TERTULIA POLÍTICA
Abogados
/ Congreso / De la Torre
Pedro Martínez
Serrano
Durante
más de 3 décadas de actividad periodística, he conocido a muchos, muchísimos
abogados, algunos siguen en mi listado de amistades; algunos más en mis
recuerdos más gratos; otros, sin ser mis amigos, mantienen mi respeto y admiración;
en tantos años he conocido y conocí a los más prestigiados, a aquellos de los
que nunca nadie ha hablado mal o cuestionado su ejercicio profesional o, al menos,
no me tocó escuchar.
El
asunto viene a tema, porque hoy, en la celebración del Día del Abogado, vienen a mi recuerdo, mi querido amigo Alfonso Sandoval Camuñas (qepd), el
mismo que de no haber muerto, la historia política y social del Estado, sería
otra, muy distante de la desgracia y malos gobiernos que hemos padecido; recuerdo
también con afecto al licenciado Antonio
Riva Palacio López, morelense de excepción que hizo política de grandes
ligas.
Entre
el larguísimo listado de abogados que he conocido, destacan aquellos que a
pesar de haber pasado por cargos de primerísimo nivel, como Jorge Arturo García Rubí, que fue
gobernador interino y director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de
la UAEM, conserva la sencillez que lo ha caracterizado.
Mención
especial merece mi amigo Francisco
Alejandro Moreno Merino, quien se da tiempo para hacer lo que debe y
hacerlo bien en la LIII Legislatura al Congreso del Estado, donde despacha como
Presidente y, también, para atender la cátedra que imparte en la Facultad de
Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Otro
amigo al que me unen años de amistad y afecto, es el abogado Víctor Manuel Saucedo Perdomo, Director
General Jurídico de la Lotería Nacional quien, a lo largo de su carrera ha
ocupado lo mismo cargos de representación popular, de partido y en el servicio
público.
Debo
destacar la amistad que me une a mi estimado Enrique Paredes Sotelo, siempre cercano a la dirigencia de las
organizaciones de abogados y una grata sorpresa en el servicio público, pues
como secretario del ayuntamiento en Cuernavaca, supo sumar y, desde luego,
conservar amistades. En el mismo apartado, me privilegia también mi querida
abogada Adela Manzanares Alonso, que
siempre, dentro o fuera del ejercicio público, es la misma: sencilla, solidaria
y profesional de tiempo completo.
Hablando
de abogados exitosos y prestigiados, hay que apuntar que el jueves próximo, por
ahí de las 10 de la mañana, en sesión solemne del Congreso del Estado, le será
entregado el premio estatal Antonio Díaz
Soto y Gama, en la categoría de ejercicio de la abogacía, al licenciado Alfredo de la Torre y Martínez, padre
de la también licenciada en derecho Angélica
de la Torre.
El
abogado De la Torre y Martínez, es licenciado por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la
Universidad Autónoma de Morelos y, entre otros cargos públicos que ha ocupado,
se encuentra la secretaría de gobierno, durante la administración de Antonio Riva Palacio López, de quien
fue uno de sus hombres de más confianza; en el ayuntamiento de Cuernavaca, fue
también Secretario General, Coordinador de asesores y Consejero Jurídico.
Alfredo de la Torre es un abogado que ha sido maestro de muchísimos
de sus colegas que, sin duda, lo acompañarán el jueves próximo a la recepción
del premio que le será entregado en el Congreso del Estado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario