viernes, 21 de junio de 2019

TERTULIA POLÍTICA

Congreso / CEDH

Pedro Martínez Serrano
Los integrantes del Congreso del Estado, se volvieron a exhibir. Con la designación del notario Israel Hernández Cruz, como presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, para los próximos 3 años, volvieron a mostrar al servicio de quien trabajan y a los intereses de quién responden: Graco Ramírez.
        En el caso de la señora Tania Valentina Rodríguez, a nadie debe extrañar su operación y voto a favor del nuevo presidente de la CEDH, fue hasta lógica, congruente con los intereses que representa, en primer lugar los del ex gobernador Ramírez y en segundo, los suyos, los económicos, los que le aseguran los ingresos millonarios que de una u otra forma, siempre consigue y que la han llevado a vivir en el escándalo, los que la han hecho cínica y traicionera.
Tania Valentina es hoy la gran corruptora, la que cobra los favores y reparte las migajas entre sus pares, pero también la que amenaza a quienes se atreven a ir en contra de sus decisiones.
El ejemplo de lo anterior, lo personifica el presidente de la Mesa Directiva, el ex presidente municipal de Jojutla, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, Ponchito, como le gusta que le digan, así en diminutivo, pequeño, insignificante como es y se conduce, cobarde y pusilánime, desflemado que al menor grito de la presidente de la Junta Política. Él calla y obedece.
La decisión más reciente, que encendió el ánimo de los morelenses y confirmó que el sistema de selección vía el poder legislativo está agotado, por irresponsable, corrupto y desleal, fue la imposición a rajatabla del notario del señor Graco Ramírez, como presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Y al final, el sujeto que fue impuesto, el tal Israel Hernández Cruz, quien presuntamente tiene antecedentes penales, no tiene ninguna culpa, él pagó por el cargo y/o se benefició del pago que alguien hizo a los diputados, porque lo que queda claro, es que carece de méritos para ocupar la importante encomienda durante los próximos 3 años, luego entonces, su designación por 17 votos, no se entiende de otra forma, más que como una vulgar operación de pesos y centavos.
Ayer mismo hubo quien cuestionó la designación y volteó a ver a palacio de gobierno, para acusar falta de operación política, para que quedara alguien a gusto del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, pero en ese tema, tengo claro que el mandatario estatal ofreció no meter las manos y cumplió, dejó el tema en manos de quien presuntamente es su operador en el Congreso y a quien ayudó a mantener en la Presidencia de la Mesa Directiva, el “diputadito” Ponchito (el pendejito) Sotelo Martínez.
En este asunto, habría que preguntar qué criterios siguieron para que 17 diputados votaran a favor del notario de Graco; durante 4 meses, qué cualidades tiuvo ese sujeto sobre verdaderos defensores de derechos humanos que se registraron en busca de la posición.
Y aunque cualquiera que se haya elegido, se habría acusado de estar al servicio de Graco Ramírez, la respuesta de varios de ellos, es el amplio curriculum de que disponen en la defensa de los derechos humanos, pero sobre todo, creo que ninguno arrastra antecedentes penales, lo que si ocurre con el notario que, para colmo, es un ignorante en el tema.
Así las cosas el par de oportunistas, corruptos, centaveros y traicioneros, que representan a Graco Ramírez en el Congreso de Estado, el “diputadito” Ponchito y la coordinadora del Cartel del PT, Tania Valentina Rodríguez, están obligados a explicar los protocolos que se siguieron para la designación del presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y, quienes contendieron, deben exigir que se transparente esa decisión, no hacerlo, alentará la impunidad con que actúa la recua de integrantes del poder legislativo.

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