jueves, 2 de febrero de 2017

Tertulia Política

El democrático volado

Pedro Martínez Serrano
Si bien es cierto que en política no hay nada escrito, más que lo que ya pasó y que las buenas actitudes y aptitudes, talentos y capacidades, popularidad y honestidad, pasan a segundo término, porque dedazo (y/o dinero) mata todo, también lo es que no hay acto más justo, por dar igualdad de oportunidades a tod@s, como lo es el democrático volado, en cuyo caso, la suerte hace lo suyo y, por fuerza, debe dejar satisfechos a todos los que aceptan participar.
Lo anterior viene a tema porque hace unos días platiqué con mi amigo Guillermo del Valle Reyes, sobre el futuro de su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), en cuanto al tema de la selección de candidat@ a la gubernatura y, su propuesta, creo que supera las bondades que ofrece el volado, limpia sospechas de imposición y garantiza que vaya a la contienda el más popular, sin la trampa de las encuestas; sin el riesgo de la selección mediante delegados o consejeros, en cuyos casos se alinea a los participantes; bueno, ni siquiera el manoseado mecanismo de elección directa entre militantes y simpatizantes, me parece más efectivo.
Propone el ingeniero Del Valle Reyes:
Hay que apuntar primero el nombre de todos los que se sientan, nos sintamos con méritos y capacidad para ir a la contienda, como candidat@ a la gubernatura (en el caso del PRI); enlistarnos, por ejemplo:
Matías Nazario Morales, Marisela Velázquez Sánchez, Guillermo del Valle Reyes, Francisco Moreno Merino, bueno, hasta Juan Salgado Brito y (si todavía es priísta, aunque ya cobra en el PRD) José Amado Orihuela Trejo, así, todos los que quieran y crean que pueden, pero para evitar que el tema se convierta en una vacilada, Memo afina su propuesta:
Hay que ponerle una cantidad que nos duela, que le de seriedad al asunto, no sé, uno o dos millones de pesos en la mesa y hacer un acumulado que sirva para que quien gane, arranque la campaña con recursos.
El mecanismo, que por cierto, me parece altamente afectivo, es el siguiente:
Que todos los participantes en busca de la candidatura, se reúnan en un salón con un equipo de cuando menos 50 telefonistas que, a su vez, se encarguen de llamar a las personas enlistadas en los directorios telefónicos, pero en forma aleatoria, en presencia de notarios públicos y representantes de organizaciones del PRI, pero también de los morelenses; que pregunten quién por el PRI, debe ser candidat@ a la gubernatura. Así de sencillo.
El ejercicio podría realizarse en una sola jornada de unas cuantas horas o en tres, por ejemplo de 6 horas diarias y con sedes en Cuernavaca, Cuautla y Jojutla, para que al final, verificados los resultados y a satisfacción de los participantes, se reconoce al ganador, se le entrega el dinero producto de la inscripción de participación y todos tan felices.
Un ejercicio de ese tipo, creo que sería inédito, efectivo y hasta podrí evitar que luego de la elección del candidato, todos se unan, como ha sido histórico… ¡En contra del candidato!
Esas son las bondades del democrático volado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario