TERTULIA POLÍTICA
Renovación priísta
Pedro Martínez
Serrano
La renovación del comité estatal
del PRI, se da en el peor momento; cuando en todos los cabecillas del tricolor,
existe la sospecha de que sirven a un solo amo, a un solo interés y cobran en
un mismo lugar o por instrucción de un mismo sujeto, el presidente del PRD, Rodrigo Gayosso Cepeda.
Frente a lo
anterior, el larguísimo listado que existe de aspirantes a la presidencia del
tricolor, me parece que no es más que una estrategia tramposa, para bloquear a
quienes en realidad tienen posibilidad de rescatar lo poco que queda de
dignidad en ese partido y, tal vez, de reposicionarse en el 2018.
Así las cosas,
creo que mal o bien, se les reconozca o no, quienes se presentan con mayor nivel,
capacidad y talento para reencausar al extraviado PRI, alejados además de la
componenda con Graco y/o Gayosso, son
el diputado federal Matías Nazario
Morales, Víctor Manuel Saucedo
Perdomo, Erick Alejandro Castro Ibarra y César Cruz Ortiz; el resto de los nombres de hombres, son paja; son
encartes de cabecillas de grupos priístas para presionar y tratar de acomodar
sus piezas rumbo al 18.
De entre las
mujeres, quien creo que la noche de anoche amplió su posibilidad de asumir la
presidencia del tricolor zapatista, es la ex diputada federal y ex candidata a
la presidencia municipal de Cuernavaca, Maricela
VELÁZQUEZ Sánchez, luego de que Manlio
Fabio Beltrones se reunió con Enrique
Ochoa Reza, el presidente nacional del tricolor y eso, eso le favorece
ampliamente.
Sin embargo,
como todos los aspirantes a aquella posición, tiene también negativos, el que
más le pesa, de acuerdo a quienes les conocen, es su compromiso marital con el
Secretario del Trabajo, Francisco
Santillán Arredondo a quien se identifica como empleado de Rodrigo Gayosso, no como colaborador de
Graco Ramírez.
Santillán, fiel a su estilo, se encarga
de administrar los conflictos laborales que enfrentan los ayuntamientos, a fin
de arrodillar a los presidentes municipales, a las decisiones de Rodrigo Gayosso.
Otra más de
las que se mueve en busca de aquella posición, abismalmente con menos
posibilidad que Maricela, a pesar de
ocupar una senaduría, es la señora Lizbeth
Hernández quien, el único mérito partidista que posee, es haber sido auxiliar
de un diputado priista.
Otra de las
mujeres que tiene posibilidad de integrarse, en este caso en la Secretaría
General, es la ex diputada local, Cecilia
López González quien, sin hacer ruido, ha estado cerca y atenta a las
necesidades de su partido.
Al larguísimo
listado de aspirantes a integrarse a la fórmula que asuma la dirigencia del
tricolor en Morelos, se integra también Alberto
Martínez, coordinador de los diputados priístas en el Congreso local y
aunque sus promotores lo manejan como un ganador, hay que recordar también que
sus triunfos, son en lugares en los que con mil votos gana. No sólo eso, creo que
lo que más pesa en su contra, es que se le identifica como títere de Amado Orihuela Trejo, el presunto
pederasta, al que Graco Ramírez acusaba
de roba vacas y cómplice de narcotraficantes, aunque ahora ya lo tiene hincado
y a su servicio.
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