lunes, 4 de junio de 2018


TERTULIA POLÍTICA

Los estertores de Bañón en el SNTE

Pedro Martínez Serrano
Crecida al amparo de su relación con Raymundo Valdivia Hernández, hasta abril pasado poderoso colaborador del dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre, la secretaria general de la sección XIX, Gabriela Bañón Estrada agoniza al frente de ese organismo gremial.
        Los estertores en la señora Bañón, han provocado que vaya de tropiezo en tropiezo; que el arrebato, la deslealtad y la traición, sean su moneda de cambio. Por eso, la ofensa y el gritoneo, son cada vez más frecuentes, en agravio de sus colaboradores e iguales.
        Los signos de su caída son claros, primero en abril anterior, Juan Díaz decidió remover de la primera posición del listado de plurinominales, por la primer circunscripción a Raymundo Valdivia Hernández; se colocó en su lugar, para asegurar una curul en la próxima legislatura federal; sin el apoyo de su amante en turno, Bañón Estrada perdió también la oportunidad de ser, cuando menos, diputada local por la vía plurinominal.
          Me dicen que al interior de la sección XIX, son pocos los que aguantan a la Bañón, cuyos arrebatos y gritos, cada vez más frecuentes, sustituyen su torpeza y falta de talento, a grado tal de que ha llegado a manotear a varios de sus colaboradores, no sin antes pendejearlos, como quien se ve al espejo para buscar responsables de sus errores.
        Proclive a las relaciones de ocasión, siempre que le signifiquen beneficios, ha sido incapaz de ofrecer lealtad al proyecto al que se debe, que es al del Partido Nueva Alianza, el que representa en el terreno de la política, los intereses del magisterio. Bañón está en todos lados, menos en donde debe y está obligada a estar y a apoyar.
        En el apartado de la candidatura al gobierno, la dirigente de la sección XIX, ayuda lo mismo a Rodrigo Gayosso, que a Fidel Demédicis, ese “amor” con el que disfrutó la adrenalina de ser descubierta, hasta que lo fue en el estacionamiento de un supermercado. Olvida que el ex rector de la UAEM, el pusilánime y apocado Alejandro Vera Jiménez, es el abanderado del partido del magisterio.
        Y no sólo en el ámbito estatal, la señora Bañón le juega las contras a sus representados y a su dirigente nacional, Juan Díaz de la Torre; no, también en las candidaturas federales se ha colocado del lado de cualquiera, menos de los abanderados del partido.
        El ejemplo a la mano:
        Hace unos días, en Cuautla, Gabriela Bañón protagonizó un arrebato, un desproporcionado ridículo, cuando en un encuentro entre candidatos de la coalición Todos por México, la misma que lleva como candidato presidencial a José Antonio Meade, intentó cuestionar la presencia de representantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), partido que cedió la primera posición al senador, al aliancista Ángel García Yáñez
        El intento de dividir y alejar a las estructuras priístas de los candidatos de la coalición en la que participa Nueva Alianza, fue abucheado por los presentes, la mayoría de ellos, profesores de la región oriente.
        Así, cercanos a la cúpula magisterial en el país, me comentan que Gabriela Bañón se ha convertido en un lastre; en un estorbo para el dirigente nacional, Juan Díaz quien, para resolver el problema, piensa ya en removerla del cargo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario