TERTULIA
POLÍTICA
Servicios
de Salud / Como ayer como hoy
Si queremos que todo siga como está, es necesario
que todo cambie / ¿Y ahora qué sucederá? ¡Bah! pespunteadas
de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese
a que todo habrá cambiado / Una de esas batallas que
se libran para que todo siga como está:
El Gatopardo
que todo cambie / ¿Y ahora qué sucederá? ¡Bah! pespunteadas
de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese
a que todo habrá cambiado / Una de esas batallas que
se libran para que todo siga como está:
El Gatopardo
Pedro
Martínez Serrano
El año pasado, exactamente el 22 de julio, mi amiga la
periodista Claudia Marino, me hizo favor de difundir en su portal de Apresomor,
mi entrega de Tertulia Política, en la que doy cuenta de la gravedad en
que se encontraban entonces las cosas en el sector salud. Hoy se encuentran
peor. Ese texto es tan vigente que si lo escribiera hoy mismo no sería tan
puntual como lo es, a diferencia de que sólo una cosa ha cambiado, la titular
del ramo en la entidad, salió Vesta Richardson López Collada y ascendió,
Patricia Mora González.
A mediados del primer mes del año, se habló de un
enfrentamiento verbal entre la esposa del gobernador, Elena Cepeda de León
(muy proclive por cierto a ordenar en el gobierno y a quienes en él trabajan,
como es evidente que lo hace en su casa, con su esposo) y la doctora Richardson.
La dignidad se impuso y la entonces titular del sector salud decidió dejar
el cargo.
Hoy ese barco llamado Nueva Visión se hunde, las ratas saltan, buscan ponerse a
salvo; no hay capitán, porque hace meses que se ausentó para embarcarse en una
nueva avengtura, presuntamente la presidencia de la república, sin embargo el
feroz saqueo sigue y sigue; el principillo
ladrón y su séquito no se hartan, sigue robando.
A continuación la TERTULIA POLÍTICA del año
anterior, su vigencia es sorprendente; lo único que hay que modificar es el
nombre de Vesta Richardson, por el de Patricia Mora, porque lo de
más, es lo de menos, todo sigue igual:
TERTULIA
POLÍTICA
Hospitales
de Morelos operan como antesalas de la muerte
Pedro
Martínez Serrano / Fotos: Internet
En Morelos el sector salud está en crisis. Vive el peor momento de su
historia. Está convertido en una Cueva de Alí Babá. Rodrigo Gayosso, Vesta Richardson y Andrik Ruiz no se hartan de saquearlo. El
multimillonario desvío de recursos en que incurren, hace que sus hospitales operen como antesalas de la muerte.
Los más de 800 millones de pesos
documentados como prueba del millonario desfalco,
en el que se involucra a todos, lo mismo amigos que familiares de la realeza tabasqueña, son también el
boleto seguro de viaje a la cárcel, lo mismo para
el principillo ladrón, Rodrigo
Gayosso, que para su consentido, Andrik Ruiz de Chávez Arista.
Las calurosas celdas de Atlacholoaya, tienen también reservado su
espacio para el monarca Graco I, así como para su cómplice, la titular de los
Servicios de Salud, Vesta Richardson López Collada,
a quien podrían seguir hasta el centro carcelario, nada menos que sus hijos e
hijastros, que también se han despachado bien y bonito del saqueo al erario.
El asunto no es menor, acusa una delicadeza que trasciende el robo millonario de recursos. Hay casos en los que se tiene documentada la muerte de personas
en los hospitales del sector salud a consecuencia de la deficiencia en
materiales que se emplearon, como también la malísima calidad de los
medicamentos que se le aplicaron.
Y es que desde el
inicio del peor
gobierno que hemos padecido en Morelos, se dejó
claro que el Sector Salud sería el blanco del saqueo, con el consecuente
pisoteo de los derechos laborales, a cuyo personal se responsabiliza de lo que
no es culpa, más que del cínico y voraz desvío de recursos, de parte de Rodrigo Gayosso, el principillo ladrón y su séquito, abanderado por la ahora desprestigiadísima
señora Richardson, que se ha encargado de arrastrar el apellido, hasta los
peores albañales de la corrupción.
Ahora, cuando el tufo pestilente de la corrupción y el
saqueo en el sector, salió de las oficinas de la sede de los Servicios de
Salud Morelos, en el Callejón del Borda, la oficina de prensa de Graco,
empezó una campaña en busca de limpiar la imagen de los directivos de la
Secretaría de Salud.
Para conseguir lo anterior, se
echa mano del recurso facilón de responsabilizar a los trabajadores; al
personal médico y de administración de clínicas y hospitales, por el pésimo
servicio que se brinda que, en muchos casos, ha derivado en la muerte de
quienes han tenido la desgracia de consumir medicamentos de ínfima calidad y/o
ser atendidos con equipos y materiales quirúrgicos de reuso.
En su comunicado de prensa,
publicado hoy en el periódico oficial Diario de Morelos,
se apunta:
Los
Servicios de Salud de Morelos (SSM) realizan supervisiones de evaluación de los
recursos humanos, insumos, productividad y procesos de atención en centros de
salud y hospitales, para mejorar lo que se ha hecho y corregir fallas en las
unidades médicas.
Lo que suena bien bonito, pero
que en la realidad, como dicen de manera coloquial: es hacerse como el tío lolo…
¡pendejo solo!, porque los mismos directivos que encabeza Vesta Richardson,
saben perfectamente que lo que tiene en crisis al sector salud es
consecuencia del manejo deshonesto del mismo. Nada más.
En más del comunicado oficial, publicado hoy en el periódico
oficial, se destaca que, se
revisa asistencia y permanencia del personal, productividad, elaboración de
expedientes, política de cero rechazo, suficiencia de claves de medicamentos,
existencia y estado de los insumos básicos para la atención, incluidos equipo,
mobiliario y papelería, lo que no son más que declaraciones alegres, porque
en todo se falla. Se tienen hospitales sin equipo médico; clínicas de salud sin
medicamento y laboratorios que no funcionan. Pura simulación.
El asunto es bien sencillo, si hay voluntad de
corregir y rescatar al sector, del profundo bache en el que se encuentra, pero
también de transparentar la prestación de servicios y acreditar transparencia,
que se invite a ciudadanos, pero no de los que tienen en nómina y se les paga
por la lisonja; que se invite a representantes del sector productivo, a
condición que no tengan afiliación a ninguna cámara o cúpula empresarial, a
profesionistas, a periodistas independientes y que se realice esa supervisión
de cara a los morelenses, de otro modo, no es más que paja, con la que se
quiere apagar el incendiado sector salud.
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