jueves, 23 de mayo de 2019


TERTULIA POLÍTICA

Saqueo al SAPAC
(...) de acuerdo a lo que se sabe fuera de Cuernavaca,
el Sistema de Agua Potable, fue entregado en pago
a quienes pagaron por él, al señor presidente municipal,
Francisco Antonio Villalobos Adán, a quien
le agrada que le llamen “Lobito” y a su coyote
de cabecera, su hermano
Pablo Rubén

Pedro Martínez Serrano
Hace un par de días estuve en la Ciudad de México, para platicar con un par de amigos, expertos en el tema del agua potable y la operación de los servicios administradores del vital líquido, lo mismo en ciudades del norte del país, como Tijuana, Mexicali, Hermosillo y Ciudad Juárez, que del Centro, en estados como Jalisco, Michoacán y Nuevo León, entre otros.
        En esa oportunidad hablamos de lo que ocurre en Cuernavaca, en donde se proyecta incrementar las tarifas, antes que desplegar acciones de reparación de fugas, clausura de tomas clandestinas y generar una cultura del consumo responsable.
El aumento de precio del vital líquido, me dicen, debe ser el último recurso, siempre que el propósito no sea cubrir UNA NÓMINA OBESA E INÚTIL, CORRUPTA E IGNORANTE, como creo que ocurre en el Sistema de Agua Potable de la Ciudad de la eterna primavera, misma que se asienta sobre decenas de borbollones naturales que, además bañan por gravedad una gran extensión del territorio.
        Uno de los más calificados expertos en el tema, que participó en las obras multimillonarias que se realizaron para abastecer de agua a Tijuana, que hasta hace unos 30 años, carecía del vital líquido, que se debió llevar del Rio Colorado, a más de 150 kilómetros de distancia y a mil metros de altura del punto de abastecimiento, cree que en Cuernavaca se está haciendo lo que en muchos organismos operadores: PURO ROBAR Y DISTRAER RECURSOS, CON UNA NÓMINA INFLADÍSIMA, TANTO COMO INÚTIL.
        Y eso no es todo, de acuerdo a lo que se sabe fuera de Cuernavaca, el Sistema de Agua Potable, fue entregado en pago a quienes pagaron por él, al señor presidente municipal, Francisco Antonio Villalobos Adán, a quien le agrada que le llamen “Lobito” y a su coyote de cabecera, su hermano Pablo Rubén, el mismo que se encarga de hacer cuentas con los concesionarios de la basura, de las grúas, del agua potable y hasta con los modestos proveedores de artículos de limpieza o de garrafones de agua. Todo lo controla, es algo así como José Martínez Garrigós, cuando su hermano Manuel fue presidente municipal.
        El tema del agua en Cuernavaca, con una evidente incapacidad de distribución a lo largo y ancho del territorio y, los abusos que se cometen en los cobros del consumo, así como el pretendido aumento, van a explotar en la cara de los vivales que controlan el ayuntamiento que, por cierto, se queda sin dinero, a consecuencia de que la gente decide dejar de pagar predial y servicios que no recibe, como el de limpia, que no tarda de convulsionar la ciudad.
        Quienes anunciaron el aumento en las tarifas de agua potable en Cuernavaca, ofrecieron argumentos blandengues: el agua en Cuernavaca es la más barata del país, lo que es una mentira completa y se requiere dinero para  cubrir gastos, de operación, mantenimiento, sustitución, rehabilitación y administración de los servicios de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de las aguas residuales.
        El tema de las grúas y el robo en corralones, así como en arrastres y maniobras en esos lugares, es otro de los frentes en los que se ven embarrados el alcalde, su hermano, varios regidores y algunos de aquellos a los que les deben la posición.

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