lunes, 2 de mayo de 2016

TERTULIA POLÍTICA

Niños y trabajadores

Pedro Martínez Serrano

La reciente celebración del día del niño y del trabajo, sirvió a políticos oportunistas y aventureros del sindicalismo, para fanfarronear y mostrar una generosidad de pacotilla; primero se burlaron de quienes menos tienen, con el regalo de juguetes de quinta, pagados con dinero ajeno para los menores, y luego, ayer obligaron a marchar a miles de jefes de familia, para mostrar el músculo sindical y político de ilusos que se creen con oportunidad de conseguir la gubernatura en 2018.
En el primero de los casos, representantes populares de todos los niveles, agotaron los juguetes de baratija de los mercados de la entidad, para atiborrar bolsas de plástico transparente, que dejaran ver la miseria gigante, casi con tufo a basura, que desparramaron en poblados en los que habitan las personas de menos recursos; las más desfavorecidas.
Así el listado es largo, larguísimo, de los generosos diputados y regidores que se trasladaron a Santa María Ahuacatitlán, Chamilpa, Buena Vista del Monte, La Lagunilla, Temixco y más poblados y municipios, para engordar caldos de cultivo electoral en el estado. Fueron a tirar pelotas, muñecas y más hule barato, casi de desecho.
A ese generoso como ofensivo ejercicio, se sumó desde luego la instancia protectora de la niñez y la familia, el sistema DIF estatal, ese que preside la belicosa y peleonera señora Elena Cepeda de León quien, me dicen, no deja pasar oportunidad de aprovechar celebraciones, para incurrir en irregularidades en la aplicación del presupuesto que tiene asignado (http://www.launion.com.mx/morelos/politica/noticias/88441-exhiben-a-nivel-nacional-anomalias-del-dif-morelos.html). Y no por la abundancia de los recursos que maneja, dejó de repartir baratijas de quinta para los menores.
Sindicalismo aventurero
En ese marco de celebraciones lucidoras, miles de trabajadores fueron obligados ayer a marchar por las calles de Cuernavaca y, con ello, inflar de puro aire el músculo que presumió el ahora aspirante a candidato independiente por la gubernatura, Vinicio Limón Rivera el mismo que hasta ahora (luego de que en Nuevo León, el fantoche Jaime Rodríguez Calderón se hizo gobernador independiente, producto de una mezcla de resentimientos y traiciones partidistas), luego de años, décadas de reptar en el PRI, se colocó del lado de las causas ciudadanas. Pura payasada.
El secretario general de la CTM en Morelos, central que representa lo peor del sindicalismo en México, exigió a sus concesionarios, a sus delegados sindicales en los diferentes municipios, trasladar a Cuernavaca a los trabajadores afiliados (contra su voluntad) a sus sindicatos, con un solo propósito: mostrar un músculo que no tiene y lo sabe, tan lo sabe, que ha sido el hazmerreir lo mismo del gobierno del estado, encabezado por su amigo y cómplice Graco Ramírez, que por agrupaciones gangsteriles de su misma ralea, como el Nuevo Grupo Sindical, de Bulmaro Hernández.
Lo que intentó mostrar Limón Rivera, atiborrando la ciudad de unidades del transporte público de los 33 municipios, fue que tiene lo suficiente para ser candidato independiente a gobernador y ganar.
En el fondo, la realidad es otra, buscó llamar la atención del Revolucionario Institucional (PRI) para, llegado el momento, conseguir alguna candidatura, pues en los años más recientes se le ha ignorado, por una sencillísima razón: su nombre agravia a los trabajadores, lo rechazan, porque saben que los contratos colectivos de trabajo, casi cartas de cesión de esclavitud, son avaladas por él, a cambio de millonarias ganancias que acumula de las muchas ramas en que se divide el sector productivo al que se somete a la componenda sindical.
Lo mismo transportistas, que trabajadores de jornal de 8 horas de maquiladora o de empresas prestadoras de servicios, vinieron a Cuernavaca, obligados por la amenaza del descuento o el despido. Siempre ha sido así, por eso el músculo mostrado, no es más que aire, una botarga destartalada que amenaza movilizarse, activarse y fortalecerse, precisamente en contra de quien intentó vender en un millón de pesos, el movimiento en contra de la modificación a la ley del servicio civil, propuesta por Graco Ramírez.
Igual que el rector de la máxima casa de estudios, Alejandro Vera Jiménez, que también se sumó a las marchas obreras, el senador Fidel Demédisis, el primero como independiente y el segundo como abanderado del PRD, están condenados a la derrota electoral, en caso de buscar la gubernatura. A Vera no le alcanza con el voto de los universitarios y a Demédisis, ir por el PRD es lo que lo llevará a la derrota.

La disputa en 2018, creo, se volverá a dar entre el Revolucionario Institucional y Acción Nacional, porque luego de pasar el filtro del gobierno, Cuauhtémoc Blanco Bravo, ya mostró que no es lo mismo ser popular que responsable; que no es lo mismo meter goles que cumplir compromisos.

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