martes, 12 de febrero de 2019


TERTULIA POLÍTICA

Abucheos

(...) es claro que ni Rabín, ni Lucía Meza
y mucho menos la señora del lenguaje de cantina
y educación de burdel, la tal 
Tania Valentina Rodríguez,
desconocen el estilo de gobernar de 
Andrés Manuel

Pedro Martínez Serrano
A un par de días de que el presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció que la termoeléctrica de Huesca, es lo mejor que le podría pasar a Morelos y que su funcionamiento, que sería la medicina que se requiere para terminar con la pobreza de los morelenses, será también el resultado de una consulta que, en mi opinión, dará luz verde a la obra, aún hay quienes creo que no conocen al mandatario y su forma de hacer política.
        Lo anterior viene a tema, porque hay muchos que se escandalizan por el abucheo de que fueron objeto Andrés Manuel y el gobernador del Estado, Cuauhtémoc Blanco Bravo, lo que no es resultado más que del nuevo tiempo de pluralidad, democracia, pero también de la nueva forma de “hacer política” de quienes encabezan Morena y el Partido del Trabajo, gente bajuna, resentida y traicionera, cada cual con su estilo personalísimo.
Veamos: quienes fueron y le mentaron la madre a Andrés Manuel López Obrador, son un amplio sector de los que se oponen a la operación de la termoeléctrica, lo que me parece hasta válido, es su lucha y la mantienen.
Entre los inconformes se mezclaron un grupo de “operadores” de los diputados al Congreso local, de los que pastorea Tania Valentina Rodríguez Ruiz, una señora avariciosa, ventajosa, traicionera y mentirosa. Ellos patrocinaron la movilización, apoyados por un par de flotilleros del transporte colectivo.
El propósito de quienes enviaron a los manifestantes es claro y lo dicen: hay que provocar el descontento de Andrés Manuel, para entonces sacar ventaja de los grupos que operan en contra del Estado y de quien lo gobierna y que son muchos.
En ese apartado, en el del resentimiento y el contragolpe, se encuentra Rabindranath Salazar Solorio, el disminuido titular del Banco de la Alegría, quien confía la operación de sus venganzas políticas a Miguel Enrique Lucía Espejo, el opaco, desteñido y desflemado funcionario de tercer nivel de la Secretaría de Gobernación que, a su vez, emplea al grupo de diputadas morenistas y al Gato (de Graco Ramírez), para protagonizar los infiernitos que le van prendiendo al Ejecutivo estatal.
En ese mismo sector, de quienes le apuestan a la inestabilidad, se encuentra la senadora Lucía Meza Guzmán quien, el domingo anterior, jugó un papel protagónico para que las mentadas de madre se multiplicaran y se vieran en cada esquina del Estado. Ella mantiene una operación mediática de callejón.
Así las cosas, es claro que ni Rabín, ni Lucía Meza y mucho menos la señora del lenguaje de cantina y educación de burdel, la tal Tania Valentina Rodríguez, desconocen el estilo de gobernar de Andrés Manuel.
El tabasqueño es un sujeto al que le molesta el abucheo orquestado y la descalificación sin sustento, y ha dado muestras de ello en varios Estados, como el de México y el más difundido, la disculpa que “por lo que a mi corresponde le ofrezco”, dijo al gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, los primeros días de enero, cuando visitó aquella entidad y en Tlapa de Comonfort, tuvo que intervenir para que se dejara hablar al mandatario local.
Al arranque del evento, los abucheos y gritos en contra del gobernador Astudillo le impidieron pronunciar el discurso inaugural, ante lo cual López Obrador tomó la palabra para pedir a los asistentes "portarse bien" y escuchar con respeto al mandatario.
"Amigas y amigos de Tlapa, de la montaña, hay que portarnos bien, ya acabó la campaña, ahora es el gobierno y tenemos que ser respetuosos de las autoridades, no se resuelve nada a gritos ni a sombrerazos", dijo López Obrador.
En Morelos, no entienden a López Obrador; el resentimiento, la traición y la venganza son el sello de los morenistas/petistas.

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