TERTULIA POLÍTICA
Candidatos independientes
Pedro Martínez Serrano
A medida que se aproxima el
momento electoral, en el que se renovarán poderes en el Estado, incluidos ayuntamientos,
se multiplican también los espontáneos que, consecuencia de alguna actividad “ciudadana”,
se sienten con el tamaño para contender lo mismo por alguna diputación local,
que por la mismísima gubernatura.
Esa emoción política que escoce a
hombres y mujeres en los 33 municipios, se agudiza y cobra fuerza, por el hecho
de que tienen alguna actividad en las redes sociales, que siempre sienten que
es más de lo que en realidad representa, se ven como líderes de opinión, por el
sólo hecho de que en el Facebook se les multiplican algunos like, se comentan o
se comparten las cosas que cuelgan en su muros.
En ese espejismo cibernético, se
reflejan profesionistas, políticos y oportunistas y, en la mayoría de los
casos, llaman al sarcasmo, porque se reunieron con fulano o con zutano. Las
fotografías en las que se comparten, siempre incluyen a personajes que a pesar
de no representar a nada y a nadie, más que a sus intereses electorales,
siempre los elogian e inflan.
De ternura, de pena ajena, de
risa pues, los profesionistas, por ejemplo, que a todas y con todos van. Hoy se
desayunan con el obispo diocesano, Ramón
Castro; mañana le entregan un reconocimiento al rector de la UAEM, Alejandro Vera y, por la noche cenan y
se entregan en los brazos del Morena-Morelos, porque “coinciden y comparten”
los principios e ideología (¿cuál, cuáles?) de Andrés Manuel López Obrador y/o siempre han compartido el
pensamiento “progresista y democrático” del senador Rabindranath Salazar Solorio.
No es cierto, lo que quieren es
la oportunidad de colarse en alguna candidatura y para conseguirlo, ahora
resulta que todos son sólo ciudadanos bien intencionados, sin otro objetivo que
perseguir, que el beneficio comunitario y la solución de la problemática de los
morelenses, de los cuernavacenses; de los residentes de tal o cual distrito.
Quienes buscan con voracidad
perruna las candidaturas, por ejemplo a la presidencia municipal de Cuernavaca,
Cuautla, Jiutepec o Jojutla, saben que los municipios están quebrados; no hay
dinero para la nómina, como tampoco para cubrir los laudos millonarios que
arrastran. Eso es lo de menos, lo de mas es ascender al control del ayuntamiento.
Todos, absolutamente todos los
que buscan candidaturas a las presidencias municipales, dan la impresión de que
se interesan en la administración de la quiebra financiera, de que sólo buscan
el beneficio de la escasez: no hago obra porque no hay dinero; pero no hablan
de los millones que se embolsan en todos los municipios del país, a través del
otorgamiento de favores; la autorización de lo incorrecto; el saqueo pues de las
arcas municipales.
En varias ocasiones he
participado en reuniones con ciudadanos en los que confió y creo; el propósito
de aquellas reuniones, no es postular candidatos independientes a diestra y
siniestra, no, porque en Morelos no hay un verdadero movimiento independiente, como lo hubo en su oportunidad en Nuevo
León, con Jaime Rodríguez, el ex
priísta que hoy gobierna aquella entidad; o en Ciudad Juárez, Cihuahua, en
donde Armando Cabada Alvídrez, un
periodista derrotó a Héctor Murguía
Lardizabal quien, como candidato de una alianza de cinco partidos, se quedó
en el camino, a pesar de que ya antes en dos ocasiones había sido presidente
municipal.
En ambos casos me tocó participar
de cerca en las campañas, lo mismo de “El
Bronco” Jaime Rodríguez, que de “Cabadita”,
como llaman los juarenses a Héctor
Armando; en ambos casos también, el triunfo no fue consecuencia de su
perfil ciudadano e independiente. Si hubieran ido solos, habrían saltado a las
candidaturas solo a hacer el ridículo, sin estructura electoral, sin dinero y
sin el apoyo estratégico de profesionales llegados de otras entidades.
Ambos independientes, incluido Pedro Kumamoto, diputado en Jalisco, fueron
el resultado de cocteles y resentimientos de interese políticos
pluripartidistas, que se juntaron para asaltar el poder. Clarito: “El Bronco” fue el candidato del dinero
de Monterrey y de los grupos panistas y priístas en desgracia. Se juntaron y
ganaron. La misma ecuación de la revancha, se calcó en Ciudad Juárez y del PRI,
o de quienes lo usufructuaban entonces, que decidieron jugar en contra de su
partido.
Para disponer de todos los ingredientes
necesarios para el triunfo, no veo a nadie absolutamente en Morelos, así pague
a farsantes que se dicen operadores de redes sociales, que no hacen más que engañar
incautos. No veo empresario o político que salte a una candidatura, sin el
apoyo de un partido.
Por eso, creo que lo que hacen,
hacemos, un grupo de amigos, con los que me he reunido es lo correcto: reunir
un grupo de ciudadanos comprometidos con el futuro electoral de nuestra entidad
y, llegado el momento, seleccionar activos y proponerlos a algún partido
político con registro y/o alguna alianza político partidista. No hacerlo así,
caer en la soberbia de creer que podemos solos, nos condena a la derrota,
posiblemente sin participar siquiera. Pasó en el Estado de México, en donde se
canceló el registro del (ex) priísta Isidro
Pastor.
Mi propuesta es clara. No buscar
a mentirosos y oportunistas que se dicen “líderes” de miles, no, hay que buscar
a quienes, comprometidos con un cambio responsable, hagan lo que todos debemos
hacer, eso creo, cuidar nuestro entorno y, desde ahí, motivar la transformación
a que aspiramos. El compromiso personal, es cuidar la casilla y en ella, el
interés del colectivo en el que participe. Vigilar que los votos se cuenten
bien y, desde la mesa, seguir el paquete electoral hasta su destino final, para
evitar alteraciones.
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