TERTULIA POLÍTICA
Godoy / Bonilla /
González
Pedro Martínez Serrano
El representante de Morena en
Baja California, Leonel Godoy Rangel,
es un sujeto perseguido por la fundada sospecha de que su paso por la política
y el servicio público, han ido de la mano de peligrosos y poderosos grupos criminales,
como “la Familia Michaoacana”. El ex gobernador de la tierra del Tata Lázaro Cárdenas, ha sido señalado
por traficar influencias, lavar dinero y proteger a delincuentes.
Hoy,
Godoy Rangel convirtió en estercolero
la selección de candidatos a la gubernatura y presidencias municipales de Baja
California. Para conseguir su cometido y consumar su millonario negocio, se arrodilló
a gusto y satisfacción de Jaime Bonilla
Valdez, en contra de quien, existen también antecedentes de complicidad
criminal.
Dejando
a salvo y a complacencia de Andrés
Manuel López Obrador, la candidatura al gobierno del estado en favor de Bonilla, el michoacano Godoy Rangel se dedicó a la venta de
candidaturas, la más valiosa y codiciada de ellas, la de Tijuana, que
cínicamente puso en manos del desprestigiado empresario Arturo González Cruz, el mismo que ha defraudado a su familia
durante años y que ha hecho negocios con grupos criminales, para lavar dinero
manchado de sangre.
De
acuerdo a una persona que estuvo en medio de las negociaciones, la instrucción
de Jaime Bonilla fue hacer a un lado
a Jaime Martínez Veloz, ante el
riesgo de que lo opacara. La salida más fácil y generosa, fue aceptar los dos
millones de dólares que ofreció y entregó Arturo
González al delegado de Morena, Leonel
Godoy Rangel.
El
tamaño de ese cochupo, no lo han dimensionado ni Bonilla, que es un pendejazo en la cosa política y, mucho menos
quienes lo asesoran, los mismos que no tienen otra respuesta, más que la abyecta
y servil: “si señor lo que usted diga”. El efecto de las imposiciones no lo han
dimensionado, no entienden que van a la elección sin la marca estelar de
Morena: Andrés Manuel López Obrador.
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