martes, 7 de febrero de 2017

TERTULIA POLÍTICA

Cofradía del saqueo
No hace falta nada más, que recordar que Morelos
es un estado en guerra; en el que en sólo 35 días,
los primeros del año, se ejecutó a más de
70 personas, convirtiendo nuestra tierra
en gigantesco cementerio a cielo abierto
Pedro Martínez Serrano
Fotos tomadas de Luis Enrique Martínez, Elías Sánchez y Arturo Iradier

Me parece hasta ocioso abordar temas de latrocinios, ejecuciones criminales, asesinatos por encargo, abandono de servicios públicos y desvergüenza, de parte de quienes conducen hoy a su antojo y conveniencia los destinos de Morelos, encabezados por el tabasqueño Graco Ramírez y por su hijastro, el ladrón, aplaudido por ladrones y desleales, Rodrigo Gayosso Cepeda.
        Sin embargo, creo que los extremos fueron rebasados y el pisoteo contra los morelenses es ya insoportable, en especial porque la cofradía del saqueo aglutina casi a todos los actores políticos de la entidad; a todos ha beneficiado la mano corruptora de Graco Ramírez. Lo mismo a diputados, que a magistrados; igual a dirigentes partidistas, que a presidentes municipales.
        Lo anterior viene a tema porque hoy en nuestra entidad, vivimos en un régimen totalitario, a cargo de un narcisista, mentiroso patológico, estafador y oportunista, que es capaz de todo a cambio de su permanencia en el poder; incluso de ser cómplice de asesinatos (por omisión o por comisión), así es Graco Ramírez quien, para tener acceso al recinto del Congreso del Estado, debe tender un cerco metálico que bloquee el libre tránsito de las personas y reforzarlo con el feroz tapizado de policías alrededor del Centro Histórico.
        El rechazo en su contra, motiva que el gobernador ya no viva, ni venga a Morelos, más que por asuntos verdaderamente inevitables, como presentar su informe de gobierno, ante un Congreso sometido y servil y grupos de funcionarios aplaudidores, serviles y agachados casi rozando con la esclavitud, como le gusta “al patrón”, al jefe de la banda.
        Hoy, consecuencia de la entrega del cuarto informe, el Centro Histórico amaneció sitiado, rodeado de un cerco metálico, muy parecido al que quiere tender su criticado y tan parecido a él, Donald Trump, a diferencia de que aquí, dejando de lado la separación de poderes, el dictadorzuelo tabasqueño, controla, somete y ordena lo mismo a los agachados y serviles diputados, que a los magistrados convenencieros y corruptos que, lo que menos ejercen es la justicia.
        No hace falta nada más, que recordar que Morelos es un estado en guerra; en el que en sólo 35 días, los primeros del año, se ejecutó a más de 70 personas, convirtiendo nuestra tierra en gigantesco cementerio a cielo abierto.
        Hay que destacar que los indicadores oficiales, con todo y el maquillaje que les aplica el Sistema Nacional de Seguridad Pública, para atenuar el terror con que se vive en Morelos, colocan a nuestra entidad, mes a mes, en los primeros lugares en cuanto a asesinatos, secuestros, robo de vehículos, asaltos y más temas que en su extraviada visión, Graco se empeña en desdeñar y su jefe de policía, Alberto Capella, en negar. Él, el tijuanense hace lo que sabe, difama, incrimina y divide a los morelenses.
        Afortunadamente día a día faltan menos, para que esta larga noche de terror, abuso y crimen termine.

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