viernes, 26 de mayo de 2017

TERTULIA POLÍTICA

La cofradía del dedo millonario

Pedro Martínez Serrano
La reforma electoral aprobada por el Congreso del Estado, a través de la cual se reduce el número de diputados, así como de regidores, se permite la reelección y se endurecen los requisitos para quienes busquen la gubernatura, de nueva cuenta generó polémica entre los integrantes de la legislatura, como también entre militantes de los partidos políticos ahí representados.
Y si bien es cierto que el asunto provocó descontento social, también lo es el hecho, de que lo que se hizo, fue homologar la legislación local en materia electoral a los ordenamientos federales sobre el particular.
Yo mismo no comparto la decisión de los diputados locales, que por mayoría aprobaron la modificación electoral, sin embargo era un tema que se debía abordar tarde o temprano, hay que recordar que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece en su artículo 59 lo siguiente:
Los Senadores podrán ser electos hasta por dos periodos consecutivos y los Diputados al Congreso de la Unión hasta por cuatro periodos consecutivos. La postulación sólo podrá ser realizada por el mismo partido o por cualquiera de los partidos integrantes de la coalición que los hubieren postulado, salvo que hayan renunciado o perdido su militancia antes de la mitad de su mandato. (Artículo reformado DOF 29-04-1933, 10-02-2014)
Así las cosas, me parece que el tema abordado, fue tratado en conciencia por cada uno de quienes lo votaron, incluidos el priísta Francisco Moreno Merino, villano favorito de un grupo de gente de ese partido, al que por cierto, no le han hecho ni cosquillas con el golpeteo que promueven en su contra, orquestado por su presidente, el pusilánime presupuestivoro Rodolfo Becerril y el panista Carlos Alaniz Romero a quien, sus compañeros “ya expulsaron”.
El tema de fondo, me parece que es el hecho de que el grupo de los diputados que votaron en contra, condicionaron su voto a cambio de 3 millones de pesos para cada uno, uno para su cuenta personal y los 2 restantes, para obras en sus respectivos distritos o demarcaciones de interés, siempre que ellos mismos recibieran y dispusieran de los recursos.
De acuerdo a la versión que me deslizó un informante, cercanísimo a la cúpula panista, previo a la decisión de la reforma electoral, el diputado Mario Chávez Ortega ofreció una reunión en su residencia particular, a la que acudieron sus correligionarios Alberto Martínez, Leticia Beltrán y Aristeo Rodríguez; por el PAN, asistieron Víctor Caballero, Norma Alicia Popoca y Alberto Mojica, entre otros, de los 10 que votaron en contra.
Ahí, “ya en confianza”, hicieron la petición del recurso al presidente del PRD, Rodrigo Gayosso Cepeda quien, según se me comentó, ofreció revisar el tema y responderles en a la brevedad. La respuesta del dirigente perredista, fue el envío de una copia de la grabación, en la que se le pide el dinero a cambio del voto a favor de la reforma.
En esa grabación se registra también la petición “muy respetuosa” del diputado Víctor Caballero, de que se dé carpetazo a la investigación que se abrió el año pasado, por el presunto desvío millonario en que incurrió, durante su desempeño como titular de los servicios de salud en Morelos.
A su vez, el diputado priísta Aristeo Rodríguez, le pidió el dirigente perredista en Morelos, “su valiosa intervención”, para resolver las acusaciones que pesan en su contra por el desvío de más de 300 millones en que presuntamente incurrió en contra de los productores de caña de la zona de afluencia de Zacatepec.
El asunto que de primer momento preocupó a los “honorables y honestos” diputados, se retomó en una segunda reunión en Huitzilac, en un salón de fiestas que “facilitó” el panista Alberto Mojica, en donde llevaron como corre-ve-y-díle a Amado Orihuela Trejo “ya ven que es muy cercano a Rodrigo”, recordó Aristeo Rodríguez.
Ahí, además de lo ya planteado ante el dirigente estatal del perredismo, el diputado Alberto Mojica pidió que se le asignaran contratos para sus empresas de comunicación, hasta por 5 millones de pesos y, de paso, él paraba “el problema mediático”.
Así las cosas, la actuación de los legisladores que votaron en contra del ordenamiento electoral, me parece que fue la actuación de una cofradía; la cofradía del dedo millonario.

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