüedad, tener experiencia en materia de
transparencia y combate a la corrupción así como no haber ostentado algún cargo
directivo en algún partido político los últimos seis años, además y además
contar con buena reputación y no haber sido condenado por algún delito.
Estaremos atentos...
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