TERTULIA POLÍTICA
* Nada de que ya me
voy...
* Error dejar huir a
Capella…
Lo peor del caso, sería que el jefe
de policía designado por Cuauhtémoc Blanco,
el vicealmirante José Antonio Ortiz Guarneros, asumiera
el mando, porque entonces estaríamos frente
a un sospechosísimo arreglo para permitir
la fuga de Graco Ramírez, gracias a un acuerdo ¿Con quién?
de policía designado por Cuauhtémoc Blanco,
el vicealmirante José Antonio Ortiz Guarneros, asumiera
el mando, porque entonces estaríamos frente
a un sospechosísimo arreglo para permitir
la fuga de Graco Ramírez, gracias a un acuerdo ¿Con quién?
Pedro Martínez
Serrano
De buenas a primeras, la noche de anoche, el (¿ex?)
Comisionado Estatal de Seguridad Pública, Jesús
Alberto Capella Ibarra se despidió de los morelenses y “agradeció a los
empresarios”, que contribuyeron con los programas que aplicó en la entidad. El
tema tomó el vuelo acostumbrado. Desvió la atención en temas medulares y, como
si se tratara de una sirvienta más del servicio familiar de Graco Ramírez, simplemente dijo: “ya me
voy”.
El tema llamó
poderosamente mi atención, porque gente vinculada al gobierno electo de Cuauhtémoc Blanco Bravo, solamente se
concretó a pedir la opinión de los morelenses, sobre la salida del gabinete,
del responsable de que nuestra entidad haya estado en manos criminales.
Peor aún, el
todavía gobernador, el ya casi prófugo, como dicta la lógica legal y ordena el momento
político, Graco Ramírez anunció: “mañana se realizará el relevo de un gran
colaborador y leal servidor público”, en alusión al tijuanense Jesús Alberto Capella Ibarra.
Ante lo cual,
creo que desde el Congreso del Estado, se debe dar un manotazo y poner un alto
a la burla a que Graco Ramírez ha
sometido al Estado y el pisoteo y pitorreo en que han incurrido sus
colaboradores
Creo que se
debe fijar un posicionamiento y atajar a Capella
Ibarra, con el tradicional “nada de que ya me voy”, porque debe
entregar cuentas de cientos de millones de pesos que manejó a placer y de
manera discrecional en la Comisión Estatal de Seguridad Pública.
Ahí, como en ninguna otra
dependencia del Estado, se debe validar ningún documento emitido por autoridad
alguna, de esas que no sirven más que para encubrir ladrones, lo mismo la
Contraloría, que el IMIPE o los espacios anticorrupción, confeccionados a modo,
para proteger la huida de quienes están llamados a ser encarcelados.
Lo peor del caso, sería que el
jefe de policía designado por Cuauhtémoc
Blanco, el vicealmirante José
Antonio Ortiz Guarneros, asumiera el mando, porque entonces estaríamos frente
a un sospechosísimo arreglo para permitir la fuga de Graco Ramírez, gracias a un acuerdo ¿Con quién?
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