lunes, 4 de febrero de 2019

TERTULIA POLÍTICA

Ortiz Guarneros / ¿Y la prevención?

Al Fiscal General del Estado, Uriel Carmona Gándara,
no se le puede pedir absolutamente ninguna responsabilidad,
por la sencilla razón de que sus intereses están
en el pasado, con
 Graco Ramírez. Su permanencia en
el cargo, sabe que lo garantiza
 la diputada presidente
de la Junta Política,
 Tania Valentina Rodríguez y el grupo de hamponcetes y vivales
investidos como diputados y diputadas

Pedro Martínez Serrano
He sido testigo de la preocupación del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, por contener los índices de inseguridad y, gradualmente devolver la tranquilidad a los morelenses, lamentablemente sus colaboradores, los obligados a resolver el problema, han mostrado incapacidad, indiferencia y una sospechosa omisión, para contener el rudísimo golpeteo criminal que nos afecta a todos.
        Y es que los grupos criminales, del fuero común o federal, lo mismo da, se han convertido en una peligrosa réplica del antiguo y despiadado monstruo acuático de la mitología griega, denominado Hidra de Lerma, ese que poseía la virtud de regenerar dos cabezas por cada una que perdía o le era amputada.
        Así los grupos criminales en Morelos, cuando uno es descabezado, aparecen 2, 3 o más cabezas de cartelillos de poca monta, pero igual de peligrosos y dañinos, que envician, roban, asaltan y matan, sin autoridad que los contenga, por la sencilla razón de que el Vicealmirante José Antonio Ortiz Guarneros, es un marino que no conoce el estado, ni en el estado se le conoce, más allá del desprestigio que persigue a sus principales colaboradores, a los que trajo de Veracruz, en donde trabajaron en el gobierno más ladrón y sangriento de la historia se aquella entidad, el que encabezó Javier Duarte de Ochoa.
        De acuerdo a una fuente de primerísimo nivel, al tal Ortiz Guarneros lo envío a Morelos, Alfonso Durazo Montaño, el camaleónico y oportunista Secretario de Seguridad Pública de Andrés Manuel López Obrador, el mismo que pasó del PRI, al PAN a trabajar al lado de Vicente Fox, para perseguir al tabasqueño al que ahora jura lealtad.
        Al jefe de policía de Andrés Manuel, también se le acusa de haber ordenado la imposición de Jesús Alberto Capella Ibarra, como comisionado de seguridad pública en aquella entidad, hoy sometida a los intereses de carteles criminales, presuntamente protegidos por el tijuanense y la runfla de delincuentes uniformados que trabajan a su lado. De ahí que a pesar de haber incendiado Cancún, con la imposición del mando único, ni Carlos Manuel Joaquín, ni la alcaldesa de aquel balneario, Mara Lezama, pudieron frenar la decisión de Capella.
        Hoy a toro pasado, entiendo porque el Vice Almirante Ortiz Guarneros, se desbordó en elogios con Capella, cuando se presentaron, son payasos del mismo circo, integrantes del mismo cártel; sujetos que responden a los mismos intereses, a los de Alfonso Durazo.
        Por lo anterior, los esfuerzos a favor de la seguridad que se empujan desde el Ejecutivo, son impulsados por José Manuel Sanz Rivera, Jefe de la Oficina de la Gubernatura y Gerardo Becerra Chávez, con algún cargo en el tema anticorrupción y apoyados por el comandante de la 24 Zona Militar, el General de Brigada Diplomado de Estado Mayor Armando Gómez Mendoza. Nada y nadie más.
        El tal Ortiz Guarneros, no sabe siquiera la ubicación geográfica de los municipios, mucho menos conoce el mapa delictivo, de ahí que él y su séquito, se dediquen a lo suyo: vacacionar y hacer dinero en Morelos. Al Fiscal General del Estado, Uriel Carmona Gándara, no se le puede pedir absolutamente ninguna responsabilidad, por la sencilla razón de que sus intereses están en el pasado, con Graco Ramírez. Su permanencia en el cargo, sabe que lo garantiza la diputada presidente de la Junta Política, Tania Valentina Rodríguez y el grupo de hamponcetes y vivales investidos como diputados y diputadas, de la corrupta LIV legislatura local, esos que sirven sólo a sus intereses personales y a los del ex gobernador, que es quien les unta la mano.
Creo que encuentros como aquel de la sociedad civil del estado para la pacificación, pueden reportar excelentes resultados, pero el mejor se conseguirá, cuando la lógica se imponga en la prevención del delito.
        Hace años, debe haber sido hace unas dos décadas, en Tijuana, el presidente municipal se comunicó con el jefe de la policía, para comunicarle que en tal callejón, se estaba venciendo droga.
        Comandante, en la calle Coahuila, en el Callejón tal, se está vendiendo droga, me lo están reportando los vecinos del lugar.
        El alcalde de entonces no acababa de plantear el asunto, cuando el jefe de la policía, creo que uno al que más tarde se le comprobaron nexos con narcotraficantes, respondió como queriendo ningunear a su superior:
        ─Le recuerdo señor presidente, que se trata de un delito del fuero federal…
        ─No me venga con eso, yo le recuerdo que usted es una autoridad preventiva y, por tanto, le ordeno que coloque al frente una patrulla y ya vera que va a prevenir que se siga vendiendo droga.
        En Morelos, mientras la Comisión Estatal de Seguridad Pública, se encuentra a la deriva y sometida a intereses del secretario federal de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, el índice criminal seguirá a la alza.

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