TERTULIA POLÍTICA
Congreso / CEDH
Pedro Martínez
Serrano
Los integrantes del Congreso del
Estado, se volvieron a exhibir. Con la designación del notario Israel Hernández Cruz, como presidente de la Comisión Estatal
de Derechos Humanos, para los próximos 3 años, volvieron a mostrar al servicio
de quien trabajan y a los intereses de quién responden: Graco Ramírez.
En
el caso de la señora Tania Valentina
Rodríguez, a nadie debe extrañar su operación y voto a favor del nuevo presidente
de la CEDH, fue hasta lógica, congruente con los intereses que representa, en
primer lugar los del ex gobernador Ramírez
y en segundo, los suyos, los económicos, los que le aseguran los ingresos
millonarios que de una u otra forma, siempre consigue y que la han llevado a
vivir en el escándalo, los que la han hecho cínica y traicionera.
Tania Valentina es hoy la gran corruptora,
la que cobra los favores y reparte las migajas entre sus pares, pero también la
que amenaza a quienes se atreven a ir en contra de sus decisiones.
El ejemplo de
lo anterior, lo personifica el presidente de la Mesa Directiva, el ex presidente municipal de Jojutla,
Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, Ponchito, como le gusta que le digan,
así en diminutivo, pequeño, insignificante como es y se conduce, cobarde y
pusilánime, desflemado que al menor grito de la presidente de la Junta
Política. Él calla y obedece.
La decisión más
reciente, que encendió el ánimo de los morelenses y confirmó que el sistema de
selección vía el poder legislativo está agotado, por irresponsable, corrupto y
desleal, fue la imposición a rajatabla del notario del señor Graco Ramírez, como presidente de la
Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Y al final, el
sujeto que fue impuesto, el tal Israel
Hernández Cruz, quien presuntamente tiene antecedentes penales, no tiene
ninguna culpa, él pagó por el cargo y/o se benefició del pago que alguien hizo
a los diputados, porque lo que queda claro, es que carece de méritos para
ocupar la importante encomienda durante los próximos 3 años, luego entonces, su
designación por 17 votos, no se entiende de otra forma, más que como una vulgar
operación de pesos y centavos.
Ayer mismo hubo
quien cuestionó la designación y volteó a ver a palacio de gobierno, para
acusar falta de operación política, para que quedara alguien a gusto del
gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo,
pero en ese tema, tengo claro que el mandatario estatal ofreció no meter las
manos y cumplió, dejó el tema en manos de quien presuntamente es su operador en
el Congreso y a quien ayudó a mantener en la Presidencia de la Mesa Directiva,
el “diputadito” Ponchito (el
pendejito) Sotelo Martínez.
En este
asunto, habría que preguntar qué criterios siguieron para que 17 diputados
votaran a favor del notario de Graco;
durante 4 meses, qué cualidades tiuvo ese sujeto sobre verdaderos defensores de
derechos humanos que se registraron en busca de la posición.
Y aunque cualquiera
que se haya elegido, se habría acusado de estar al servicio de Graco Ramírez, la respuesta de varios
de ellos, es el amplio curriculum de que disponen en la defensa de los derechos
humanos, pero sobre todo, creo que ninguno arrastra antecedentes penales, lo
que si ocurre con el notario que, para colmo, es un ignorante en el tema.
Así las cosas el par de
oportunistas, corruptos, centaveros y traicioneros, que representan a Graco Ramírez en el Congreso de Estado,
el “diputadito” Ponchito y la coordinadora
del Cartel del PT, Tania Valentina Rodríguez,
están obligados a explicar los protocolos que se siguieron para la designación
del presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y, quienes
contendieron, deben exigir que se transparente esa decisión, no hacerlo, alentará
la impunidad con que actúa la recua de integrantes del poder legislativo.
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