TERTULIA POLÍTICA
Va Miranda contra campaneros
Pedro Martínez Serrano
El tema de la recolección, traslado y destino final de la
basura en Cuernavaca y sus
municipios conurbados, es un asunto que más temprano que tarde tendrá que
generar un problema de salud pública; no falta mucho, si acaso 3 o 4 meses para
que la región convulsione; la convulsionen los cárteles criminales que operan
el servicio a partir de enero, en principio en la ciudad capital, para extenderse,
cuando menos a Jiutepec, Temixco y Emiliano Zapata.
Por el momento, Daniel Miranda Mojica El Torcido, operador financiero del grupo criminal al que presume
servir y del que presuntamente son socios los hermanos Julio y Roberto Yañez Moreno,
hace funciones de enlace con los presidentes municipales, trabaja en Jiiutepec,
con miras a desplazar a los llamados campaneros, los que han prestado el
servicio de recolección de desechos, cuando menos en los dos décadas más
recientes.
Luego de que el ayuntamiento que
preside Manuel Agüero Tovar decidió
asumir el cobro por la recolección domiciliaria de desechos y, en consecuencia,
cubrir el pago del servicio a los campaneros,
un grupo de propietarios de camionetas que hace más de dos décadas ofrecen el
servicio a cambio de modestas cuotas, Daniel
Miranda empezó a blofear:
El presidente de Jiutepec, Manuel
Agüero me buscó varias ocasiones para
que le ayudara con su campaña… Me mandó a su papá, a don Álvaro, como 4 o cinco
veces para que le diera dinero… Lo apoye con poco más de un millón de pesos, fanfarroneó
hace unos días El Torcido.
Hoy, para aprovechar el parque
vehicular de que dispone, dentro del que se encuentran los camiones robados a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyF) y, otros armados con partes de vehículos
que desmantela en talleres de Ocotepec, El Torcido enfocó baterías en el
municipio de Jiutepec, en donde asegura que ya acordó con Manuel Agüero la concesión del servicio, en el que llevarán a
comisión al padre del alcalde, don Álvaro
Agüero.
El argumento en el que sustenta
la seguridad que ofrece a sus socios, de que el servicio le será concesionado
por el ayuntamiento de Jiutepec, es que los equipos y camiones de que dispone y
que dejaron de operar en Cuernavaca, son los adecuados para la recolección y
traslado de la basura, mientras que los campaneros, usan camionetas
viejas y destartaladas.
Pero no sólo eso, Daniel El
Torcido ofrece también los servicios del centro de trasferencia que
opera en Cuernavaca, aunque pretende también ocupar el espacio que actualmente
funciona en Jiutepec y, su sueño dorado, hacer suyo el proyecto de Emiliano
Zapata.
Muestra de que Miranda ya anda trabajando en Jiutepec,
con miras a apropiarse del servicio y desplazar a los campaneros, son las
reuniones que ha sostenido en la Hacienda de Cortés con el alcalde Agüero Tovar y el padre de éste, Álvaro Agüero, de quienes El
Torcido presume que ya llegó
a un arreglo.
La participación del señor Ismael Miranda González, al que Daniel acusa de ser integrante de un
peligroso grupo criminal, mismo al que denunció ante la Procuraduría General de
la República, por su privación ilegal de la libertad en la modalidad de
secuestro, me lleva a recordar las rabiosas disputas que se dan en ciudades
fronterizas por el control del servicio de limpia.
Y es que, como allá dicen, no hay
reten policiaco o militar que se atreva a parar y revisar un camión lleno de
basura, lo que permite que en él, se traslade lo que el propietario ordene,
hasta droga.
Así las cosas, más temprano que
tarde, pronto, muy pronto, el tema de la basura va a explotar en las manos de
sus beneficiarios y, entonces a nadie deberá extrañar que hasta alcaldes como Cuauhtémoc Blanco y José Manuel Agüero, tengan que ir a
prisión, porque por el momento, presuntamente incurren en un delito por
comisión o por omisión y, en ambos casos, es igual de grave.
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