TERTULIA POLÍTICA
La Soberbia es una discapacidad que suele afectar
a pobres infelices mortales, que se encuentran
de golpe con una miserable cuota de poder /
Capitan Juan De San Martín
a pobres infelices mortales, que se encuentran
de golpe con una miserable cuota de poder /
Capitan Juan De San Martín
PSD / Tic… Tac... Tic… Tac
Pedro Martínez Serrano
El Partido Socialdemocráta se encuentra a la deriva; el mismo
que lo infló, hasta niveles nunca sospechados, lo picó y lo desinfló; Cuauhtémoc Blanco los dejó caminar; los
estuvo observando, pero los hermanos Julio
César y Roberto Carlos Yáñez Moreno,
se mantuvieron soberbios. Quitaron y pusieron gente en la nómina del
ayuntamiento. Se embolsaron millones de pesos. Pensaron que el futbolista se
mantendría sometido a sus caprichos durante los tres años de la administración.
El cuento de la gubernatura que le pretendieron vender, se
les cayó en el vuelo. Cuauhtémoc decidió
dar el esperado manotazo y se sacudió de una vez y para siempre a los hermanos Yáñez, de quienes comprobó que son un
par de ladrones que saquearon el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado
(SAPAC), por más de 160 millones de pesos, que están obligados a devolver.
De acuerdo a información que me han filtrado personas
cercanísimas al escándalo, los hermanos Yáñez
Moreno están acorralados y, con un poco más de la mala suerte que traen, pierden
hasta el control del Partido Socialdemocráta, hoy en manos de su presidente, el
regidor Eduardo Bordonave a quien los
Yañez empiezan a cansar y, obvio, a
su estilo, a amenazar con la consabida frase con que acostumbran intimidar: tú
sabes cómo son y cómo actúan aquellos, en alusión al grupo criminal con
el que se les relaciona y les gusta estar relacionados.
Olvidan que los grupos criminales, lo que menos quieren son
problemas que afecten su permanencia en las regiones o ciudades en las que
operan, en este caso, la basura, la ejecución de algunas obras menores, pero
también el pago de facturas por servicios que nunca se prestaron al municipio.
Hoy, ya pasaron las 72 horas de plazo que se les dieron a Roberto Carlos y a Julio César Yáñez, para aclarar el destino de 163 millones de
pesos, que se no se ha podido aclarar en el SAPAC y, por ello, en cualquier
momento, podrían ser denunciados penalmente y el primero, el ex funcionario del
ayuntamiento, enviado a la cárcel; mientras que el segundo, tendría que pasar
un ´proceso de desafuero, pero igual terminaría junto con el hermano querido,
en el penal.
El
miércoles anterior apunté en la Tertulia Política:
Hoy, para los hermanos Yáñez lo
de menos son los negocios que han hecho, lo mismo con la tramposa
concesión del sistema de recolección y destino final de la basura; la
sociedad en que entraron con los organizadores de la Feria de la
Primavera; la operación de grúas y el corralón; la instalación
de parquímetros; el ordenamiento de cientos de espectaculares, que
reportaron millones de pesos y el condicionamiento de usos del suelo otorgados
en la administración anterior, a cuyos empresarios extorsionaron a condición de
suspender indefinidamente las obras y, la joyita de la corona, la entrega
del control del Centro Comercial Adolfo López Mateos, a mafias
venidas de otras entidades, incluso sudamericanas que a diario bolsean, controlan
y someten a los comerciantes, más allá de derechos de antigüedad; ahí todos
le entran.
No, los anteriores no son los
verdaderos problemas de los hermanos Yáñez Moreno, su verdadera
preocupación, supongo, lo que al menos a Roberto Carlos lo
tiene con un pie en el penal de Atlacholoaya, es el asunto relacionado con
el extravío de 163 millones de pesos del Sistema de Agua
Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC).
Se trata de un monto que se reunió por
pagos recibidos en efectivo y que los hermanos Yáñez Moreno sacaron
con recibitos de gastos por comprobar y,
según me dicen, sí que tendrán que comprobar en un plazo que está corriendo de
72 horas, porque de lo contrario se presentarán las denuncias correspondientes.
Pues no, el problema se ha convertido en un estercolero, en
el que, por poco que le rasquen, expulsa pestilentes arreglos y componendas, en
agravio de los cuernavacenses y en beneficio de los Yáñez y los loquillos deshonestos que los acompañaron en su
aventura de 6 meses.
Así, el presidente, municipal Blanco Bravo dio de baja, cesó, a los siguientes funcionarios: Jorge Humberto Sánchez Becerril, ahora
ex titular de obras públicas; Israel
Yúdico Herrera, de Desarrollo
Social; Jesús Jiménez Abad, de
Asuntos Jurídicos, así como el coordinador general de Comunicación, Jaime Rosas Jiménez.
Y no es para menos, en obras públicas, se detectaron arreglos por decenas de millones de
pesos; expedición irregular de licencias de construcción y, sorpresa, un
infladísimo facturaje a ciertos medios de comunicación. El arreglo fue entre el
titular de comunicación social y los contactos de periódicos, estaciones de
radios medios digitales e internet,
para agarrar la parte que en todos los casos tocó a los Yáñez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario