Tertulia
Política
El
democrático volado
Pedro
Martínez Serrano
Si bien es cierto que en política no hay nada escrito,
más que lo que ya pasó y que las buenas actitudes y aptitudes, talentos y
capacidades, popularidad y honestidad, pasan a segundo término, porque dedazo
(y/o dinero) mata todo, también lo es que no hay acto más justo, por dar igualdad
de oportunidades a tod@s, como
lo es el democrático volado, en cuyo
caso, la suerte hace lo suyo y, por fuerza, debe dejar satisfechos a todos los
que aceptan participar.
Lo anterior viene a tema porque hace
unos días platiqué con mi amigo Guillermo
del Valle Reyes, sobre el futuro de su partido, el Revolucionario
Institucional (PRI), en cuanto al tema de la selección de candidat@ a
la gubernatura y, su propuesta, creo que supera las bondades que ofrece el volado, limpia sospechas de
imposición y garantiza que vaya a la contienda el más popular, sin la trampa de
las encuestas; sin el riesgo de la selección mediante delegados o consejeros,
en cuyos casos se alinea a los participantes; bueno, ni siquiera el manoseado mecanismo
de elección directa entre militantes y simpatizantes, me parece más efectivo.
Propone el ingeniero Del Valle
Reyes:
Hay que apuntar primero el nombre de
todos los que se sientan, nos sintamos con méritos y capacidad para ir a la
contienda, como candidat@ a la gubernatura (en el caso del PRI);
enlistarnos, por ejemplo:
Matías Nazario Morales, Marisela Velázquez Sánchez, Guillermo del Valle Reyes, Francisco Moreno Merino, bueno, hasta Juan Salgado Brito y (si todavía es
priísta, aunque ya cobra en el PRD) José
Amado Orihuela Trejo, así, todos los que quieran y crean que pueden, pero
para evitar que el tema se convierta en una vacilada, Memo afina su propuesta:
Hay que
ponerle una cantidad que nos duela, que le de seriedad al asunto, no sé, uno o
dos millones de pesos en la mesa y hacer un acumulado que sirva para que quien
gane, arranque la campaña con recursos.
El
mecanismo, que por cierto, me parece altamente afectivo, es el siguiente:
Que todos los participantes en busca de la
candidatura, se reúnan en un salón con un equipo de cuando menos 50 telefonistas
que, a su vez, se encarguen de llamar a las personas enlistadas en los
directorios telefónicos, pero en forma aleatoria, en presencia de notarios
públicos y representantes de organizaciones del PRI, pero también de los
morelenses; que pregunten quién por el PRI, debe ser candidat@ a la gubernatura. Así de sencillo.
El ejercicio podría realizarse en una sola jornada de
unas cuantas horas o en tres, por ejemplo de 6 horas diarias y con sedes en
Cuernavaca, Cuautla y Jojutla, para que al final, verificados los resultados y
a satisfacción de los participantes, se reconoce al ganador, se le entrega el
dinero producto de la inscripción de participación y todos
tan felices.
Un ejercicio de ese tipo, creo que sería inédito,
efectivo y hasta podrí evitar que luego de la elección del candidato, todos se
unan, como ha sido histórico… ¡En contra del candidato!
Esas son las bondades del democrático volado.
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