TERTULIA POLÍTICA

TERTULIA POLÍTICA

Enrarece clima electoral / Plan B de Graco
​

Rodrigo no va a crecer; no garantiza nada, 

más que la persecución pública, política 

y legal; necesitamos impulsar a Víctor Caballero; 

con recursos y apoyo nacional, puede desplazar 

al futbolista: Jaime Álvarez a Graco Ramírez 

Pedro Martínez Serrano

El ambiente político electoral se enrarece; toma tintes de alarma; llama a estar alerta. Existe una campaña perfectamente orquestada, para acusar y difamar al contendiente principal de la jornada, Cuauhtémoc Blanco y, desde luego, engañar a los morelenses.

La enfermedad mental del señor Rodrigo Gayosso agudiza, a medida que se acerca el 1 de julio y el rechazo social, se traduce en su descenso en las encuestas, que lo mantienen refundido en el 5 lugar, con riesgo de caer al sexto.

Y mientras el señor Gayosso, paciente preferente de cremosos centros de rehabilitación de adicciones, como Monte Fénix y, ocasionalmente, cuando urge, en Ave Fénix, en Pedregal de las Fuentes en Jiutepec, en donde se le encierra en “su suite”, para contenerle la ansiedad del siguiente trago de alcohol, lanza temerarias acusaciones en contra del presidente municipal con licencia, Morelos naufraga en la ingobernabilidad.

El ambiente de ingobernabilidad que permite Graco Ramírez, acusa desorden electoral, a la par del trazo de un plan perverso para reventar la elección. Mientras, él está en lo suyo, construyendo paso a paso su ruta de huida; el túnel que lo lleve a lugar seguro, fuera del alcance de la justicia.

Precisamente en medio del “sálvese quien pueda”, Rodrigo Gayosso está jugando su resto, que ya no es nada, empieza a enloquecer, y sin saber que ya está sólo, que hasta varios de sus más cercanos ya reportan en el cuartel de enfrente, en el que se construye ya el plan de gobierno de Cuauhtémoc Blanco, la difamación es ya su moneda de cambio.

Veamos:

Quienes le dicen qué decir y qué no, quienes lo pilotean, ya no son escuchados por Rodrigo. Ya perdió la razón y, en medio de la locura, echa mano de todo, como el recurso de asociar a Cuauhtémoc con el ex presidente municipal y ex diputado local Alfonso Miranda Gallegos, hoy caído en desgracia, luego de su aprehensión en el Estado de México.

Rodrigo ha acusado de criminales a los más cercanos del presidente municipal de Cuernavaca con licencia. Ordena a sus operadores de redes sociales y a quienes les paga por replicar sus acusaciones, que suban fotos de Cuauhtémoc con el ex diputado detenido.

Lo que no dice Gayosso, es que quienes llevaron a Miranda Gallegos (candidato a alcalde de Amacuzac por la coalición Juntos Haremos Historia, propuesto por la presidente del Partido del Trabajo en Morelos, Tania Valentina Rodríguez) al ayuntamiento de Cuernavaca, fueron los hermanos Roberto Carlos y Julio Yáñez Moreno, al igual que a otros de sus compañeros de legislatura, como a Erika Hernández Gordillo, la sobrina de Elba Esther, que hoy mantiene un bajísimo perfil.

Los Yáñez Moreno y es del dominio público, cuando “ganan” el ayuntamiento de Cuernavaca, con Cuauhtémoc como abanderado, al día siguiente de la elección empezaron a vender posiciones en el municipio, lo mismo secretarías que direcciones, como SAPAC y, desde luego, “entregaron la plaza”, como se dice entre los mafiosos a “la maña de Acapulco”. Quienes operaron la basura, ellos los trajeron; en esa disputa ya hubo muertos, cuyas investigaciones apuntan a los hermanos Yáñez.

Ante la pestilente corrupción y tráfico de influencias, a cambio de millonarias sumas de dinero, Cuauhtémoc decidió cesar a Roberto Carlos Yáñez de la secretaría municipal y, junto con esa decisión rompe con el hermano de éste, Julio César Yáñez. Se agudizó entonces la rabiosa persecución en contra del alcalde citadino.

Así las cosas, los Yáñez deciden sumarse a la nómina de Rodrigo Gayosso y, junto con ellos, llevan a arrodillarse a Javier Estrada, Alberto Martínez González y a los panistas, Carlos Alanís, Alberto Mojica y, sí, también, a Víctor Manuel Caballero Solano.

Es entonces que Gayosso se apropia de la nomenclatura político partidista de la entidad; a su vez, el otro “hijo” de Graco, el diputado Jaime Álvarez Cisneros opera rápido, negocia la candidatura al gobierno del Estado para Víctor Caballero.

Me dicen que Jaime Álvarez explica paso a paso, el plan B; su plan B a Graco. “Rodrigo no va a crecer; no garantiza nada, más que la persecución pública, política y legal; necesitamos impulsar a Víctor Caballero; con recursos y apoyo nacional, puede desplazar al futbolista”, le comentó en una reunión en el condominio del gobernador, allá en Polanco, en la Ciudad de México.

Servil y rastrero como es, puntual con lo que dicta la política de la bicicleta: agacharse con los de arriba y patear a los de abajo, Jaime Álvarez se ofreció a hablar con Dante Delgado y, a su vez, que éste persuadiera a Ricardo Anaya, para colocar a Caballero como candidato.

El asunto, como todo lo que se trata con el veracruzano dueño del Movimiento Ciudadano, implicó la entrega de “algunos dólares; tu sabes a Dante le gusta “hablar en inglés”, le dijo el todavía diputado a quien sigue firmando como gobernador, para cumplir la encomienda que él mismo tomó.

El asunto es sencillo, le dijo Jaime a Graco: “hay que posicionar a Caballero, es el único que le puede ganar al futbolista (masticó el término con desdén; hasta con burla)… Ganamos la gubernatura y se acaban las preocupaciones, pero si no se gana, tampoco se pierde; tomamos el control político del Estado desde el Congreso”

La idea agradó al tabasqueño, hoy enfrentado de nueva cuenta con Rodrigo Gayosso y en pleito con Elena Cepeda, “porque no tienes madre, has dejado sólo a Rodrigo”, le suelta cada que lo ve, cada que lo tiene enfrente. Graco hoy no duerme en el domicilio conyugal.

Con todo y el descontento de Gayosso, que sigue creído que declinarán a su favor Jorge Meade, Nadia Luz Lara y el mismísimo Víctor Caballero, el operador de la huida de Graco, el diputado Jaime Álvarez dispuso que la empresa que le diseña y le maneja la imagen lo haga con Víctor Caballero.

Basta observar solo el tema de la publicidad en rutas, la instalación de espectaculares y la operación de redes sociales; quienes más han invertido, son precisamente Gayosso y Caballero. Todo lo maneja el mismo “war room”.