jueves, 10 de mayo de 2018


TERTULIA POLÍTICA

Tucuau / Borbolla

Pedro Martínez Serrano
Hace un par de décadas era común en Baja California, durante los procesos electorales, que surgieran los TUCOM (Todos Unidos Contra…), cuya reedición del concepto fue apoyada y patrocinada por Jorge Hank Rhon, para hacer perder al hoy embajador de México en Suiza, Fernando Castro Trenti y llevar a la gubernatura al agiotista ladrón que hoy desgobierna aquella entidad, Francisco Vega de Lamadrid, autor de la concesión del agua potable.
Me tocó ver la unificación de tirios y troyanos, lo mismo en Nuevo León, en donde trabajé en algún proceso electoral; en Chihuahua, cuando se eligió al también ladrón César Duarte Jaquez y en Ciudad Juárez, hace un par de años, cuando Héctor Armando Cabada Alvídrez, como independiente, derrotó a Héctor Murguía Lardizabal, con todo y la alianza de 4 partidos que encabezaba y sus dos ocasiones anteriores que había sido alcalde.
Hoy en Morelos, veo que todos se juntan, todos infiltran y “todos se unen”, con un solo propósito: hacer perder al candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Cuauhtémoc Blanco Bravo, a quien muchos califican de ignorante y/o que no está preparado, en cuyo apartado voy a hacer una precisión que creo conveniente:
De los candidatos a la gubernatura, hay un doctor, Víctor Manuel Caballero; un administrador, Jorge Armando Meade Ocaranza; una abogada, Nadia Luz Lara Chávez; un sicólogo, Alejandro Vera Jiménez; un profesor de pueblo, Fidel Demédisis Hidalgo; un no sé qué estudió, pero es hijo de Graco Ramírez, Rodrigo Gayosso Cepeda y un médico tradicional, creo, y político, Mario Rojas Alba, además del futbolista, como llaman despectivamente a Cuauhtémoc Blanco.
De tener la oportunidad, me gustaría hacer a cada uno de ellos, dos preguntas: ¿Cuántos de su especialidad hay a nivel nacional? Y, ¿En qué posición se encuentra cada uno, en cuanto a su ejercicio profesional?
No hay uno sólo, de todos los candidatos a la jefatura del ejecutivo de Morelos, que se coloque siquiera entre los mejores 500, para no poner tan bajita la vara.
La excepción: Cuauhtémoc Blanco, el presidente municipal con licencia (que no se le olvide a la señora que está en funciones, Denisse Arizmendi Villegas) y seguro gobernador del Estado, por voluntad mayoritaria de los morelenses, se mantuvo años, entre los 10 mejores futbolistas del mundo.
El Cuau también fue el primer jugador mexicano en anotar gol en tres intervenciones mundialistas: Francia 1998, en Corea-Japón 2002 y en Sudáfrica 2010. Es uno de los 4 jugadores mexicanos que anota gol en 2 mundiales consecutivos (1998 y 2002). En todos los casos, estoy seguro, hasta los ahora adversarios de Cuauhtémoc, como millones y millones de mexicanos, se pararon enloquecidos a celebrar las anotaciones.
Para colocarse en un nivel de juego como el que manejó durante años, el orgullo de Tepito, hay que ser disciplinado, perseverante y, fundamentalmente, líder. No sé cuántos futbolistas existen a nivel mundial, ni nacional, pero son tantos que en cada colonia, en cada barrio se multiplican y él, fue el mejor.
Y en más de ese operativo que coordinan Rodrigo Gayosso y Jaime Álvarez, desde pomposas cafeterías y restaurantes de la Ciudad de México, el Tucuau, Todos Unidos Contra el Cuau (a excepción de cientos de miles de morelenses que lo apoyan y simpatizan con él, cuyos familiares en edad, van a sufragar a su favor), es necesario destacar que, como en su oportunidad lo anoté en la Tertulia Política, a Cuauhtémoc se le infiltró desde arriba, cuando Rodrigo Gayosso operó la imposición de José Luis Gómez Borbolla, para que se sentara en la presidencia estatal del Partido Encuentro Social.
        Ventajoso, oportunista y traicionero como es Borbolla, el alumno más avanzado y de mejores calificaciones del todavía diputado local Francisco Moreno Merino (el amigo-amigo-amigo, del dirigente nacional del PRI, René Juárez) se dedicó a trabajar, a preparar las candidaturas… en especial la suya, a la presidencia municipal de Cuernavaca, aún a contrapelo y en contra de las intenciones de su candidato a gobernador, Cuauhtémoc Blanco.
        Me dicen que una tarde a mediados de abril, se le cruzó a Cuauhtémoc para ponerlo al tanto de cómo iban las cosas y, dejarle claro: “para Cuernavaca, el mejor posicionado soy yo, ni le busques; la gente me quiere y los dirigentes de los partidos de la coalición, un sujeto que ni siquiera sé su nombre, de Morena y Tania Valentina Rodríguez, ya ofrecieron firmar para que yo sea candidato”. Incluso, se llevó la mano a la bolsa izquierda de su saco y sustragó un documento, presuntamente firmado por Hugo Eric, apoyando la postulación. La carta era falsa; él falsificó la firma.
        En esa conversación brevísima, porque Cuauhtémoc nunca confió en él, sólo le respondió, como para contenerlo: “hay que verlo; tenemos tiempo para resolver ese asunto, aunque a ti, te quiero en el Congreso del Estado, para que ahí me ayudes”.
        Borbolla no entendió y, acompañado de “inversionistas” poblanos, pero también alentado (y patrocinado) por Rodrigo Gayosso, para dinamitar el proceso de selección de candidatos en Cuernavaca, se reunió con los dirigentes verdaderos de Morena, por un lado con el dueño de la franquicia, Rabíndranath Salazar Solorio y por el otro, con el senador en funciones, Miguel Lucía Espejo y “los convenció de ser el candidato, a cambio, me dicen, les entregó un maletín lleno de billetes, lo ambos personajes deben aclarar o desmentir; si agarraron el dinero, con qué fin y, si no, poner sobre la mesa el tema y que se aclare.
        Aunque también es cierto, que el desorden al interior de Morena, parecería inducido o al menos permitido y, en ambos casos, es una muy mala señal. Abajo se dice que lo que hizo Rabín, fue asegurar la senaduría para su hermano y cumplirle a Graco, con la senaduría de Lucía Meza, quien siempre ha estado y, hoy más que nunca, al servicio del tabasqueño.
        Borbolla, el candidato a presidente municipal de Cuernavaca y hasta este momento de esa coalición, que me dicen que anda de huida o escondido, también le dio lo suyo a Tania Valentina Rodríguez, la misma que ha hecho alcalde y diputado local a Alfonso Miranda Gallegos, el todavía abanderado a la presidencia municipal de Amacuzac y tío de Santiago Mazari, “el señor de los caballos” o “el carrete”.
        Así las cosas, el tamaño de la infiltración y esquirolaje que se da alrededor de Cuauhtémoc Blanco, multiplica y crece, aunque algo es cierto, el futbolista, como lo llaman despectivamente sus adversarios y, él responde siempre: el mejor, está atento y observa con cuidado los movimientos, para concretar el tiro y, en el momento oportuno, hacer lo que sabe: anotar.

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