jueves, 14 de enero de 2021

 Murió mi amigo Raúl Flores Tueme…
¿Por qué los hombres buenos se van?; mi
pésame a mi hermano Raúl Flores Adame

Ayer, 13 años de ausencia forzada de Luis Arturo 
Valdéz y 104 días del asesinato de Juan Jaramillo

Pedro Martínez Serrano

Tengo el llanto acumulado, que me resisto a dejar escapar; cada que amanece, cada que reviso mis redes, me entero de la muerte de un ser querido, de un amigo o un familiar, peor aún cuando ya oscurece y se dan las cifras de las muertes y contagios por el covid 19, a lo largo y ancho del país.

        Sufro terriblemente la carencia de medicamentos, porque no hay oxígeno, porque no hay camas en los hospitales, pero también, porque la indiferencia, la ignorancia y la necedad, se convierten en el número de muertes y cxontagios. Hoy el país sangra, el país llora y no se ve una solución seria a la vista.

        Pero todo, todo lo anterior es nada frente a tres acontecimientos que me han golpeado con rudeza, la ausencia forzada de Luis Arturo Valdez Otañez “El Donas” (ayer cumplió 13 años de ausencia), el cobarde asesinato de mi amigo y cómplice en el mejor de los términos, Juan Jaramillo Frikas, y hoy me entero de la muerte, víctima de un paro cardiáco, de la muerte de mi muy querido amigo Raúl Flores Tueme, un hombre bueno, que heredó, que nos heredó buenos hijos, solidarios y compartidos como él, con los quienes los han necesitado y necesitan de ellos. Es el esposo ejemplar de Lucía Adame y el padre de quien, por decisión propia veo como mi hermano: Raúl Flores Adame.

        Su muerte, como siempre ocurre en esos casos, me tomó por sorpresa, en el momento que me avisó mi también amigo, Rosendo Armijo, me quedé mudo, me extravíe, me ausenté del momento y, con palabras entrecortadas, casi sin poder hablar, para evitar el llanto, le dí la noticia a Lolita, mi esposa; ambos sufrimos, por       que ambos lo tratamos.

        Fueron geniales y divertidas las fiestas navideñas y de fin de año, en la casa de Raúl y Hortencita García, su esposa; siempre Don Raúl Flores invitava amistades y a mi y a mi familia, nos trataba como si fuéramos parte de la suya. Fue un hombre bueno, muy bueno.

        Recuerdo que por ahí del 2003, le hice una entrevista para el periódico El Mexicano, en El Portón, allá en la Zona Norte de Tijuana, su fábrica de muebles, en donde me dijo dos cosas: Haciendo puertas, encontré la puerta y, también, que “si de carne asada de trata, nadie mejor que mi hijo Raúl”.

        La partida de Don Raúl, nos duele a mi y a mi familia, por eso está incluido en nuestras oraciones, por su aterno descanso y siempre con alegría, como el hombre divertido y solidario que fue, que en paz descanse mi querido Raúl Florez Tueme. A Lucía, su esposa y a cada uno de sus hijos, familiares y amigos, les expresó mi más sentido pésame y el deseo, como dice mi amigo Edgar Arroyo, que nunca más sepan de sufrimiento.

 

Ayer, 13 años de ausencia forzada de Luis Arturo
Valdéz y 104 días del asesinato de Juan Jaramillo

Ayer durante todo el día, estuve pensando en publicar un texto para honrar mi amistad con Luis Artjuro Valdez Otañez “El Donas”, a quien nunca, jamás poderá olvidar, porque fue como familia durante mi estancia en Tijuana.

        Luis Arturo, bueno como nadie para la cocina, venía a mi casa o yo iba a la suya, viajamos juntos varias veces y a varios lados, dentro y fuera del país. A fines de 1999, le rogó a Dolores: “Convéncencelo, vámonos a Nueva York, yo pago todo; vamos a recibir el 2000… A Laura (Sánchezn su esposa) y a Luisito (su hijo menor), les va a dar mucho gusto que no acomañen”

        Me negué, por cue$tione$ de trabajo, pero insisitó sin éxito. Conservío los souvenirs que me trajo de la gran manzana.

        Al año siguiente, la misma: “te preparas y le dices a Dolores (siempre Dolores, nunca meloso, ni hipócrita), que se preparen porque nos vamos a ir a Europa, vamos a Italia, Francia, España y no se qué otros países”. La respuesta fue la misma: “Luis no ando bien de dinero y ya vez que luego en el periódico se ponen cabrones”.

        Atrabancado, generoso y arrebatado como era, me soltó: “Yo hablo con Eligio (Valencia Roque, dueño del peródico El Mexicano)”, se nueva cuenta le pedí no hacerlo.

        El destino me llevó a ser su vecino… Decía Lolita cuando llegabamos de madrugada o en el silencio de la noche: “Ya oíste, es Luis Arturo, está roncando”, así de cerca viviamos.

Malditos cobardes asesinaron a Juan
Jaramillo y tenemos “Prohibido Olvidar”  

Hace unos 104 días, el 30 de septiembre del dolorosísimo 2020, las manos asesinas de un grupo de sicarios, quitaron la vida a Juan Jaramillo Frikas, un hombre correcto, soldario y generoso, pero sobre todo buen hermano y buen padre, tiuve oportunidad de acreditarlo en diversas ocasiones.

        Hoy muchos, quienes lo quisimos y lo conocimos de cerca, seguimos llorando su ausencia, Juan Jaramillo Frikas, el “Catarrilla Mayor”, nunca se irá, porque sigue vivo en nuestro recuerdo y, cómo el decía, en el remate de sus grabaciones que se volvieron virales, “Prohibido Olvidar”.

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