En defensa de las fuerzas armadas
¿Es un humilde campesino quien
conduce
una camioneta blindada BMW, usa chaleco antibalas,
ostenta armas de uso exclusivo del Ejército, se niega
a obedecer las órdenes de los militares, dispara
por la espalda y mata a un soldado?
una camioneta blindada BMW, usa chaleco antibalas,
ostenta armas de uso exclusivo del Ejército, se niega
a obedecer las órdenes de los militares, dispara
por la espalda y mata a un soldado?
Francisco Martín Moreno / El Universal
Francisco Martin Moreno / El Universal |
Un amable lector, a quien le
concedo un gran crédito intelectual y político, me hizo llegar el siguiente
texto que bien podría echar una buena cubetada de luz en los trágicos
acontecimientos que volvieron a estremecer a la opinión pública el pasado 3 de
mayo.
“El hombre que fue ejecutado por
un soldado en Palmarito, municipio
de Quecholac, Puebla, se llamaba Paulino
Martínez Silva. Dicen sus familiares que era un campesino y que ese día se
dirigía a una fiesta. Lo que no explican es cómo hizo ese campesino para tener
una camioneta BMW, por qué traía chaleco antibalas y por qué no obedeció la
orden de detenerse marcada por los militares.
“Paulino Martínez Silva era en realidad El Pavis o El
Pavín, primo y lugarteniente de Antonio
Martínez Fuentes, El Toñín, uno de los principales
líderes de las bandas de robo de combustible de la zona.
“En uno de los videos difundidos
el pasado miércoles se aprecia el momento en que un militar le da el tiro de
gracia a El Pavis, quien ya estaba sometido y desarmado. Y aunque se
trataba de un peligroso delincuente que no tuvo empacho en desafiar a las
Fuerzas Armadas, los excesos cometidos por un soldado, el sensacionalismo de
algunos medios de comunicación y la mezquindad de algunos políticos, terminaron
por convertir al peligroso huachicolero en víctima.
“Lo que nadie dice es que los
militares que acudieron al operativo del Día del Albañil sí son víctimas, por
varias razones. Cuatro militares perdieron la vida, al menos uno de ellos por
la espalda, a manos de uno de los campesinos que viajaban en vehículos
blindados. Los militares no tendrían por qué estar ahí en Palmarito cumpliendo
labores de policías, como tampoco deberían estar en otras regiones del país haciendo
lo mismo. Pero estaban ahí porque las autoridades civiles han solapado y en
algunos casos se han coludido con las bandas de robo de combustible que
controlan la vida en los municipios de Puebla que componen el llamado Triángulo Rojo.
“El anterior gobernador, Rafael Moreno Valle, solapó el
crecimiento de esta actividad ilícita en la región. Su sucesor, Antonio Gali, poco o nada ha hecho para
enfrentar la situación. Varios de los presidentes municipales de la región
están involucrados en el negocio de la ordeña de los ductos de Pemex. Por eso
estaba el Ejército el pasado 3 de mayo en Palmarito y por eso ha estado ahí en
otras ocasiones, durante las cuales ha sufrido agresiones.
“La ejecución sumaria de El
Pavis es condenable, pues no es ésa la forma en que deben actuar las
corporaciones de seguridad del Estado. El responsable tendrá que ser juzgado y
sancionado como lo establece el marco jurídico.
“No se sabe aún si recibió
órdenes de algún superior. Posiblemente lo hizo a motu propio, enojado, dolido, por la forma en que minutos antes un
compañero de armas había sido asesinado por la espalda cuando los militares ya
iban en retirada, como se aprecia en uno de los videos. El soldado ejecutor
quizá pensó que al matar a El Pavis vengaba a su compañero y
hacía justicia. El responsable enfrentará un doble juicio: en el fuero civil y
en el militar. Será acusado de asesinato, perderá sus haberes y su grado, y
pasará muchos años en la cárcel. ¿Es justo?
“Por cierto, la delincuencia ya
tiene defensor de oficio. Por enésima vez, el eterno aspirante a la Presidencia
de la República, Andrés Manuel López
Obrador, se puso de lado de los delincuentes, esta vez, de los
huachicoleros. Con su discurso demagogo de siempre, López Obrador pidió que termine ‘la violencia contra la
ciudadanía’, en alusión al operativo de Palmarito.
Habrá que esperar el resultado de
las investigaciones para deslindar las respectivas responsabilidades, en
efecto, así es, pero lo que no requiere mayor tiempo para practicar un análisis
son las declaraciones de López Obrador
de nueva cuenta en contra de nuestras Fuerzas Armadas: “Que no se siga
utilizando al Ejército para reprimir al pueblo. No es humano enfrentar al
pueblo con el pueblo. Los soldados son pueblo uniformado y se les ha dado la
orden de aniquilar a sus propios hermanos” (11 de mayo). “Le han dado la orden
(Calderón y Peña Nieto) de llevar a cabo acciones que le quiten la vida a seres
humanos”. (23 de marzo). “En 2018 lo único que no se va a hacer es utilizar al
Ejército para masacrar al pueblo, no se va a utilizar al Ejército para reprimir
a los mexicanos” (marzo 19).
Sólo el ya famoso, por cierto,
muy famoso “loco del Macuspana”
puede aseverar que se utiliza el Ejército para reprimir al pueblo y que a los
soldados se les ha dado la orden de masacrar a sus propios hermanos. ¿De verdad
creerá AMLO, el máximo representante
del populismo mexicano de todos los tiempos, que Calderón o Peña
ordenaron llevar a cabo acciones para quitarle la vida a seres humanos, o sea,
el Presidente le ha ordenado al general Cienfuegos,
salga a la calle y masacre a nuestros hermanos? ¿Sí…? ¿Quién iba a girar una
instrucción de semejante naturaleza? ¿Hasta dónde puede llegar la mezquindad
política alimentada por una ambición desbridada?
¿Es un humilde campesino quien
conduce una camioneta blindada BMW, usa chaleco antibalas, ostenta armas del
alto poder reservadas para uso exclusivo del Ejército, se niega a obedecer las
órdenes de los militares, dispara por la espalda y mata a un soldado? ¿Ese es
el pueblo al que se refiere AMLO?
¿Un pobre campesino tripula un vehículo blindado en esas condiciones? Vamos, López, vamos: la mala fe se localiza en
cada uno de sus ataques originados en la ira y en el fanatismo. ¿De dónde
sacará López Obrador que desde 2006
a la fecha hay documentadas 100 masacres, las cuales se distinguen por no dejar
heridos y darles el tiro de gracia…? ¿100 masacres? ¿Por qué crear tanta
confusión y odio? Es por todos sabido que detrás de cada populista hay un gran
embustero, pero López Obrador llega a extremos inadmisibles, sobre todo cuando,
por otro lado, publica en su cuenta de Twitter: “En vez de acabar con la
corrupción y combatir la pobreza mandan a mil soldados a Irapuato para
enfrentar a los que roban trenes por necesidad”. Es evidente que el temerario
candidato a la Presidencia de la República confunde a un indigente con un
mafioso, a un humilde campesino que monta una mula, con un hampón fuertemente
armado que se transporta en automóviles blindados de lujo. ¿No le darán
vergüenza estas declaraciones infundadas? Alguien tendrá que explicarle en qué
consiste el excluyente de responsabilidad en el caso del robo famélico.
¿Realmente comete el robo famélico, quien asalta trenes o roba combustibles o
el que hurta un triste bolillo? ¿No hay diferencias? AMLO tampoco entiende que no entiende, pero sí divide, confunde,
desconcierta e induce al error en busca de votos a cualquier precio, sin
importarle el naufragio de las instituciones y de la República.
¿Culpables? Dentro de todo este
pavoroso contexto de acusaciones fanáticas infundadas debe subrayarse la
inexplicable tardanza del Presidente de la República y del ex gobernador Moreno Valle en haber atacado
frontalmente este asunto delicado, cuyo desbordamiento a todos nos atañe y
preocupa, además de exhibirnos como salvajes en el mundo entero. En otro orden
de ideas el “H” Congreso de la Unión no ha legislado, a la fecha, lo relativo a
un marco jurídico que efectivamente respalde las acciones del Ejército o de una
Policía Federal que facilite el regreso de nuestros soldados a sus cuarteles.
¡Ah!, y la CNDH, más ocupada en la defensa de los delincuentes que de las
víctimas…
En este coctelito diabólico los
únicos perdedores son la nación y nuestras Fuerzas Armadas. Del presente caos,
producto de la indolencia, de la mala fe y de la ineficiencia, México vuelve a
ser el gran derrotado…
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