TERTULIA POLÍTICA
Locura política
Pedro Martínez Serrano
Lo que hoy sucede y como se hace
política en Morelos, es motivo de vergüenza, Los años en que los políticos de
nuestra entidad brillaban en el contexto nacional, por su personalidad y el profesionalismo
que se les reconocía, quedaron atrás. Hoy, puras vergüenzas. Tenemos un
gobernador que no gobierna; senadores de risa, abusivos, improvisados y
fanfarrones y diputados federales del montón, que se pierden entre los 500 que
no hacen, más que atiborrar el recinto legislativo y levantar la mano, de
acuerdo a lo que dicta el pastor de la borregada partidista a la que pertenecen.
Pero lo anterior es lo de menos,
lo demás es la locuaz conducción del
estado, que se le desmorona en las manos a un tabasqueño extraviado en la soberbia
y la voracidad; un trastornado
con poder que se empeña en negar la realidad social, política y
económica que nos golpea con rudeza.
Graco Ramírez no sabe gobernar un
estado pequeño, de una extensión territorial reducida y de escaso alcance en el
plano electoral nacional.
Y como muchos loquillos, evadidos de su realidad, que se ridiculizan apuntándose como
posibles candidatos a la gubernatura, desde el fanfarrón Vinicio Limón Rivera, cuestionado secretario general de la CTM
Morelos, que pretende copiar la
fórmula de Jaime Rodríguez Calderón El Bronco, hasta el pernicioso y
millonario diputado federal panista, Javier
Bolaños Aguilar, como los
oportunistas senadores Fidel Demédisis
y Rabindranath Salazar Solorio o, en
el PRI, Amado Orihuela Trejo, ese bravucón
fracasado que no gana ni la casilla donde vive, allá en Mazatepec, el
gobernador Graco Ramírez se dice
ahora aspirante presidencial.
La maldición tabasqueña,
como llaman a Graco en Morelos, anda
enloquecido, cree que en realidad puede ser candidato presidencial por el
Partido de la Revolución Democrática (PRD), lo que claro que no sucederá, al
menos en ese organismo político. Esa posición ya está reservada, ya le puso su
nombre el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa.
Y aunque Graco ha aprovechado bien y bonito el rebote, ser en más de una
ocasión el tercero en discordia, ese al que las posiciones le caen gracias a
negociaciones tramposas y los servicios prestados al partido en turno en la
presidencia de la república, en su momento a Ernesto Zedillo, Vicente
Fox, Felipe Calderón y hoy a Enrique
Peña Nieto, la candidatura presidencial por el PRD no la va a conseguir; el
suyo es un perfil muy reducido, muy cuestionado y con picante sabor a pitorreo,
agachón y servil, cínico y desvergonzado.
Con ese estilo conchudo y huele moles,
Graco anda de recorrido en el país, apoyando según él a los candidatos a la
gubernatura de alguno de los estados en contienda, que se disputarán el 5 de
junio próximo, y lo hace acompañado de
un maletín lleno de billetes, para comprar menciones y elogios panfletarios
en periódicos, noticieros de radio y telediarios; para dictar notas que lo
encarten como aspirante presidencial.
Estoy seguro que Graco sabe que su tiempo en el PRD ya
terminó; ya hizo el daño que debía de hacer, para convertirlo en pellejos de la
política partidista, al menos en Morelos. Graco
sabe que no será candidato presidencial, lo que en realidad busca es comprar impunidad y atajar la acción de la
justicia que, al aplicarse, lo llevará
a la cárcel, para terminar sólo, preso y apestado.
Si políticos de la talla, del
tamaño y la personalidad de Lauro Ortega
Martínez y Antonio Riva Palacio
López o, el gran desarrollador industrial de Morelos, Emilio Riva Palacio no pensaron siquiera en ascender a la
candidatura presidencial, a Graco no
queda más que pedirle seriedad, como también al dueño del partido Movimiento Ciudadano, el veracruzano Dante Delgado Ranauro quien, no tengo
ninguna duda, será el encargado de vender esa postulación al tabasqueño, a
cambio de un tambache de billetes, de esos que el gobernador tiene embodegados
por montones, gracias al saqueo en que ha incurrido en agravio de los morelenses.
Así las cosas, queda
perfectamente claro que Graco Ramírez
no tiene ni el tamaño, ni el talento, mucho menos el apoyo del perredismo
nacional para lograr la candidatura presidencial, por eso, luego de agotar las negociaciones,
para ver qué le cae a cambio de declinar en su aspiración, irá a la
compra de la candidatura al Movimiento
Ciudadano, sabe que Dante Delgado
es proclive a vender todo, incluida la copia del padrón nacional electoral.
Mientras tanto, hay que seguir padeciendo
los efectos de la evasión de la realidad de parte de Graco y quienes le hacen comparsa en el gobierno federal,
particularmente el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
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