jueves, 17 de marzo de 2016

TERTULIA POLÍTICA

Morelos en guerra

Pedro Martínez Serrano
Pérez Duirón-Quiroz-Capella
Durante más de tres décadas que he laborado para empresas periodísticas en Morelos, Guerrero, Baja California y Chihuahua, he conocido muchísimos asuntos vinculados con la inseguridad pública y, junto a ellos, diferentes tamaños de indiferencia, irresponsabilidad, complicidad y pendejismo oficial, pero nada similar a lo que ocurre hoy en nuestra entidad, en donde la estrategia gubernamental es negarlo y culpar a otros, a todos de lo que sucede, dejando de lado la responsabilidad.
Sobre el número de personas que han muerto de manera violenta, más de 90, en los primeros 75 días del año, es aberrante la posición oficial expresada por el Secretario General de Gobierno, Matías Quiroz Medina quien, a tono con su jefe Graco Ramírez, echa mano del recurso más imbécil, de la posición más simplona y facilona y pendeja y, para colmo criminaliza a las víctimas, atribuye las ejecuciones a las pugnas permanentes entre grupos criminales rivales.
Y en el colmo de la estupidez oficial, el funcionario de marras, el señor Matías Quiroz Medina cae en el garlito de asesinos de ocasión y/o sicarios que, para distraer a la autoridad, dejan carteles en los que amenazan a presidentes municipales o funcionarios estatales.
El gobierno de Morelos tomó las medidas necesarias para proteger la integridad física de los alcaldes y la fiscalía investiga los hechos, dijo ayer a la periodista Maciel Calvo, de La Unión, ante lo cual no queda más que preguntar al alcaldito con licencia de Tlaltizapán: y al pueblo, a los ciudadanos de a pie, quién los cuida.
Porque los ríos de sangre que exhiben el fracaso de la seguridad pública y muestran un Morelos en guerra, evidencian la ausencia de resultados del mamotreto amorfo que Graco presume como estrategia de seguridad que, claro está, no ha servido más que para saquear a los morelenses, robar una buena parte de los recursos destinados a la seguridad pública,
Así, mientras que Graco Ramírez anda de farolón en el extranjero, hablando de las políticas públicas que aplica en Morelos (en beneficio personal y que no sirven más que a sus intereses personales y económicos), Morelos arde, se desangra, se desmorona, sin que el imbécil que tiene como Secretario de Gobierno, el diminuto alcalde con licencia de Tlaltizapán, Matías Quiroz sepa si sube o baja, si va o viene, ante lo cual opta por el recurso de los pendejos: reír, reírse de todo y de nada.
Por cierto, parece una sospechosa coincidencia que precisamente en Tlaltizapán, allá dónde de donde es y fungió como presidente municipal Matías Quirroz, se mueven los grupos criminales más sanguinarios. Reportes periodísticos han dado cuenta de escandalosos acontecimientos y extensísimos ranchos, cuya propiedad se atribuye a criminales… ¿Y Matías no sabe nada?
La entrega de mi amigo, el periodista René Vega en La Crónica, que se edita en la ciudad de México, dimensiona la gravedad del problema de inseguridad que vivimos en Morelos, a manos de carteles criminales, protegidos y al servicio de la policía del Mando Único, al mando del pendejete difamador y evasivo Jesús Alberto Capella Ibarra. Aquí unos fragmentos de la nota periodística:
Morelos registra más de 90 ejecutados en 75 días.
El Observatorio Ciudadano por la Seguridad en Morelos reveló que en dos meses y medio del año 2016, han sido ejecutadas más de 90 personas, de las que 37 son mujeres, hay cerca de 40 secuestrados y los delitos de alto impacto mantienen un incremento del 15 por ciento. En tanto, estudiantes de los municipios de Zacatepec, Jojutla, Tlaltizapán y Tlalquiltenango, situados en la región sur de la entidad, a través de las redes sociales solicitaron el apoyo de la sociedad civil, para encontrar a seis de sus compañeros desaparecidos entre los días seis al 10 del mes en curso.
El organismo social integrado por empresarios, amas de casa, organizaciones feministas, comerciantes, prestadores de servicios y representantes de los medios de comunicación, destacaron que al momento hay indiferencia de la Fiscalía General del Estado de Morelos (FGEM) por iniciar las denuncias correspondientes, porque presumen nexos con las bandas delictivas.
De hecho, en las mismas redes sociales denunciaron a elementos del Mando Único involucrados en actos de tortura y represión hacia habitantes del estado, en los que incurren en delitos como es el robo.
Conforme a las cifras presentadas en dos meses y medio hay 95 personas que han sido ejecutadas, de las que 37 son mujeres, de las que un 70 por ciento son personas que antes fueron secuestradas. En este tipo de asesinatos, destacaron que hay tres menores asesinados y no hay detenidos por los hechos, solamente la promesa del fiscal general, Javier Pérez Durón, para investigar.

(…) la Diócesis de Cuernavaca a través de sus sacerdotes e incluso el mismo obispo, Ramón Castro, son intermediarios en la liberación de personas secuestradas. 

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